En eso que se conoce como el hip hop hispanoamericano, cada país forma su propia historia, con sus propios protagonistas ya veteranos. Puerto Rico tiene a Vico C, España a Frank T, Chile a Tiro de Gracia, Argentina a Jazzy Mel, Venezuela a La Corte, y así por el estilo. En esta ocasión miraremos a uno de los veteranos del rap de Cuba, país que desde hace años exporta su filoso rap al mundo.
Fue hace casi ya dos décadas, para allá para los noventa, en pleno periodo especial cubano tras la caída del muro de Berlín y la Unión Soviética, en medio de una de las más duras etapas del embargo económico que durante más de dos décadas instigó Estados Unidos, fue en aquel entonces cuando Yosmel Sarrias Nápoles se convirtió en Sekou Messiah Umoja.
Eran los inicios de la consolidación del hip hop cubano. Mos Def y The Roots, entre otros, pisaban la tierra a la cual la tía de 2-Pac, Assatta Sakur, habría llegado en 1984, como asilada política. Era el tiempo del rap, comenzaba a explotar la escena. Sekou, junto a su hermano de letra, Kokino, soltaba versos en las esquinas de La Habana. Había un montón que decir.
“En un principio nuestro rap y estilo andaban en una búsqueda e imitábamos formas de vestir, gesticulaciones, vocablos, mayormente como el rap de Estados Unidos. ¡Imagínate con tremendo calor tropical y muchos de nosotros con enguatadas (sudaderas) y pompones (beanies), jajaja! Eran historias que no correspondían a nuestro entorno”, recordó Sekou al conversar con Diálogo.
Sekou viene de los tiempos en los que el hip hop cubano comenzaba a consolidarse y a cautivar la escena internacional. Arriba, un avance del documental Hip Hop All Stars (1999), del estadounidense Joseph Bee Alafia.
“Esto poco a poco se fue depurando, quedo atrás y dio paso a nuestra identidad, nuestra autenticidad, nuestra realidad, que iba más allá de la guayabera, el tabaco, el ron, la mulata y otros elementos que estereotipan a Cuba dentro y fuera de nuestro entorno, quizás también aislados de mucha información mundial que no fuera la oficial llegamos a denominar lo nuestro como rap cubano.
Así, a puro pujo, nació Anónimo Consejo, con Kokino y él como voces principales. Vale explicar que en aquel tiempo, eso de un presidente cubano y uno estadounidense anunciando a la misma vez en la televisión que ambos países reestablecerían relaciones diplomáticas era inimaginable. No habían viajes en ‘ferry’ de Miami al Malecón. No habían fotos en Instagram de Paris posando frente al Havana Hilton que su bisabuelo abriera en 1958, un año antes del triunfo de la Revolución Cubana. Ni siquiera había Instagram.
Era otra era.
“Fuimos una generación que mediante el rap rompimos el silencio y dimos paso a un debate con mirada crítica al menos en tarima, pasamos por un momento crucial que no pudo ocultar tantas desigualdades que ya existían en nuestra isla. Los géneros musicales existentes en Cuba no llenaban este espacio a nivel de ritmo o testimonio, tampoco los medios informativos reflejaban muchas de las realidades que pasábamos a diario en nuestras comunidades. La crisis nacional que nombraron ‘Periodo Especial’ fue una época bien difícil sobre todo para la gente común y corriente, de donde veníamos la mayoría de nosotros los raperos, y cosas como estas alimentaron el desahogo”, recordó Sekou.
Sekou y Kokino colaboraron con Tego Calderón en el tema ‘Son dos alas’.
En la primera década del Siglo XXI, luego de aquella combustión de rap en Cuba, Anónimo Consejo se estableció como un pilar del rap subterráneo latinoamericano. Quizás alguno de nuestros lectores los recuerden por el tema ‘Son dos alas’, junto a Tego Calderón y el productor Echo, que salió en el disco ‘Los Nuevos Inquilinos’, de 2008.
En 2011, empero, el grupo se separó y en los pasados dos años Sekou ha lanzado igual cantidad de discos. A continuación, les presentamos una plática entre Diálogo y este rapero cubano, que ya denota madurez en sus letras más allá de la rebeldía y alegría que el hip hop permite. He aquí varios consejos con nombre.
Diálogo: Hola, Sekou. Tienes una trayectoria amplia en la música, en el rap más que todo, pero debe haber poca gente que te conozca acá en Puerto Rico. Preséntate brevemente, por favor.
Sekou: Mi nombre es Yosmel Sarrias Nápoles también conocido como Sekou Messiah Umoja, soy integrante fundador de la agrupación Anónimo Consejo desde el año 1996, y creador del concepto Hip Hop Revolución. Me inserto en el rap a los 14 años improvisando, algo que aprendí escuchando a mi amigo Ernesto Pérez quien también fue fundador de Anónimo Consejo.
Diálogo: ¿Qué nos puedes decir de aquel momento en el que el hip hop y el rap se consolidaba en Cuba?
Sekou: Llegó en un momento en que todo tomó su propio peso. Nos dimos cuenta que el rap era nuestro poder, una arteria más de nuestro cuerpo, nuestra alma y nuestra arma, nuestra manera de alzar la voz desde la base del barrio. El pueblo hablando desde él mismo, en primer plano, sin intermediarios, reconociendo lo bueno y lo malo de nuestra sociedad, desde el corazón, con mucha responsabilidad y sinceridad, y sin hacernos de la vista gorda con los acontecimientos nacionales, planteando temas críticos, inconformidades, aprendiendo lo que la escuela no nos enseñó, proponiendo y respondiendo lo que jamás alguna autoridad Estatal nos preguntó o incluso nuestros padres, que venían de otra época y consideraban que debíamos ser agradecidos y conformes con la Revolución. Fue como una nueva revolución desde el rap: reconocer nuestras alegrías, sufrimientos, nuestra realidad actual, entender que estar agradecido no significa ser sumiso ni te da derecho a abusar del poder, menos que uno deba ser conforme y pretender callar ante las injusticias.
Desarrollamos una visión en la que a nuestros héroes los veíamos de carne y hueso, con valores y miedos como nosotros, que podríamos estar de acuerdo o no con acciones de sus historias y anécdotas e incluso que podríamos llegar a dudar o a decir: “coño, para mí este fue el tipo, me siento totalmente identificado”. El público entendió que nuestro rap tenía mucho en común y respondió con las manos arribas, con gritos, con abrazos con ‘Yo también he pasado por esa situación’, en un contexto donde la crítica siempre había estado en silencio y además interpretada como que estás en contra.
Arriba, vemos un tema de Anónimo Consejo junto a Obsesión, para los tiempos en los que el hip hop cubano se consolidó como género musical.
Diálogo: ¿Es el rap en Cuba música de protesta? ¿Es el rap cubano fuera de Cuba música de protesta? ¿Qué es el rap cubano ahora mismo?
Sekou: El rap en Cuba sigue reflejando lo más cercano de la realidad actual y considero que aún vive la llama de la protesta aunque, por supuesto, ajustado a los nuevos tiempos. En mi época le dimos diferentes denominaciones: Hip Hop Revolución, Hip Hop Protesta, Hip Hop De Resistencia hasta que entendimos algunos que había que proponer y entender que no solo es criticar, sino también contribuir desde la opinión individual, popular y colectiva sobre cómo ser mejores en lo personal, espiritual, social, político, económico y cultural. Ahora hay una nueva generación que es crítica, es reaccionaria con toda su legitimidad, una juventud emergente que le toca vivir y proponer su propio rol, una juventud que no es imprescindible como tampoco yo lo soy, ni la generación que estuvimos en un principio. Cuando entiendes y tienes la oportunidad de conocer de cerca otras realidades muy similares a la tuya en otros países, que hay otras personas como tú luchando por cosas de las mismas que hablaste en tu país te das cuenta, que es una situación mundial, que no estás solo, que estás multiplicado en miles de idiomas, culturas, costumbres, sueños y gentes en otras latitudes. Claro, no se puede olvidar que existen muchísimos raperos sin contenido, cargados de ego, sembrando odio y anti valores, pandilleros de tarimas. Pero hay quien apuesta por algo diferente y constructivo desde el alma, reconociendo que todo no es color rosa, que la protesta sigue estando en cada alma descontenta y obstinada de tanta indiferencia. El camino es difícil, es duro, pero seguimos ahí el poco de necios que amamos lo que hacemos, estamos resistiendo todavía. Para mí, el rap cubano hoy mismo sigue siendo una fuente de inspiración.
Aquí una muestra del primer album como solista de Sekou, ‘Ashé’.
Diálogo: ¿Cuál es tu conexión con el rap de Puerto Rico? ¿Qué crees de la situación sociopolítica de esta isla nación que a la vez es una colonia de Estados Unidos? ¿Cómo se entiende allá afuera la música de acá, el rap de acá?
Sekou: Mi primera conexión con el Rap de Puerto Rico fue cuando escuche Vico C, un maestro para nosotros, también toda la generación en The Noise, Dj Playero y por supuesto años después el Clásico Boricua Guerrero, ¡eso fue una bomba! Realmente por mucho tiempo no tuve conocimiento de grupos netamente de Rap de Puerto Rico hasta que estando en Cuba (mi esposa) Apolonia me pone temas de 79, Intifada,Tráfico Pesado, Tek One, Velcro y “El Día” de YallZee. Esto era totalmente nuevo para mí aunque estos grupos llevan muchísimos años de trayectoria. Sobre la situación sociopolítica, creo que sí es inaceptable la injerencia extranjera en los asuntos internos de nuestros países. Es inaceptable para mí estar de acuerdo que exista una colonia en pleno Siglo 21 y todo lo que esto genera en la sociedad. Es difícil hablar de Latinoamérica libre sabiendo de Puerto Rico. Fortalece saber que existen personas dentro y fuera que luchan desde sus trincheras. Yo también me sumo al grito de ¡viva Puerto Rico libre!
Sobre la música, es bien complejo porque la música que más se escucha de Puerto Rico en nuestros países es el reguetón y funciona como cortina de humo ya que parecieran no existir otros géneros, incluyendo el hip hop. Creo que falta mucho por conocer y aprender del rap de Puerto Rico. Al menos el que he escuchado yo toca temas muy profundos sobre su entorno y es una manera de visualizar a la isla desde otro ángulo.
Diálogo: Por razones del destino y, literalmente, la vida, andas en Venezuela. ¿Por qué? ¿Cómo ha sido tu acercamiento y/o adentramiento al rap venezolano?
Sekou: Mi primera visita a Venezuela fue en 2003 donde Anónimo Consejo fue invitado al 1er Festival de Música Urbana que se hizo en Caracas. Nunca pensé que el destino me tuviera de vuelta por acá, Venezuela es mi segunda casa, aquí nació mi segunda hija, Vida, aquí tengo muy buenos amigos que conozco hace muchos años, aquí vivo con mi esposa entre La Habana y Caracas, comparto otras realidades otra dinámica, otras experiencias. Desde el 2003 he estado visitado Venezuela en varias ocasiones y he tenido la oportunidad de ver el desarrollo y crecimiento de muchos grupos que pude ver hasta otros que se incorporaron en el camino y en realidad la calidad hoy es notable.
Diálogo: Hablemos de ahora. Sacas, ‘Ashé’, tu primer disco como solista en 2013 y en 2014 sacas ‘Nuestro’ otro disco completamente nuevo. ¿Cuánta cosa tenías por dentro que querías decir que quizás se te haga más fácil en este formato de solista?
Sekou: Fue una búsqueda individual y muy normal aceptar el hecho de que necesitábamos hacer nuestros proyectos por separados luego de mas de 16 años trabajando juntos, llegó el momento exacto para refrescar y plasmar nuestra obra. Por supuesto, nuestra amistad y hermandad esta intacta como el primer día. Todos los textos, tanto en Ashé como en Nuestro, fueron un trabajo muy cuidadoso de tiempo y de arreglos para dejar las palabras exactas. Realmente creo que a veces intentando ser preciso me hago el trabajo más complicado pero llego a plasmar el resultado que deseo, aún me quedan canciones por hacer, me siento bien inspirado.
‘Ashé’ es un álbum que se hizo entre Caracas y La Habana. La primera intención fue mostrar un abanico de textos sobre un abanico de música que fueran totalmente de la mano. Quise exponer todas las experiencias en diferentes ritmos como jazz, rock y samba. Tenía la idea en la cabeza y gracias a un colectivo de músicos todo se pudo traducir. Gran parte de los temas los preparamos en el cuartico de nuestra casa en Cuba. Tenía que recostar la cama a la pared para que pudiéramos caber todos con el equipo de sonido. Allí nos pasamos horas creando, hubo temas que hicimos desde cero en el estudio. Me dije: “Esto es ‘Ashé’, esto es lo que conocerán de mí en mi primer álbum”.
‘Nuestro’ lo escribí durante el embarazo de mi esposa. Es el primer disco que escribo en su totalidad fuera de Cuba, hay historias que son muy personales y para mí es bien importante plasmar estos detalles. En un tema, ‘Luz Verde’ hablo de cuando empecé siendo vegetariano, sin ningún interés en particular y como cosas que aprendí en el camino le dieron un sentido a esa decisión. Como las transnacionales y sus productos transgénicos y el daño que causan tanto en suelo como en los seres humanos o el abuso hacia los animales o la extracción de minerales que dejan gigantes espacios donde no existirá vida nuevamente, pues el capital está por encima de cualquier ser viviente o espacio terrenal.
Aquí el vídeo del tema ‘Papalote’, del disco ‘Nuestro’, segunda producción en dos años para este rapero cubano.
Diálogo: Tu sonido es bien afro caribeño, más allá del rap… hace recordar un poquitín el rap de principios de siglo XXI de Tego, quizás un chin también a Obsesión y Orishas, y hasta Kumar Sublevao, un cubano que ahora está en España. Pero más que cualquier cosa, a veces suena a Muñequitos de Matanzas, Los Papines, los Nanis Espiritistas… En tu opinión, ¿cuál es la importancia de la amplia cultura afroantillana en el rap latinoamericano?
Sekou: Es su resistencia, su cimarronaje, el poder ancestral de sus ritmos lleva un código de identidad. Yo no temo usar en el rap cualquier elemento que me identifique con lo nuestro ¿Por qué negar lo que eres? Yo no nací escuchando rap, ni hip hop, yo crecí escuchando rumba, guaguancó, son, guaracha, escuchando rezos en misas espirituales, a los Van Van, escuchando cantos africanos, timba, cuentos de abuelitos sobre taitas y ancestros. El rap llegó después a mi vida para continuar ese legado en un nuevo formato. Mis tambores son los beats, la palabra son aquellos relatos que iban de pueblo en pueblo, a lo griot. Algo que siempre creo que fue fundamental fueron los cantos y los cuentos que nuestra madre nos hacía antes de dormir, noche tras noche. Estoy seguro que esto facilitó el desarrollo de mi ritmo personal a lo largo de mi carrera.