#TBT / Es enero de 1983. Las Fiestas de la Calle San Sebastián son apenas un germen. Poco se asemejan a lo que son ahora. Aún podías caminar con soltura. Andar los adoquines sin pisar a nadie. La música revoloteaba en cualquier esquina. Plena y rumba. Una noche –noche cerrada– cargabas tu cámara. Observar y documentar eran también parte del goce. Hasta que ocurrió. Un grupo de hombres, mujeres y niños cantaban a viva voz, tocaban y bailaban con un placer inusitado. La escena, sencilla, incluía al legendario Mañengue. Y esa canción, casi un himno de las Fiestas, nacía de su garganta: “Mañana por la mañana, llena tu casa de flores, que seguro te visita, la Virgen de los Dolores”. Nunca sabrás si era la primera vez que la tocaban, pero sí, en cambio, que nunca antes la habías escuchado. Queda esa escena. Adherida a la memoria; con la fuerza de un sentimiento.
Foto por Ricardo Alcaraz Díaz