Unas tres horas de deliberación bastaron para que el jurado que evaluaba las acusaciones de corrupción contra el ex gobernador de Puerto Rico, Aníbal Acevedo Vilá, y su ex ayudante, Luisa Inclán, determinara que los acusados no eran culpables de ninguno de los cargos que les imputaba el gobierno de Estados Unidos. Tan pronto se supo el veredicto, los seguidores de Acevedo Vilá celebraron en las afueras del edificio federal en Hato Rey. La determinación de no culpabilidad fue el capítulo final de una pesquisa que inició hace cuatro años en la que se le imputaba al ex presidente del Partido Popular Democrático (PPD)conspirar para violar las leyes relacionadas con recaudaciones políticas durante sus campañas para Comisionado Residente en Washington y a la gobernación de Puerto Rico. El jurado inició la deliberación cerca de las dos de la tarde y poco después de las cinco anunció que había llegado a un veredicto. Las partes fueron llamadas para regresar al tribunal y cerca de las 6:30 pm se leyó la determinación de las ocho mujeres y cuatro hombres miembros del jurado. ¨Los miembros del jurado demostraron a este pueblo puertorriqueno que éste es un pueblo con conciencia, que éste es un pueblo con dignidad¨, dijo Acevedo Vilá a su salida del tribunal. El ex Gobernador agradeció a Dios, a su familia, al jurado y a su equipo de abogados, al tiempo que dijo que quienes ¨se prestaron para esta patraña y quienes publicaron rumores, allá ellos con su conciencia¨. ¨La verdad se defiende contra quien sea¨, dijo en su alocución a los medios de comunicación. También hizo un llamado al PPD a ¨no tener miedo¨. El ex Gobernador pareció cerrar las puertas a un regreso a la vida política, al menos de manera inmediata. Por su parte, Inclán Bird reveló que fue objeto de presiones para declararse culpable y testificar en el caso de la fiscalía federal contra Acevedo Vilá. ¨Cuando comenzó este largo proceso fueron muchos los que me pidieron, por temor y por amor, que cediera a las presiones del gobierno federal y me delcarara culpable de lo que fuera. Que pensara que mentir era mejor a que mis tres hijos estuvieran solos por un tiempo¨, relató la abogada. La ex ayudante de Acevedo Vilá aprovechó el momento para describir al ex Gobernador como un servidor público íntegro, que siempre actuó por el bien de Puerto Rico, y que convencida de sus principios aceptó trabajar junto a él. Inclán Bird agradeció a su familia, a sus amigas de oración, al pueblo de Puerto Rico y a su abogado Michael Pasano. La algarabía en la calle Chardón era comparable a una concentración política. Los gritos por el PPD se confundían con las alabanzas religiosas. La jefa de la fiscalía federal, Rosa Emilia Rodríguez dijo a la prensa que ¨lo que nosotros hicimos fue lo que nadie se atrevería a hacer¨en referencia a someter acusaciones contra un Gobernador en medio de su término. ¨Sentarme en la oficina de Humbert García (pasado jefe de la fiscalía federal) y engavetar este caso hubiera sido un bochorno. Hice lo que tenía que hacer¨, dijo Rodríguez. La fiscal María Domínguez no hizo declaraciones a la prensa. Uno de los abogados de la defensa, Harry Anduze arremetió contra las autoridades federales y dijo que en su carrera nunca había visto ¨que se ensañaran de la forma que el gobierno federal se ha ensañado en este caso¨. Hizo referencia a oficiales como ¨alza colas federales¨ para agregar que ¨allí se quedaron con sus caras tristes, allí se quedaron con su maldad que les acompañará siempre¨. Momentos antes de la lectura del veredicto, que se dio a las 6:45 de la tarde, el juez Paul Barbadoro manifestó a los asistentes a la sala: “es obvio que esto es un momento bien emocionante para todos. Si usted entiende que no puede controlar sus emociones, el momento de irse es éste”. En la sala se encontraban: el ex jefe de fiscalía federal Guillermo Gil; el jefe del Negociado Federal de Investigaciones, Luis Fraticelli; y la jefa de la fiscalía federal, Rosa Emilia Rodríguez. También estaban los líderes populares Jaime Perelló, Ángel Matos, Luis Vega Ramos, y Aníbal José Torres. La fiscal Domínguez, por su parte, entró a la sala con rostro sombrío. Durante la mañana el jurado recibió instrucciones detalladas de parte del Barbadoro. El juez Barbadoro dijo a los jurados que para que los acusados sean culpables se tienen que probar los cargos mas allá de toda duda razonable. Destacó que la evidencia presentada sobre actividades, cenas y demás eventos fueron para evaluar el conocimiento de Acevedo Vilá sobre los cargos que se le imputaban. El jurado debía tomar en consideración lo que implica realmente ser inocente y lo que es ser culpable. Acevedo Vilá enfrentó nueve cargos por conspiración para violar las leyes relacionadas con recaudaciones de donativos políticos. En el cargo número uno de conspiración, el juez Barbadoro destacó que el momento en que se habló de colaboradores, de la familia, y Filadelfia son instancias completamente distintas. Instruyó al jurado a que tenían que evaluar que en ese cargo el ex Mandatario debió ser un participante activo. Mientras el jurado estaba muy atento a las directrices, Barbadoro aseguró que respecto a los informes falsos que radicó el ex director de finanzas de las campañas de Acevedo Vilá, Ramón Velasco, a la Comisión Federal de Elecciones (FEC) se tenía que evaluar si la acción de Velasco fue a sabiendas y voluntad del ex Gobernador. Con relación a los cargos relacionados con fraude al Servicio de Rentas Internas, el juez Barbadoro instruyó más temprano que tenía que haber un acuerdo entre los dos acusados para defraudar, no basta con que haya un mero error en la planilla, ni se trata de que fuese una consecuencia predecible, y que el no reportar un ingreso no es un delito, sino esconderlo.