El secretario general de la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN), Anders Fogh Rasmussen, insistió el pasado jueves a los países de la Alianza sobre la necesidad de poner fin a los recortes del presupuesto de Defensa, solitando un aumento para el gasto militar.
“Si los recortes en Defensa continúan, tendrán un efecto negativo en nuestra capacidad militar”, advirtió Rasmussen en declaraciones a los periodistas.
El danés, que este jueves presidió una reunión de los ministros de Defensa aliados, aseguró que la caída generalizada del gasto en Defensa es “un asunto de preocupación”.
En este contexto, desde hace años, Washington ha venido pidiendo a sus socios europeos que aumenten su inversión en Defensa, que cada año está más lejos de la estadounidense.
El ministro británico de Defensa, Philip Hammond, explicó la semana pasada que el plan de Londres es mantener el presupuesto de su departamento por encima del dos por ciento del producto interno bruto, acorde a recomendaciones de la OTAN.
Hammond confió en que el resto de países puedan hacer lo mismo cuando las economías mejoren, aunque aseguró que el compromiso de muchos países “no es tan claro como me gustaría”.