La mayor recompensa para los sacrificios es ver el resultado personificado. Se le añade valor cuando se es único en una disciplina. Este es el caso de la dirigente de sóftbol femenino en la Liga Atlética Interuniversitaria (LAI), Lany Rivera, con las Jerezanas de la Universidad de Puerto Rico (UPR) Recinto de Río Piedras. Una historia inspiradora que abre la celebración de la Semana Internacional de la Mujer Trabajadora en el ámbito universitario.
“Yo estoy cumpliendo una meta. Yo quería representar a mi universidad en lo más alto”, dijo Lany, quien está en la batalla por llevar a su novena a la clasificación de la postemporada universitaria con récord de 6-3.
Sobre el reto de ser la única dirigente fémina entre 12 equipos en competencia capitaneados por hombres, la Jerezana indicó que al principio se le hizo muy difícil.
“A veces no sabía la distinción de jugadora y coach. Yo sé que estoy representando a esas muchachas al tener mi puesto. No hay competencia entre hombre y mujer. Si haces bien tu trabajo no tienes competencia. Mi reto será cuando tenga ese juego de la medalla de oro. Yo trato de ser mi mejor yo”, expresó la dirigente, quien vistió los uniformes como receptora y primera base en la UPR de Río Piedras del 2004 al 2008.
El cuerpo técnico de Lany no es común. Cuenta con los servicios de su padre colegial que trabaja en la administración deportiva de la Federación de Sóftbol de Puerto Rico, Iván Rivera, y su hermano, exlanzador de la misma alma mater que ella, Iván Rivera, Jr. Dos hombres que la han apoyado a labrar su camino, a pesar de que el público quiera encajonarla bajo la sombra de “la hija de Iván”.
“Para mí soy la dirigente de la IUPI y para los demás soy la hija Iván. Yo trato de seguir el legado de mi papá. Yo entiendo que no estoy viviendo la sombra de mi papá. Él me da los consejos, y yo escojo lo que puedo y lo que no. Tenemos comunicación. Nosotros dialogamos”, explicó riéndose la joven de 30 años.
“Me ven muy joven. Piensan que no tengo astucia, pero con los dos varones que tengo en casa he aprendido a defenderme en contra de eso. Aunque es un juego de mujeres, el machismo corre aquí. He podido codearme aquí. Nunca he tenido ningún un problema”, abundó.
Por su afán de educar y llevar a otras mujeres a escalar posiciones administrativas, Lany hizo una invitación a su género: “Si llegaron al puesto de asistente, aspiren a más. No podemos ser conformes. Yo no me metí como asistente y ya, yo quería ser dirigente de mi alma mater. Todo en la vida se tiene que luchar”.
La dirigente cuenta con un campeonato y dos terceros lugares en la LAI en sus campañas del 2004 al 2008 bajo la dirección de Edwin Ramos. La egresada de Río Piedras obtuvo doble bachillerato, economía y ciencia política. En postgrado cuenta con estudios en Derecho de la Pontificia Universidad Católica. Se dedica a ser paralegal, y entrenadora de las Jerezanas desde el 2014 en sustitución de su padre, Iván.