Por: Raúl A. Pérez-Rivera
Recientemente fue publicado un libro sobre los invertebrados en Puerto Rico, en el que el fenecido Manuel J. Vélez describe brillantemente al grupo de los arácnidos. Estos animales comprenden un grupo de artrópodos en donde se encuentran, entre otros, las tarántulas, las arañas, los escorpiones, los guabás y las garrapatas.
Las personas muchas veces confunden a los arácnidos con los insectos. Aunque ambos pertenecen a los artrópodos y a simple vista se vean similares, existen importantes diferencias. Algunos ejemplos son el número de patas (8 en los arácnidos y 6 en insectos), el número de partes en que el cuerpo está dividido (2 en los arácnidos y 3 en insectos), la estructura de los ojos (ojos simples en los arácnidos y ojos compuestos en insectos) y su capacidad para volar (los insectos).
En su libro, Vélez indica que se han descrito más de 100,000 especies de arácnidos a nivel mundial, y que es el segundo grupo de artrópodos más grande, luego de los insectos. Este autor añade que se cree que el primer grupo de arácnidos eran acuáticos, pero que invadieron exitosamente el ambiente terrestre y en este proliferaron.
En Puerto Rico se han descubierto más de 650 especies de arácnidos, encontrándose desde los bosques más secos hasta los más húmedos, tanto en áreas rurales como urbanas, incluyendo los jardines y las esquinas de los techos de nuestras casas.
Estos animales tienen una importancia ecológica enorme. En primer lugar porque ingieren una amplia gama de insectos, muchos de los cuales son perjudiciales. Si nota la pequeña tela de araña que puede haber en las esquinas del techo de su casa verá las alas de mosquitos, algunos de los cuales son portadores del dengue y del chikungunya. Por otro lado, los arácnidos son fuentes de alimentos de una amplia gama de vertebrados, como coquíes, lagartijos y aves.
A veces los arácnidos se encuentran en lugares poco comunes. Podemos encontrar pequeñas garrapatas (ácaros) alrededor de los ojos y los orificios nasales de aves domésticas, como los periquitos que mantenemos como mascotas. Hay otros ácaros que viven en flores y, para moverse de flor en flor, se meten en los orificios nasales de los zumbadores, como “pasajeros”. Cuando el zumbador se detiene en una flor nueva a alimentarse del néctar, los ácaros aprovechan para establecerse allí.
La reinitas, los zumbadores, los mozambiques o changos, y el zorzal pardo, se encuentran entre el grupo de aves de Puerto Rico que más arácnidos consumen. Los mozambiques y zorzales no se limitan solo a comer un tipo de arácnido como las arañitas, sino que incluyen escorpiones y hasta tarántulas en su dieta.
Por su parte, los zumbadores y las reinitas utilizan la tela de araña de muchas especies para la construcción de su nido. La elasticidad del nido de los zumbadores, que se va ampliando según crecen sus crías, se debe a la presencia de tela de araña.
Un dato curioso es que, incorrectamente, hay personas que creen que la garza ganadera (Bubulcus ibis), sigue las reses, e inclusive se posan sobre ellas, para comerse las garrapatas. Sin embargo, estudios han demostrado que las garzas prefieren comerse los insectos que levanta el ganado al moverse.
Tal como las aves consumen arácnidos, hay arácnidos que comen aves. Al menos, una especie de tarántula en Puerto Rico (Avicularia laeta), que come pájaros pequeños cuando éstos se encuentran durmiendo. Por otro lado, en ocasiones se puede observar individuos del Zumbadorcito (Chlorostilbon maugaeus) atrapados en la tela de la araña tejedora dorada (Nephila clavipes).
Antes de eliminar las arañas que construyen telas en las esquinas de la casa, es de gran importancia pensar en su trascendencia ecológica y en el beneficio que obtenemos de estas cuando atrapan o eliminan insectos que nos son perjudiciales.
El autor es Catedrático de Biología en la Universidad de Puerto Rico en Humacao, y es miembro de Ciencia Puerto Rico (www.cienciapr.org).