Lo que comenzó como una manifestación de cientos de personas en la zona de Wall Street en Nueva York ha alcanzado réplicas en un aproximado de 250 ciudades en Estados Unidos.
Por un lado, algunos sectores se aferran a la esperazanza del surgimiento de una “verdadera democracia”.
Mientras que otros, ven las manifestaciones como excesos de una “muchedumbre despreocupada”, como señala BBC Mundo.
No obstante, según reseñan diversos medios internacionales, la situación de “ocupación” y “repudio en contra de las grandes corporaciones” pareciera ir en crescendo con el pasar de los días.
Con movilizaciones en sucursales de Bank of America en Los Ángeles y Chicago y un campamento cuasi permanente en parques de Nueva York, Washington, Seattle y Boston; la polémica ha trascendido la prensa local y ha acaparado las primera planas en diversas partes del mundo.
Por su parte, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, se expresó ante el asunto durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca, según informó BBC Mundo.
"La gente está frustrada y los manifestantes le están dando voz a una frustración generalizada acerca del funcionamiento del sistema financiero", declaró Obama, aclarando que el el país necesitaba un sistema financiero fuerte y eficiente, y que sin su gestión la debacle podría ser peor.
Entretanto, las manifestaciones, arrestos y encontronazos entre la seguridad y los manifestantes han dado de que hablar desde el inicio de esta movilización el 17 de septiembre de 2011.
De otra mano, el ex presidente Bill Clinton, opinó que “los de Occupy Wall Street básicamente están diciendo lo siguiente: yo quedé desempleado y la gente que causó esto ahora tiene trabajo y bonos y salarios altos. Algo anda mal en este país".
Mientras que, Solon Simmons, sociólogo de la Universidad de George Mason, señaló a BBC Mundo que Occupy Wall Street, es un movimiento social con tendencias populistas liberales (…), réplica de “las catástrofes financieras que han generado fuertes trastornos políticos", más de 14 millones de desempleados, 5 millones en peligro de perder su vivienda, 45 millones sin seguro médico y el 40% de la riqueza del país en manos del 1% de la población”.