
Como un pacto demasiado generoso con los acreedores y perjudicial con los abonados de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), así es descrito por expertos el acuerdo de reestructuración de la deuda entre esta corporación pública y el gobierno.
Según el estudio Refound America Project, realizado por la organización VAMOS4PR, la negociación de la deuda de $9,000 millones de la AEE no debe ser vista como un modelo –así la ha descrito el gobernador Ricardo Rosselló Nevares– sino como advertencia.
De acuerdo con el informe, existen dos problemas distintos con la reestructuración de la millonaria deuda en energía eléctrica: la posibilidad de ser ilegítima y los términos de los acuerdos con los acreedores.
“Cuando Rosselló asumió el poder, tuvo la oportunidad de presionar por un acuerdo de reestructuración de deuda mucho mejor para la AEE. En su lugar, supervisó un ajuste del acuerdo original que no es significativamente mejor para la gente de Puerto Rico y es todavía demasiado generoso con los acreedores”, reza el documento al que Diálogo tuvo acceso.
Por lo tanto, recomendaron que la Junta de Control Fiscal y el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos en San Juan deben rechazar los acuerdos alcanzados. Además, sugirieron la restitución de la Comisión de Auditoría de la Deuda para garantizar la legitimidad de la deuda, cancelando toda aquella porción que sea catalogada como ilegal.
Los adeudos de la AEE a sus acreedores se han vuelta tan dificultosos de pagar que en marzo pasado la Autoridad se vio casi obligada a cortarle el servicio eléctrico al Hospital Santa Rosa en busca que allegar ingresos a sus arcas.
Esta situación, según auguran los autores del estudio, será más común en Puerto Rico, no solo por las instituciones sino también por los abonados.
Y es que entre los acuerdos llegados entre la AEE y los acreedores –y que el estudio los describe como “defectuosos”– se encuentra la garantía de pagaré a los inversionistas a expensas de los abonados de la AEE.
En otras palabras, la Autoridad podrá aumentar automáticamente las tarifas a sus clientes cuando el uso de energía disminuya para así poder pagar su deuda.
“Wall Street presionó a la AEE a un acuerdo injusto de reestructuración de deuda que es demasiado generoso con los acreedores. Cuando quedó claro que la economía de Puerto Rico estaba en crisis y la isla y sus agencias pronto incumplirían con parte de su deuda, los acreedores tales como los fondos buitres o hedge funds, algunos de los cuales compraron la deuda de la PREPA por 50 o 60 centavos por dólar, empujaron a la AEE a un acuerdo de reestructuración que es potencialmente desastroso para los abonados de la AEE y terrible para la economía de Puerto Rico”, señala el documento.
Pero, ¿cómo se llegó a una deuda tan onerosa?
Primero, la organización resalta que la condición colonial de Puerto Rico y su exclusión en la protección de quiebras hace que el país tenga menos poder sobre sus propias finanzas.
“La falta de acceso de Puerto Rico al Capítulo 9 dejó a la Isla varada en lo que la juez de la Corte Suprema, Ruth Bader Ginsburg, famosamente llamó una ‘tierra de nunca jamás’ financiera sin ningún camino claro para reestructurar la deuda”, resalta el estudio.
Asimismo, los bonos de la AEE tienen una triple exención de impuestos –que los inversionistas no pagan gravámenes estatales, locales o federales sobre los bonos– por lo que aumentaba la demanda. Esta exención llamaba el interés pues le garantizaban al inversionista que la AEE no se podía ir a quiebra.
“Esta combinación de factores –que los bonos puertorriqueños se consideraban seguros ante una posible quiebra y produjeron rendimientos libres de impuestos – permitió a la Isla se convertirse en un blanco óptimo para los bancos depredadores, los fondos buitres y otras empresas financieras que buscaban explotar las vulnerabilidades únicas de la isla”, explica el informe.
Además, el estudio alega que los bancos presionaron a la AEE para que siguiera endeudándose para, de esta manera, cobrar las cuotas de emisión de bonos.
En cuanto a las transacciones de bonos entre los años 2007 y 2013, el informe de 20 páginas detalla que “los bancos y los bufetes de abogados cobraron más de $101 millones en comisiones por la emisión de bonos”.
Esto conlleva a que los bancos suscribieron bonos que atrasaron el vencimiento final de la deuda más allá del límite que estipula la Constitución del Estado Libre Asociado de Puerto Rico que delimita un máximo de 30 años.
La organización también develó que los bancos como JPMorgan Chase y UBS han cobrado unos $65 millones en penalidades por “rescisión de las permutas financieras (swaps) de las tasas de interés conectadas a los bonos de la AEE”. Además, estos bancos, presuntamente, establecieron acuerdos por los cuales cobraron varias veces.
Debido a que la AEE no tenía ingresos suficientes, pagaba sus cuentas utilizando sus líneas de créditos quedando atrapada en un ciclo de deuda. Algunos bancos continuaron suscribiendo nueva deuda para refinanciar deuda vieja porque “sabían que mientras siguieran presionando a la AEE a emitir más bonos, podrían seguir cobrando intereses por las líneas de crédito”, revela el estudio.
Entre otros bancos que también suscribieron bonos que se utilizaron para pagar sus propias líneas de crédito se encuentran: Banco Bilbao Vizcaya Argentaria, Banco Popular, Banco Santander y FirstBank Puerto Rico.
PREPA informe final by Diálogo on Scribd