Una amiga compartió conmigo el enlace para los diez secretos para el éxito de Sila Calderón. “A la vida hay que decirle que sí y arriesgarse”, dijo la exgobernadora en una actividad en su Centro para Puerto Rico. No son secretos realmente. Es sabiduría tipo Turey el Taíno, solo que en boca de una exgobernadora, supone cobrar alguna relevancia en las vidas de las mujeres partícipes en la actividad.
Acerca de las mujeres, dijo Sila, “[q]uizás no tengamos la fuerza física pero tenemos otro tipo de fuerza hasta más importante. Entendamos que somos poderosas”. En el caso de Calderón, tiene mucha fuerza económica. Y política, supongo. Es poderosa. Y eso la distingue entre casi todas las mujeres. ¿Cuál será su secreto?
Un amigo compartió conmigo el enlace para el post ¿Cómo cortejar a una feminista? Es una lista de once consejos dirigidos a hombres interesados en salir con mujeres. La preparó un hombre.
El consejo número nueve lee: “Simplemente recuerda que es un ser humano”. Y como ser humano, debes dejarla tener iniciativa también (ese es el número cinco en la lista). No hacer listas pendejas, desde la condescendencia y la macharranería no tan solapada debería ser el número doce, pero la vida a veces es inmisericorde con nosotros y nosotras, el público lector. Digámosle, por tanto, que no:
- A los clichés [sobre todo cuando pululan en los discursos de pasados y presentes gobernantes].
- Al patriarcado [sobre todo cuando intenta ajustarse a los contornos de discursos disque feministas y progresivos].
- A la vida [según reducida a listas de secretos y recetas y consejos para vivir “mejor” bajo el orden económico y político imperante].
A estos efectos, mi compañera compartió conmigo los siguientes versos de Eileen Myles: “I’m like/ a band that/ tours people’s/ houses playing/ when they’re/ not around”. El riesgo que ella asume diariamente es el de la soledad, al hacerse de una vida vivida en total contraposición a los modelos del éxito según impuestos por gobernantes o conforme a los postulados del feminismo fashion de los buenos muchachos.
Consejo número cuatro: “Repito, sé tú mismo”. Pero, si de lo que se trata, canto de muchachón—hablo de nosotros, en masculino—es de dejar de ser. Ser otra cosa. Qué se yo. Quizá deberías cotejar tu definición de feminismo antes de mandar a otros muchachones a cazar o cortejar feministas. No es tanto un consejo. Yo no deseo que tengas éxito.