Los grupos sociales cambian por razones geográficas, socioeconómicas y culturales a lo largo del tiempo; en consecuencia, también cambian sus formas de hablar o variantes lingüísticas. Estos cambios incluyen la pérdida de palabras y la creación de palabras nuevas o neologismos, lo que manifiesta más evidentemente las peculiaridades culturales y medioambientales que distinguen las variantes de habla. Por eso, las investigaciones que estudian el repertorio léxico de una comunidad son adecuadas para desligar diferencias culturales entre grupos; así lo evidencian la comparación y el análisis de los repertorios léxicos de variantes lingüísticas.
El conjunto de palabras conocidas por un grupo social se obtiene científicamente mediante estudios de disponibilidad léxica, en los que se aplican encuestas que permiten que las personas escriban, durante un tiempo determinado, las palabras que conocen de un tema. Luego se calcula el índice de disponibilidad, que es la posibilidad de uso de una palabra en la comunidad cuando se habla sobre cierto tema; por ejemplo, si se conversa de la ropa, ¿qué posibilidades tiene de aparecer pantalón? El léxico disponible es, entonces, el conjunto de palabras almacenadas en nuestra mente que están disponibles para ser utilizadas cuando las circunstancias comunicativas lo requieren.
Entre 1987 y 1990, Humberto López Morales recopiló el léxico disponible de estudiantes de primer año en varias universidades; con tal corpus publicó El léxico disponible de Puerto Rico (1999). En 2013 se realizó un estudio similar con estudiantes de primer año en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, para comparar el vocabulario de ambos grupos, descubrir las diferencias léxicas y el trasfondo sociocultural que podría sustentarlas. Ambas investigaciones forman parte del Proyecto Panhispánico de Disponibilidad Léxica, dirigido y coordinado por Humberto López-Morales.
De cuatro temas que se investigaron, el de juegos y distracciones (los demás fueron la ciudad, el campo, comidas y bebidas), presentó mayores diferencias y novedades en la comparación de resultados. Existen palabras con igual posibilidad de uso tanto en 1987 como en 2013, lo que se denomina coincidencias léxicas. Las coincidencias léxicas reflejan palabras de juegos y distracciones con vitalidad cultural; es decir, los que se conocen y practican con frecuencia en las dos generaciones y, por tanto, muestran alta disponibilidad léxica. Se destacan deportes de amplia difusión, como baloncesto, voleibol, pelota, fútbol, natación, hand-ball, balompié, boxeo y golf. Entre los juegos de mesa y cartas se encuentran póker, barajas, battleship, operation, bingo y monopolio, que actualmente se encuentran en formato digital; mientras que el bingo se tiende a jugar en centros comunales o locales en algunos pueblos. También coinciden verbos de actividades de fácil acceso como leer, cantar, bailar,dibujar, pintar, escribir, hablar, estudiar y nadar; y lugares comunes, como parque y piscina.Sorprendentemente, varios juegos tradicionales mostraron alta vitalidad cultural, como tira y tápate, gallito, 123 pescao, escondite y peregrina.
Los vocablos únicos son palabras que aparecieron solamente en los resultados de cada grupo, lo que permite detectar las diferencias más contundentes entre ambos. En López Morales se encuentran parchís, chinnese checkers, atari, india, topo, trompo, paleta, pac-man, muñecas, güija, esgrima, pescar, lotería, bolita y trouble, ausentes en la investigación actual. En cambio, aparecen vocablos únicos, como Playstation, celular, Xbox, computadora, tableta, Wii, Gamecube, Facebook, Ipad, Twitter, Ipod, Internet, Instagram, Candy Crush,Call of Duty y Angry Birds, que responden al desarrollo tecnológico de los últimos años y, por ende, a la adquisición de nuevas maneras de entretenimiento. En 2013 no aparecieron algunos denominadores de artículos ya en desuso, como video-cassette y atari, ni aspectos relacionados a la moda de los 70’ y 80’, como patines y disco. Sin embargo, es único de 2013 el verbo janguear, derivado del inglés to hang [around].
La influencia de los cambios culturales en la lengua es inevitable: la cultura está en constante movimiento y, en consecuencia, también lo está la variante de habla correspondiente. Estos ejemplos extraídos del léxico de jóvenes puertorriqueños lo reafirman. El desarrollo veloz de artefactos tecnológicos a partir de 1990 ha sido la variable principal para los cambios léxicos en el tema de juegos y distracciones; además de la mutabilidad de los intereses. La adición de palabras responde a la existencia de nuevos referentes, y su eliminación, al desuso o inexistencia actual de artefactos y actividades lúdicas y de entretenimiento. Además, la globalización de la cultura estadounidense y, por ende, el inglés influyen directamente en muchas incursiones léxicas; sobre todo en Puerto Rico, por el estatus político que nos liga.
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La autora es graduada de Estudios Hispánicos, Lingüística y Lexicografía. Actualmente es profesora de Español en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras e investigadora en la Academia Puertorriqueña de la Lengua Española.