Entre múltiples debates, foros y conversatorios, los candidatos a la gobernación de este ciclo electoral han tenido más oportunidades de presentar sus propuestas a los votantes que en años anteriores. Sin embargo, resulta necesario preguntarse si esta gran cantidad de espacios de discusión ha sido de utilidad o simplemente ha fungido para promover el espectáculo mediático.
Hasta el momento, los seis candidatos y candidatas a la gobernación se han medido en cuatro debates cuyos nombres dejan poco a la imaginación y han sido transmitidos por las grandes emisoras televisivas y radiales del país. Estos son: El Debate (1 de septiembre), Debate de la juventud (14 de septiembre), Debate Ponce (27 de septiembre) y El Gran Debate (16 de octubre).
Según el profesor de Ciencia Política, José Rivera, la cantidad de debates puede ser tanto provechoso como nocivo, y esa percepción dependerá de la persona. Por un lado, para algunos electores cansados de la política bipartidista y sus efectos, podría parecerles excesiva. No obstante, representan formas en las cuales cada aspirante a la gobernación puede distinguirse de sus contrincantes.
“Yo creo que es importante exponer a los candidatos a un tipo de escrutinio público en el que, a través de la exposición de sus posturas, estos puedan formar la opinión de aquellos y aquellas que sí van a tratar de desarrollar una opinión más informada en el momento en que se metan en la caseta de votación”, expresó Rivera, quien fue profesor de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras.
Además de los debates, los aspirantes a la gobernación han participado en foros y conversatorios, entre ellos: foro de la Cámara de Comercio, el “Diálogo con los/as candidatos/as a la gobernación sobre la sostenibilidad energética de Puerto Rico”, del Instituto Nacional de Energía y Sostenibilidad Isleña (INESI), y otro organizado por el Centro de Capacitación de Autismo y la Alianza de Autismo de Puerto Rico llevado a cabo la semana pasada en la Universidad Metropolitana.
Esa cantidad de debates, foros y conversatorios representa una cifra récord si se compara con el 2012, cuando los candidatos solo se enfrentaron tres veces (Vota o Quédate Callao’, El Gran Debate y Voto Universitario). Para Rivera, la cantidad de debates no es un problema si se confronta con el tipo de criterio que ejercen los ciudadanos sobre los candidatos.
En Estados Unidos, por ejemplo, los candidatos a la presidencia tuvieron solo tres debates en el lapso de un mes. Estos han servido para disparar los números de la candidata demócrata Hillary Clinton sobre el candidato republicano Donald Trump, aunque el cambio en las encuestas también podría adjudicarse a otros factores como los escándalos de este último, especialmente contra las mujeres.
En la isla, las encuestas colocan al candidato por el Partido Nuevo Progresista (PNP), Ricardo Rosselló, en la delantera tanto antes como después de los debates, a pesar de que muchos coincidan en que no los ha ‘ganado’.
“Ciertamente tanto la candidata del Partido Independentista [María de Lourdes Santiago] como el candidato del Partido del Pueblo Trabajador [Rafael Bernabe] son intelectualmente superiores a estas personas [los candidatos David Bernier y Ricardo Rosselló], pero realmente para el criterio de una ciudadanía tan deteriorada como la que tenemos nosotros, tan intelectual y socialmente magullada y una cultura política tan polarizada como la nuestra, realmente no importa. Estas personas toman su decisión [por el fanatismo político]”, describió el actual profesor de la Universidad Sagrado Corazón.
Por otro lado, a juicio de Rivera la abundancia de eventos como estos también responde a que cada vez más grupos se percatan de problemas relegados del debate político y que el gobierno no los ha atendido. No obstante, podría argumentarse que tantos debates impulsan el espectáculo mediático.
“El espectáculo o la espectacularización ha sido una constante en los últimos 30 a 40 años. Es parte del ‘show’, pero no debería en ese sentido desvirtuar el proceso ni su propósito principal que es ofrecer algún tipo de proyecto o de propuesta o de legislación de política pública para desarrollar al país, desarrollar la población y entablar una conversación nacional que pueda dirigir la voluntad colectiva hacia un objetivo o varios objetivos que puedan redundar en sus beneficios”, explicó Rivera.
Ante todo esto, esta noche los seis aspirantes a la gobernación se enfrentarán por última vez previo a las elecciones en el Debate Destino 2016 #Convénceme, a transmitirse desde las 8:00 p.m. a través de Univision y WKAQ. ¿Propiciará un cambio o simplemente servirá para dar de qué hablar por unas horas?