Son pocas las personas que conocen lo que conlleva una campaña política. Pero, ¿qué tal si se nos da la oportunidad de conocer una pizca de cómo se fragua el proceso electoral desde el behind the scenes de las campañas? Este es el caso de Our Brand is Crisis, largometraje que nos muestra el proceso político para impulsar la candidatura de un candidato, yendo desde el plan que los asesores tienen para él hasta el compromiso con las expectativas del pueblo trabajador
Sandra Bullock —ganadora del Oscar a la Mejor Actriz en el 2010 por su rol en The Blind Side— da vida a Jane Bodine, una estratega política retirada que regresa a la arena eleccionaria cuando es contratada por uno de los dos postulantes a la presidencia de Bolivia, Pedro Castillo (interpretado por el portugués Joaquim de Almeida). Su trabajo es ser la mente estratégica de la campaña, que en un principio solo contaba con el 8% del apoyo boliviano.
La carrera por la presidencia se pone tensa luego que el encargado de la campaña del segundo candidato, Pat Candy (actuado por Billy Bob Thornton), tratara de sabotear la campaña de Castillo liderada por Bodine, lo que reabre la enemistad que existía entre ambos de años atrás cuando hacían lo mismo en Estados Unidos. Pero el sabotaje no es la única herramienta que se expone en este filme dirigido por el estadounidense David Gordon Green —también director de Pineapple Express (2008)—, pues vemos cómo los aspirantes juegan un rol hipócrita y lleno de falsas promesas con tal de ganarse a un pueblo desesperado.
Bodine sugiere que la campaña de Castillo se base en mejorar la “crisis” que existe en Bolivia con tal de darle esperanzas al pueblo boliviano y ganar votos. Por consiguiente, el filme —que dice ser basado en Bolivia pero fue filmado en Puerto Rico— muestra la realidad detrás de las campañas políticas: puras promesas falsas.
La cinta de Warner Bros. Pictures muestra escenas en el restaurante Casa de España en San Juan, así como en Naranjito y Puerta de Tierra, entre otros lugares, al tiempo que proyecta manifestaciones que le dan un toque realista a la temática.
Bullock, a través de su papel protagónico, nos hace sentir distintas emociones. A pesar que le da un toque de comedia a la película, es a través de sus ojos que vemos las indignaciones de un país decepcionado.
La película permite que el público experimente el proceso de una campaña política desde el punto de vista de los partidos como del pueblo. Es una cinta que todos, particularmente los votantes, deberían ver, máxime cuando estamos a un año de elecciones.