El fallecimiento del legendario productor de televisión Tommy Muñiz ha desatado diversas reacciones en los puertorriqueños, ya que sin duda se trata de una de las figuras principales de los medios de comunicación en Puerto Rico. Productor de radio, y creador de series de televisión de gran éxito como “Los García”, Tommy Muñiz, fue uno de los artistas más polifacéticos de la Isla. Recordado con cariño por el público, sus pares lo consideran un pionero de la televisión local, que ha dejado un legado importante para la historia mediática de Puerto Rico. El deceso de Muñiz, “es una pérdida bien grande para la industria televisiva”, afirmó Francisco González, profesor de cine de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras. Pues, “él debe ser considerado la piedra angular de la buena televisión puertorriqueña”. El impacto de Muñiz redundó primordialmente en la producción televisiva de calidad, afirma González. Su trabajo, explicó el profesor, se concentró en “entretener de modo inteligente y sano al público”.
Aunque los comentarios en torno a Muñiz se han concentrado en rememorar su trayectoria y las instancias de su trabajo, su fallecimiento trae a la palestra pública una discusión pertinente sobre el estado de la televisión local. Pese a que los reclamos sobre la pérdida de espacios para la producción nativa son recurrentes, la súbita reflexión a la que nos lleva este suceso nos impulsa a preguntarnos: ¿qué pasa con la oferta televisiva del momento? Se comenta que la calidad de la producción ha ido mermando, que los códigos son distintos. Para González, que este semestre ofrecerá el seminario Tommy Muñiz y la Televisión Puertorriqueña en la Escuela de Comunicación de la UPR en Río Piedras, “es desafortunado que no tuvo que morir Don Tommy para que la televisión entrara a la decadencia que la arropa”. En este momento, añadió, “la televisión está pasando por una etapa bastante crítica. La falta de presencia de talento puertorriqueño está redundando en una mediocridad general. La muerte (de Muñiz) sella el fin de lo que fue la época dorada de la producción puertorriqueña.” Por su parte, para Ana María García, también profesora de la Escuela de Comunicación de la UPR en Río Piedras, lo que acontece en Puerto Rico no está directamente relacionado a una falta de propuestas artísticas o de iniciativas. El problema fundamental, estableció, “es que los grandes canales han pasado a manos extrajeras… a ellos no les resulta rentable hacer producciones locales. No tiene que ver con que no hay interés, si no son las condiciones materiales. Estamos en otra etapa. El momento de oro de la televisión se acabó desde alrededor de hace 15 años”.
Y aunque se ha destacado primordialmente la genialidad de Tommy Muñiz a nivel de la producción de contenido mediático en radio, televisión y cine, para García, quien es también cineasta, uno de los valores que hay que resaltar de Muñiz es su dedicación a la conservación de la producción mediática. “Nos ha legado una parte de la historia de nuestra televisión. Supo conservar ese acervo televisivo; eso es bien importante en nuestro país porque hay poca consciencia de conservación de nuestro patrimonio”, indicó García. En vida, Tommy Muñiz le donó al Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico una colección exclusiva de imágenes en movimiento. En octubre de 2003 la Corporación Producciones Tommy Muñiz firmó un contrato de donación con la UPR para traspasar esta antología visual a la Unidad de Televisión de la Escuela de Comunicación del Recinto de Río Piedras. “La Colección Tommy Muñiz es uno de los legados más importantes para el estudio y la investigación de la radio y la televisión en Puerto Rico, conforma una memoria del mundo de los medios de comunicación del Puerto Rico del siglo 20. Su utilidad para académicos e investigadores de la comunicación, de la ciencias sociales y de las humanidades, es incuestionable”, expresó el doctor Eliseo Colón, director de la Escuela de Comunicación de la UPR, Río Piedras. El inventario de imágenes está valorado en aproximadamente $50 mil y contiene una variedad de programas como Carcajadas para la historia, La Taberna India, Los García, Esto no tiene nombre y El Colegio de la Alegría, entre otros. A esta colección tienen acceso gratuito investigadores, estudiantes y el público general.