La palabra convoca y unifica; al compartirla hayamos cierta complicidad. Con estos objetivos en mente se llevó a cabo el taller de Literatura y Escritura Creativa: Desde Adentro, impartido en la institución 945 del Complejo Correccional de Guayama.
Durante los meses de marzo a junio de 2010 trece confinados exploraron el campo de las letras junto a la abogada y profesora de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras, Edna Benítez.
Un año después del inicio de este taller, parte de este grupo de confinados tuvo la oportunidad de presentar algunos de sus textos en un conversatorio celebrado el jueves 3 de marzo de 2011 en la Escuela de Derecho de la Universidad Interamericana.
La experiencia fue didáctica para ellos de múltiples maneras: no sólo se enfrentaban por primera vez a la página en blanco, también era la primera vez que entraban a un recinto universitario.
Desde adentro -del interior de la cárcel y desde lo más íntimo de la experiencia- apalabraron sus memorias, testimonios y vivencias. Y es que, en efecto, la visión del taller apunta a los beneficios del proceso intelectual y emocional que se canaliza a través de la escritura, para que eventualmente esta dinámica los ayude a reintegrarse de manera más efectiva en la libre comunidad.
Literatura terapéutica
El sentido literario para los confinados es sobretodo sociológico. Por esta razón, este proyecto piloto de salud mental fue gestionado por el Correctional Health Services Corporation (CHSC) y su principal oficial ejecutivo el licenciado Manuel A. Quilichini.
Entre sus componentes, se encuentra Jesús Rodríguez Maldonado, hombre en libertad bajo palabra literal y literariamente. Antes de participar del taller, la única cercanía a la escritura habían sido las cartas que le enviaba a su esposa desde la celda. Antes, no pudo adivinar el impacto que tendría la literatura en la exploración de su pasado. Expresivo, hace la anécdota de cuando ‘escribió por salir del paso’ algún recuerdo de su niñez.
La profesora le devolvió el papel con una nota pidiéndole que hablara sobre lo que no quería hablar.
‘Cuando indagué en mi pasado, no era como yo creía’, -nos dice- y es que según recuerda había reinventado y culpabilizado su pasado desde el punto de vista de su condena.
Cuenta que la aportación más trascendental de este taller a su vida fue cuando le encomendaron un ejercicio de recordar y escribir sobre su niñez.
‘No me quería acordar. Pero fue inminente preguntarse ‘¿De que no me acuerdo o no me quiero acordar?’, mencionó.
Entonces redescubrió los momentos que acompañaba a su madre al colmado o cuando su padre le negó estudiar ballet y lo inscribió en la liga de pelota. También, recuperó sus vivencias de niño, anteriores a la adicción a drogas de sus padres.
Al exteriorizar sus memorias, Jesús siente que ha podido reconciliarse consigo mismo. A pesar que, acepta que “hubo otros en mi circunstancia que tomaron mejores decisiones”.
No obstante, esta reconciliación quedó plasmada en las letras de su poema: No quiero hablar de…
Varios de los participantes pudieron exponer sus trabajos en un conversatorio en la Universidad Interamericana.
Letras, imágenes e inspiración.
La reintegración social de los confinados debe ser apoyada por la educación. Por esta razón, el grupo de confinados estudiaron diversos autores.
Entre las lecturas se encontraban el romance prisionero de la Edad Media, La metamorfosis de Kafka, Residente del Lupus de José Raúl ‘‘Gallego’’ Gonzáles, When I Was Puertorican de Esmeralda Santiago entre otros. También fueron expuestos a fotografías del libro Puerto Rico mío de Jack Delano. Textos e imágenes como agentes catalíticos para la inspiración.
Sin embargo, según reconoce a doctora Benítez, en ocasiones el avispero emocional de los participantes se agitaba; por lo que contaban con la asesoría del psicólogo clínico José Felicié y la trabajadora social Luz D. Rosario.
El resultado de estas sensaciones transcritas al papel se bifurcaron en seis categorías: Memorias inspiradas en el libro Puerto Rico mío de Jack Delano, Autorretratos, Paraíso perdido, Sueños y pesadillas, La cárcel y Libertad.
Poemas en carne viva.
Como parte del conversatorio, Don Víctor Quiñónez Fontánez, Osvaldo Álamo Carpio, Jesús Rodríguez Maldonado y Aníbal Santana Merced declamaron parte de sus obras acompañados por Coralys Meléndez y Bryan O’neill, ambos estudiantes universitarios.
En este renglón, Aníbal Santana Merced pudo presentar algunas de las piezas que forman parte de su primer poemario publicado, titulado Reflexiones tras las rejas.
Verso a verso, cada relato hacia mover las fibras de los presentes. No es para menos, ya que los participantes demostraron la capacidad de relatar su pasado contándonos sobre la reivindicación deseada, las desilusiones acumuladas en el camino, sus errores y anhelos.
Relatos de carácter íntimo que denotaban la confianza desarrollada durante el taller. Poemas que representan actos de valentía. Por supuesto, también de gran valor.