Pro Bono de Derechos Sexuales de la Escuela de Derecho, de la Universidad de Puerto Rico, se sumó al reciente debate sobre la adopción por parejas del mismo sexo tras celebrar el conversatorio Familia Diversa V. Tribunal Supremo de Puerto Rico: un análisis de Ex Parte AAR, el pasado lunes, 11 de marzo.
Los conferenciantes invitados fueron Efrén Rivera Ramos, abogado constitucionalista, Glenda Labadie Jackson, abogada especialista en familia, y Carmen Vélez Vega, madre biológica de la niña cuya adopción el Tribunal Supremo de Puerto Rico denegó a su otra madre.
En febrero, el Supremo le prohibió a AAR la solicitud de adopción sin que se afectara el vínculo legal de la niña con su madre biológica, argumentando, entre otras cosas, que es la Legislatura quien ha de resolver la controversia cambiando la ley.
Vélez comenzó relatando su historia familiar para brindar un acercamiento humano al debate, que ha permitido reconsiderar la correspondencia entre las leyes existentes y la realidad puertorriqueña. Siempre supo que quería ser madre, por lo que ella y su pareja de 25 años decidieron compartir la experiencia. Pensaron en recurrir a la adopción, pero optaron por la inseminación artificial. Vélez y AAR encontraron un donante en la Web, el material fue enviado desde Oregon y al tercer intento quedó embarazada.
“Una de las razones que da uno de los jueces es que nosotros no tenemos una historia creíble para darle a nuestra niña”, señaló Vélez. Actualmente, la niña tiene 12 años de edad y su madre biológica enfatizó que ha sido criada en comunidad, con el apoyo de su familia y sus amistades.
Rivera abordó los aspectos constitucionales del caso centrándose en la igualdad ante la ley. El Supremo aseguró no haber discriminado por sexo en su decisión, porque de la misma manera tratarían a una pareja de mujeres y de hombres. Sin embargo, dicha interpretación podría estar sujeta a escrutinio estricto (o de constitucionalidad) por el Tribunal Supremo de los Estados Unidos.
La prohibición constitucional consiste en no utilizar el sexo como criterio para aplicar la ley. El Supremo puertorriqueño basó su decisión en el sexo de la pareja, según Rivera, y legislar mediante categorías, estereotipos e intereses activaría la examinación del Supremo estadounidense.
Por último, para Labadie el Supremo tendrá siempre como asignatura pendiente determinar qué grupos sociales ameritan protección civil. A la abogada le llamó la atención la insistencia fervorosa de proteger a una figura paterna que no existe en la historia de Vélez y su familia.
Asimismo, recientemente el Supremo ha dejado de referirse al concepto del bienestar para utilizar el del interés óptimo del menor, lo que presenta la disyuntiva de oscilar entre la abstracción y la prueba concreta para resolver este caso. Además del tema del derecho, es importante el activismo ciudadano, concluyó Labadie, quien invitó a que “esta reflexión trascienda el foro”.