Un grupo de profesores e investigadores de la Universidad de Puerto Rico, Recinto Universitario de Mayagüez (UPRM), obtendrá una subvención de la National Science Foundation (NSF) con la que esperan crear una nueva red de energía en el País.
El equipo de UPRM desarrollará un sistema competitivo de compra y venta de energía en donde los ciudadanos manejen su almacenaje, los precios y la distribución. Se trata de una red eléctrica tipo tienda virtual, como Ebay, que permite a los usuarios anunciar el servicio que ofrecen, ya sea energía solar, eólica o bien el acopio de la misma.
“En vez de tener una sola compañía, como es el caso de Puerto Rico y la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) que son dueños de las plantas eléctricas, de la distribución y todo lo demás, pues ahora tu tendrías diferentes actores en el mercado de electricidad”, explicó el profesor Manuel Rodríguez, líder del equipo.
Uno de los propósitos, según Rodríguez, es crear un mercado que abarate los costos del servicio energético. Este sistema no es muy distinto a lo que existe en otras áreas como la de telefonía, donde podemos ver cómo múltiples compañías compiten por ofrecer el mismo servicio.
El equipo de trabajo está compuesto por nueve profesores de las áreas de Ciencias de Computadoras, Ingeniería Eléctrica y Ciencias Sociales. Los integrantes son: la profesora Marla Pérez (Sociología), Cecilio Ortiz (Política Pública) y el profesor Eduardo Lugo (Psicología); Rodríguez y Wilson Rivera (Computación); Agustín Irizarry, exmiembro de la Junta de Directores de la AEE, Efraín O’Neill y Fabio Andrade, quienes son ingenieros y Rafael Rodríguez, quien labora en el área de radares y de predicción del clima.
Algunos de ellos son miembros del Instituto Nacional de Energía y Sostenibilidad Isleña (INESI), una plataforma interdisciplinaria que promueve la investigación y su aplicación directa a la resolución de los problemas energéticos del País.
¿Cómo funciona?
Tal vez para algunos pueda sonar extraño la venta de energía. Rodríguez explicó el concepto:
“Cuando uno habla de comprar electricidad, uno realmente lo que dice es que está pagando para que alguien inyecte electricidad en la red eléctrica. Cuando conectas el aparato en el enchufe, no sabes de dónde viene esa luz. Lo que hiciste fue pagar para que alguien mantenga la electricidad corriendo”, esbozó el profesor Rodríguez.
En términos reales, el sistema propuesto consiste de varias partes. Primero, todo ciudadano que tenga las herramientas para producir energía, como paneles solares o molinos de viento, debe registrarse en la compañía eléctrica de Puerto Rico. Ese utility, como se le conoce en inglés, certifica a la persona como generador de energía para el consumo colectivo.
Luego, quien busca comprar o vender, entra a la aplicación (o app) creada para este proceso, de apariencia similar a la Ebay, que indica la disponibilidad de electricidad en el área y el precio.
Ahora, como el proyecto aún se encuentra en sus etapas iniciales, probarán todo esto en los laboratorios. Van a crear simulaciones computadorizadas del sistema eléctrico y el programa, o software, que recibirá la información de cuánta energía estará disponible, quién la necesita y el precio de venta, entre otros.
“Con esa simulación, vamos a pasar a crear en el laboratorio un pequeño sistema eléctrico donde podamos implementar este software en componentes reales, o sea en plantitas eléctricas con unas computadoras que lo manejan, con unas cargas, bombillas, o cualquier dispositivo que la pueda consumir y ver cómo funcionan”, explicó Rodríguez.
Una de las metas de esta investigación es promover la sostenibilidad y la justicia en cuanto a los precios de servicios.
“La gente está acostumbrada a que ‘hay una compañía que vende electricidad y yo la consumo’. Pero ahora yo puedo ser vendedor de electricidad. Ahora yo puedo influenciar sobre el precio y es un beneficio para la comunidad”, recalcó el profesor de UPRM.
Esta propuesta, llamada Interdependent Electric and Cloud Services for Sustainable, Reliable and Open Smart Grids, formó parte de un proyecto competitivo subvencionado por la NSF para crear nuevas infraestructuras que dependan una de la otra. Este proyecto se titula Critical Resilient Interdependent Infrastructure Systems and Processes (CRISP).
Un ejemplo de este tipo de estructuras sería la electricidad, que depende de combustibles fósiles para funcionar y de la transportación para mover estos combustibles. La transportación, por su parte, depende de la electricidad para controlar las señales. A esto le añadimos que la electricidad necesita de las telecomunicaciones para monitorear el funcionamiento del equipo.
La NSF entonces, solicitó proyectos de este tipo con componentes multidisciplinarios y sistemas diseñados para continuar en funcionamiento aún cuando se enfrenten a desastres naturales o accidentes humanos. Es decir, una micro red de elementos prestados de las Ciencias de Cómputos, de la Ingeniería y de las Ciencias Sociales.
Según Rodríguez, el grupo de UPRM presentó en Washington D.C. junto a otras universidades, como Purdue, Florida State y Massachussets Institute of Technology (MIT), que también desarrollaron proyectos similar a este.
El proyecto comenzó el 11 de septiembre y se extenderá por tres años, con un presupuesto de $500 mil anuales. Esta iniciativa contratará al menos nueve estudiantes, tanto subgraduados como graduados, del Recinto Universitario de Mayagüez. El próximo paso será un análisis en cuanto a la aceptación social de un esquema de servicio como este.
“No sé si eso va a funcionar en Puerto Rico pero la idea es que en Estados Unidos y en Europa se están moviendo”, concluyó Rodríguez.