El discurso periodístico ha adoptado lo espectacular y dramático para producir la información. Si bien es cierto que la Internet ha intensificado el uso de este tipo de discurso, no es menos verdadero que los matices espectaculares han estado presentes a lo largo de toda la historia del periodismo moderno. La crisis comercial que la Internet ha provocado al interior de las empresas de comunicación, ha impulsado la utilización de este recurso como método privilegiado para generar tráfico, que a su vez se traduce en ganancias. Los valores fundamentales del periodismo parecen estar en peligro y el paradigma mediático actual ha impactado la forma en que muchos periodistas miran su profesión en el siglo XXI.
La profesora Lourdes Lugo-Ortiz, catedrática de la Escuela de Comunicación de la Universidad de Puerto Rico (UPR), ha bautizado el contexto actual como la “tercera oleada del sensacionalismo”. Diálogo conversó con la comunicóloga sobre su más reciente libro, El espectáculo de lo real: noticia, actantes y (tele)periodismo en el siglo XXI.
Diálogo: “Lo visual supera la palabra”, afirma usted en su libro. ¿En qué momento el contenido de la noticia, el hecho tal cual y el análisis profundo de X suceso pasó a ser simplemente entretenimiento?
Lugo-Ortiz: Los elementos sensacionales dramáticos empiezan a insertarse en el periodismo antes de la creación del periodismo moderno (finales del siglo XIX y principios del XX). Así que decir que esto es nuevo y que tiene que ver con internet es incorrecto. Tiene que ver con cómo se ha ido desarrollando el periodismo. Tuvo un nuevo resurgir a mediados del siglo XX, particularmente con la influencia de la televisión, por la competencia que le presentó el medio televisivo a la prensa escrita. Ahora mi argumento es que esto es una tercera oleada del sensacionalismo, por la competencia que representa internet. Si pensamos el periodismo moderno y cómo esos elementos han ido incidiendo, se han ido legitimando e incursionando para atender unos momentos, unas rupturas y unas crisis particulares del periodismo que han tenido que ver con elementos comerciales. Así que cada vez que hemos visto una crisis comercial en el periodismo, vemos que hay un resurgir en el énfasis sensacional y dramático. Ha sido a través de la historia, siempre ha estado presente.
Diálogo: ¿Qué cambios o retos sugieren no solo los cambios tecnológicos, la red y la convergencia mediática, sino la comercialización y espectacularización de la noticia?
Lugo-Ortiz: En la Escuela de Comunicación sí hemos hecho unos cambios curriculares para atender esas innovaciones en la profesión periodística, no obstante la pegunta es si eso es suficiente. Nosotros todavía, voy a hablar por la Escuela de Comunicación (UPR), no nos hemos puesto de acuerdo o no nos hemos establecido el reto de qué vamos a hacer con nuestro programa de clases. Yo te puedo hablar por mí. La pregunta es cuál es la función de la educación en periodismo y si la función es fomentar la educación en pensamiento crítico, proveerle al estudiantado una cultura general basta, pero también especializada en cierto lugar. Yo pienso que eso sería lo ideal. […] Cómo balanceamos que los estudiantes puedan entender el aspecto profesional sin dejar de lado el pensamiento crítico, que eso podrías pensar que está muy presente todavía en nuestro bachillerato pero algunas veces ese balance no se logra con la prudencia o con la equidad que amerita. Es muy personal esto y no representa la perspectiva de la Escuela.
Diálogo: “El uso irresponsable de las nuevas tecnologías no solo hiere la excelencia periodística, sino que lesiona los valores de la profesión”. ¿A qué se refiere con uso irresponsable de las nuevas tecnologías y cómo esto lacera los valores de la profesión?
Lugo-Ortiz: Uno de los valores que ha entrado en crisis es el apego a la verdad. Hay un ejemplo que menciono en el libro. Una periodista me dice que en aras de poder fomentar mayores visitas a las páginas los mismos supervisores de las secciones entran a la sección a hacer comentarios, digamos extremos, para que entonces se forme un debate dentro del mismo público y genere más visitas. Yo creo que la belleza de internet es que nos ha provisto una forma maravillosa de informarnos, no solamente periodísticamente, sino de investigar y de acceder a información. Estamos caminando a un paso acelerado y vamos por ahí desbocados, experimentando, viendo posibilidades que surgen una tras otra, pero en esa práctica y volviendo al periodismo y esa facilidad de información que nos da la internet, nos las da al segundo, al minuto y eso ha minado el apego a la verdad en mucho medios. La intención, la práctica de publicar lo antes posible, para que salga tres segundos antes que el otro medio y puedas recibir las visitas iniciales, tiene como consecuencia que muchas veces los medios comerciales por la ansiedad de generar mayores visitas, publican información que no está corroborada. La falta de corroboración en la información va en contra de ese valor fundamental que es apego a la verdad. Así que, ¿cómo se balancea eso? Es algo que los mismos medios van a tener que ir afinando. Por otro lado, con la reestructuración de las salas de redacciones, ha habido una reducción de personas que tienen la función de corregir, de editar.
Diálogo: ¿A quién se le tiene lealtad en el periodismo?
Lugo-Ortiz: Uno de los valores fundamentales del periodismo es la independencia. Antes, cuando se hablaba en el siglo XIX de independencia se pensaba independencia del poder político. Con el periodismo moderno hay un problema muy serio del tipo de información que se proyecta, que se publica, que se divulga y cómo esa información muchas veces no responde a la lealtad del público o lector, la audiencia en general, y responde a unos interés comerciales. Eso no significa que hay una independencia completa de lo político. Vemos cómo esa unión entre lo comercial y el contenido que nosotros leemos se ha diluido de tal forma que es muy difícil poder deslindar lo que responde a los intereses de unos anunciantes en particular a lo que no. Así que estamos en un momento maravilloso en términos de las posibilidades informativas que tenemos, pero de ciertos ajustes de cómo poder preservar el objetivo de lo que debe ser el periodismo y poder hacerlo viable comercialmente. El cómo será es una contestación que yo no te puedo dar. Me imagino que en el hacer, en la práctica, las cosas se van a ir ajustando y yo confió en que va a ser así. Mientras, en la Universidad nosotros tenemos que seguir creando conciencia de lo que debe ser el periodismo y cuál debe ser el compromiso del periodista. Si renunciamos a eso estamos perdidos, cerremos la Escuela (de Comunicación), que se formen (los periodistas) en los medios y que los talleres de periodismo los den los anunciantes.
Diálogo: Comentó la directora de un periódico nacional que “es una danza fina, buscar el equilibrio entre los contenidos que generaran tráfico y los contenidos de calidad, que legitiman al medio como uno de prestigio periodístico”. ¿Cuál es su opinión al respecto?
Lugo-Ortiz: Uno de los elementos que describe el contenido dramático y sensacional es que genera emociones, y todos necesitamos emociones, eso es algo humano. ¿Cómo podemos generar emociones que vayan en función y que vayan tomadas de la mano con la responsabilidad periodística? No es renunciar siquiera a algunos matices espectaculares o dramáticos, es que esos matices vayan en función de impulsar y hacer más atractivo el contenido. Lo que pasa es que algunas veces la danza fina se lleva al desapego a la verdad, a no verificar la información, a que se publique información banal que no tiene ninguna importancia, o que de momento ocupe la portada de un medio o la página principal. Yo sé que en teoría suena más fácil de lo que es, pero hay cosas que se tienen que eliminar del panorama mediático, del periodismo serio. Aquí en Puerto Rico, el énfasis en las noticias banales o noticias de poca importancia sigue siendo la orden del día y tenemos un gran problema porque creemos que así es que se conforma el mundo y así es que se toman nuestras decisiones.
Diálogo: ¿Cómo enfrentarse a los dueños de las empresas de comunicación y a los anunciantes para no dejar de lado los marcos teóricos y los principios fundamentales del periodismo?
Lugo-Ortiz: Cómo enfrentarse, yo no tengo una receta, pero sí yo creo que cada periodista tiene que tener claro cuál es su papel y el compromiso que debe tener con el público. El trabajo del periodista tiene que estar enmarcado siempre con responsabilidad social y un apego a la verdad, entre otras valoraciones muy importantes. En el momento en que nosotros entendamos que porque vamos a trabajar en un lugar hay que olvidarse de todo esto, pues entonces de nada vale la educación y de nada vale pensar que el periodismo sirve para algo, porque el periodismo responde y funciona en tanto y en cuanto se inserta para impulsar un mejor sistema democrático. El periodismo es parte esencial de lo que es la democracia. En el momento en que nuestro periodismo, lo que nosotros hacemos individualmente, en un medio comercial conlleve desapegarse de la verdad o de momento atender unos objetivos que no conversan con lo que es la elaboración intrínseca del periodismo, estamos perdidos. Yo creo que uno siempre tiene que negociar los intereses del medio en términos del público y entender cuál es la filosofía y la visión editorial del medio en que uno trabaja y a la luz de eso decidir si uno trabaja ahí o no. No obstante, los medios de comunicación comerciales tienen que hacer dos cosas, cumplir con la función periodística pero también ser autosuficientes económicamente. Hay unas cosas que uno no puede permitir, en el momento en que cruzas una raya no hay vuelta atrás y lo hemos visto. Podríamos mencionar muchos ejemplos de esto, incluso ejemplos muy recientes de cómo se violenta la función periodística en aras de vender.
Diálogo: ¿Separaría el contenido periodístico del contenido que responde a intereses comerciales?
Lugo-Ortiz: Sí, creo que hay que distinguir cuál es el contenido que se genera porque responde a un auspiciador comercial, del contenido que no se genera de esa forma y eso tiene que estar claramente delimitado. Entiendo que si es un contenido generado exclusivamente con intereses comerciales no debe venderse como un contenido igual al que se genera con interés periodístico. Me imagino que los medios de comunicación estarán pensando que por eso es que en la Academia somos distintos a ellos. Si leen lo que acabo de decir pensaran, “es que la Academia no está al tanto de lo que está pasando en lo comercial”. Bueno, pues entonces tenemos que tirar la raya. ¿Qué estamos haciendo?, ¿publicidad? Publicidad es una cosa y periodismo es otra. Los valores en los que se fundamenta el periodismo son muy distintos a lo que hacen las relaciones públicas y la publicidad. Cuando tratamos de vender la publicidad o lo que es creado por las relaciones públicas como si fuera una verdad absoluta, sin poder develar que hay unos intereses detrás de esta información, que muchas veces responde a unos intereses particulares de ciertos sectores y no hay un interés ciudadano que es el interés al que debe responder el periodismo, estamos faltándole el respeto a nuestro público y estamos debilitando nuestro sistema democrático.
Diálogo: Si bien los seudoeventos son muy bien configurados por los relacionistas y publicistas, no es menos cierto que se convierten en un vehículo idóneo para generar información. ¿Cómo pueden los periodistas sacarle provecho a este tipo de eventos sin lacerar los valores periodísticos?
Lugo-Ortiz: Los seudoeventos pueden ser un gran instrumento para los periodistas. No hay nada intrínsecamente negativo sobre los seudoeventos, es entender cuándo los relacionistas quieren manipular el seudoevento. El periodista debe entender que eso que está creando el relacionista tiene una intensión ulterior. No es renunciar a la cobertura, es entenderlo y desde ese lugar ver qué de esa realidad te sirve a ti para adelantar la información y que sirva para el público, pero los seudoeventos son parte intrínseca de lo que es el periodismo moderno hoy día, lo vemos todo el tiempo. El periodista tiene que echar mano del seudoevento si funciona en términos informativos y reconocer que es algo creado, acomodarse y resistir desde ese lugar. Es decir, resistir en pleno conocimiento de que este (el seudoevento) se hizo con la intención de favorecer esa gente que está ahí al frente o la compañía, pero qué beneficios me tocan a mí en términos informativos para yo poderle proveer a mi público.
Diálogo: ¿Cómo ve el papel de la mujer dentro del periodismo y las empresas de comunicación hoy día?
Lugo-Ortiz: Eso es una pregunta grande cuando la profesión periodística se ha feminizado bastante. Entras a las salas de redacción y ves una gran presencia de mujeres. No obstante, cuando pensamos en los puestos de poder, todavía vemos una gran diferencia, si vemos la cantidad de directores de medios versus directoras es significativa. ¿Cómo interseca esto con la cuestión de raza, orientación sexual, edad? Vemos que también falta un largo trecho de cómo se piensa el género y como se manifiesta en los medios. Seguimos viendo en los noticiarios, un hombre y una mujer, generalmente blancos en contexto puertorriqueño, mimetiza una pareja heterosexual. El hombre suele ser generalmente mayor, las mujeres siempre nos tenemos que ver más jóvenes, tenemos que tener tez blanca, el pelo lacio y vernos muy femeninas para que no haya duda de la heteronormatividad. El hombre tiene que verse varonil y garantizar que hacen una pareja perfecta, él con la mujer joven que lo acompaña. […] El que haya una apertura a la diversidad de lo que significa el género también puede incidir en el tipo de proyecto que puedes impulsar. La apertura a que ciertas personas con menos normativas o lo que se considera normativo en esta sociedad ocupen estos puestos, abre la puerta también para que se piense de otra forma el contenido de los medios y yo creo que todavía nos falta bastante.
Diálogo: ¿Existe alguna salida a la espectacularizacion de la noticia y la información?
Lugo-Ortiz: Salida, pues yo no sé si estamos buscando salida o no. Creo que el ejercicio que hago en el libro es un poco pensar sobre la práctica periodística. Pensar cuál es la función del periodismo y entender cómo se produce el periodismo y cómo en esa producción se han abusado de unas formas que van en contra de la misma práctica. Lo que hace falta es más reflexión sobre qué es el periodismo en general, el periodismo en este País en particular y entender cómo estos matices pueden quizás adoptarse para ir en función de lo que es el compromiso periodístico. En una sociedad democrática la función primordial que debe tener es informar con lealtad hacia la ciudadanía para que los mismos ciudadanos puedan tomar decisiones informadas sobre sus vidas y las cosas que le rodean. Así que más que nada, mi propósito con el libro es pensar sobre lo que estamos haciendo, pensar sobre cómo nos exponemos a los medios y ver cómo podemos producir un periodismo que responda mejor a una sociedad que necesita un gran cambio como la nuestra, que debe ir en busca de un mejor sistema político, un mejor sistema económico y también un mejor sistema social, que vaya en busca de mayor equidad y mayor respeto social.
Diálogo: ¿Les corresponde algún tipo de responsabilidad a los ciudadanos?
Lugo-Ortiz: Los ciudadanos tienen responsabilidad, pero cuando no tienen los criterios para discernir, la prensa tiene mayor responsabilidad. Cuando tenemos un país en el que la educación no tiene prioridad para el gobierno, incluso cuando la academia y el ser intelectual en este País se ningunea, de alguna forma se piensa que ser intelectual no tiene un espacio y entonces se mira de reojo, pues yo creo que el periodismo tiene que entender cuál es su función y tiene la función de incidir sobre los ciudadanos y ayudarles a entender cuáles son sus opciones. Cuando este es el tipo de periodismo (espectacular y banal) que repiten de forma transversal tantos medios, ¿qué opciones tiene la audiencia? Es responsabilidad de los medios comenzar a hacer cambios para que tengamos un mejor periodismo y que enseñen con ese hacer que hay otras formas de informar y educar y que se puede hacer dinero con un periodismo serio.