Como en Puerto Rico se puede disfrutar de playas con aguas cristalinas y temperaturas exquisitas durante todo el año, muchas familias, compañías y atractivos turísticos han optado por construir en la costa; para aprovechar la belleza y tranquilidad que esta ofrece. Sin embargo, anualmente se ha ido observando como la naturaleza reclama su espacio.
Según Aurelio Mercado, profesor de oceanografíafísica de la Universidad de Puerto Rico (UPR), Recinto de Mayagüez, anualmente se experimenta un aumento en el nivel del mar de aproximadamente 1.84 milímetros. Aunque esta cifra parezca insignificante, la realidad es que, a largo plazo, representa una amenaza para todas las construcciones que se encuentran a la orilla del mar.
“En playas urbanas, como las playas del Condado e Isla Verde, ya una vez el mar siga penetrando tierra adentro según pasen los años, llegará un momento en que la ola empiece a chocar diaria y constantemente contra esas paredes (de los edificios). Una cosa que va a querer hacer el dueño del condominio es tirarle piedras para protegerlo o construir un rompeolas mar afuera, que son muy costosos, y a la larga la playa se pierde”, explicó Mercado.
Ante esta realidad, Mercado recomendó adoptar el concepto de la línea de separación de construcciones costeras que consiste en dejar un espacio razonable de arena para que la playa pueda reajustarse, una vez vaya aumentando su nivel. De esa manera se asegura la permanencia de las playas y de los edificios con el paso de los años.
“Cuando tú metes un objeto inmovible, como es un condominio, una casa o una carretera por el medio, la playa sigue erosionándose y cuando se encuentra con ese objeto, que no se mueve, pues hasta ahí llego la playa. Lo que se está diciendo es que se determine de una manera científica, basada en el historial de erosión que está ocurriendo en el lugar, cuántos metros de playa se están perdiendo a largo plazo y esto te permite estimar hasta dónde o dónde estaría la playa de aquí a tantos años”, indicó el profesor.
De acuerdo con Mercado, en Puerto Rico se estableció que en las costas se tiene que dejar un espacio de 50 metros donde no se puede construir ni obstaculizar la vista al mar. Esta cifra al profesor le parece ilógica ya que para determinar el espacio razonable entre el mar y una construcción, se debe considerar cuánto está aumentando el nivel del mar anualmente.
“Hay lugares en los que ya no queda más remedio que construir rompeolas y cosas así. Ya no queda más remedio, se metió la pata hace años y ahora hay que aguantar y gastar el dinero, pero los lugares que quedan, que no son muchos, no le metas una estructura. Si se sabe que las playas están cediendo, ¿por qué meter millones de dólares en una construcción?”, señaló.
Resolución del Senado 994
La preocupación sobre el problema de erosión en las playas de Puerto Rico llegó al Senado mediante la resolución 994, presentada por el senador Ángel Rodríguez Otero.
En la resolución se le ordenó a la Comisión de Turismo, Cultura, Recreación, Deportes y Globalización realizar un estudio sobre la erosión en las playas del País para determinar su estado actual y las medidas que hay que tomar para restaurarlas.
Una vez realizado el estudio, se debe presentar un informe sobre la evaluación completa de las causas de la erosión en las playas de la Isla, la disposición de fondos federales para restaurarlas y qué alternativas de restauración son las más adecuadas.
“Buscamos tratar de ver cómo nosotros protegemos las playas y las costas porque, en primer lugar, es un área público y un espacio de recreación, pero también dentro de la campaña de promociónde Puerto Rico al exterior, ¿qué nosotros hemos vendido? Sol y playa. Si nosotros perdemos ese valioso recurso, ¿qué le vamos a ofrecer a los turistas que vienen?”, sostuvo Rodríguez Otero.
Asimismo, mencionó que la erosión de las costas también representa un grave problema económico ya que afecta directamente un sinnúmero de edificaciones que se encuentran cerca del mar.
“Está afectando y va a afectar todas las construcciones que estén cerca del mar. Esto pone en peligro billones de dólares en términos de las construcciones porque va a llegar un momento donde simplemente (la erosión) no se va a poder controlar”, añadió.
Conocer cómo se comportan las playas para poder recuperarlas
Rodríguez Otero espera contar con los hallazgos y recomendaciones del estudio que solicitaron mediante la resolución 994 para así poder comenzar a trabajar en los planes de recuperación de costas.Aseguró que estarán empleando varias técnicas de recuperación, dependiendo de las necesidades de cada playa.
Pero, el senador también dijo que otra manera de conservar las costas es evitar la construcción en la zona marítima terrestre(espacio de las costas que baña el mar y los márgenes de los ríos hasta el sitio en que sean navegables, según el DRNA).
Por otro lado, Maritza Barreto, profesora y geóloga marina de la Universidad de Puerto Rico, entiende que es importante que la comunidad, el Gobierno y la Academia conozcan sobre los cambios que están ocurriendo en las playas del País para así tomar mejores decisiones al momento de elegir el modelo de restauración de costas y al momento de construir.
“Es importante conocer los cambios de las costas porque somos una isla. Las islas del Caribe presentan un reto interesante desde la perspectiva geomórfica porque, aunque son pequeñas, tienen una diversidad de playas increíbles. En nuestros monitores mensuales vemos que cada mes las playas son diferentes y si son diferentes es importante conocer si su tendencia es crecer o perder arena y ver qué lo causa porque no podemos estar tomando decisiones incorrectas”, dijo la profesora quien lleva más de 18 años trabajando con las playas.
Sobre la resolución 994 del Senado Barreto comentó que le parece una excelente iniciativa, pero de igual manera señaló que algunas de las playas donde están celebrando las vistas oculares no son prioridad.
“Estoy de acuerdo con el proyecto, pero en algunas ocasiones las vistas no se están dando en los lugares adecuados. En la playa La pared en Luquillo sí hay unos problemas que hay que trabajar, es un área donde hay corrientes de resacas muy peligrosas y hay unas zonas de erosión, pero el problema de la playa Fortuna (Luquillo) es mucho más grave. En el 2010 estuve trabajando la playa Fortuna y en cinco meses perdió horizontalmente más de 20 metros de arena”, mencionó la profesora.
A través de sus años de estudio, Barreto ha observado que el deshielo, las marejadas de frente de fríos y los movimientos tectónicos ocasionan el aumento en el nivel del mar. La profesora espera, a través de la Red de Playas de Puerto Rico y el Caribe, continuar estudiando las playas para ofrecer datos oficiales sobre qué las afecta y cómo pueden solucionarlo.
Algunas playas de interés turístico afectadas por la erosión
El Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) de Puerto Rico desarrolló, a petición del Senado de Puerto Rico, la lista preliminar de las playas que mayor sufren los problemas de erosión. Entre las identificadas se encuentran:
- Parcelas Suárez de Loíza
- Balneario de Isla Verde en Carolina
- Punta Las Marías en San Juan
- Playa el Ultimo Trolley en San Juan
- Playa Hostería del Mar en San Juan
- Cementerio de Isla Verde
- Playas del Condado en San Juan
- Ensenada Boca Vieja en Toa Baja
- Balneario de Dorado
- Cerro Gordo en Vega Alta
- Puerto Nuevo en Vega Baja
- Playa Fortuna en Luquillo
- Punta
- Punta la Bandera en Luquillo
- Balneario de Arroyo
- Playa Puerto y Bajo de Patillas
- Sector Arsenal en Salinas
- Sector Las Ochenta en Salinas
- Balneario el Tuque en Ponce
- Playa Córcega en Rincón
- Balneario de Rincón
- Barrero en Rincón
- Punta Higuera en Rincón
- Parcelas Stella en Rincón
- Tres Palmas en Rincón
- La Cambija en Rincón
- Villa Cofresí en Rincón
- Parque Colón en Aguadilla
- Balneario Punta Maracayo en Hatillo
- Morrillos a Las Tunas en Arecibo
- El Combate en Cabo Rojo
- Playa Zoní en Culebra
- Punta Arenas en Vieques