
Un estudio de viabilidad que realizaron los ingenieros James Salasovich y Gail Mosey del Laboratorio Nacional de Energía Renovable (NREL) de los Estados Unidos, determinó que es económicamente viable instalar paneles solares en los vertederos cerrados o a punto de cerrar en Puerto Rico como soporte energetico a la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE).
En la Isla, la electricidad es producida mayormente a través de la quema de combustibles fósiles, como el petróleo. Mientras en otros países son el carbón y el gas natural los combustibles fósiles más utilizados.
No obstante, otras investigaciones demuestran que quemar combustibles fósiles puede implicar problemas económicos, ambientales y de salud en el mundo. Por ejemplo, para algunos sectores depender de petróleo, que en el caso de Puerto Rico regularmente llega de países del Medio Oriente, es un riesgo a la seguridad nacional. Además, la quema de combustibles fósiles contribuye al calentamiento global y al aumento en el nivel del mar al emitir gases de invernadero como el bióxido de carbono.
Asimismo, las fluctuaciones en el precio del petróleo y el gas natural son otro problema a considerar, especialmente a largo plazo cuando se espera que estos combustibles fósiles escaseen. Y sobre todo, los derrames de petróleo, ya sea en el mar o en la tierra, crean contaminación difícil de limpiar y de impacto negativo al medioambiente.
Ante este panorama y en el reto de continuar la transición de combustibles fósiles a energías renovables, Puerto Rico está en una posición privilegiada ya que la Isla posee recursos solares y de viento en abundancia. Aunque la meta de usar el cien por ciento de energías renovables no es realista al a par con tecnología actual, sí se puede complementar las plantas eléctricas actuales con turbinas de viento y paneles solares. El resultado de diversificar las fuentes de energía en Puerto Rico ayudaría a quemar menos combustibles fósiles y por ende se produciría menos contaminación ambiental.
La tecnología de paneles solares ha avanzado bastante en la última década, bajando su costo y haciéndolos más eficientes al capturar luz solar y transformarla en energía eléctrica. No obstante, para poder implementar el uso de paneles solares, se necesita gran cantidad de cuerdas de terreno plano y sin obstrucciones que creen sombra para capturar al máximo la luz del Sol.
Pero resulta que Puerto Rico tiene exactamente lo que se necesita: cientos de cuerdas de terreno plano que no pueden usarse para agricultura, construcción de residencias o industrias. ¿Dónde están esas tierras? Son los vertederos que han alcanzado su capacidad máxima y ya están cerrados o en proceso de ser clausurados. De manera que, instalar paneles solares y vender electricidad a la AEE resultaría en sólidos ingresos municipales de un terreno que normalmente tendría un uso limitado.
Para ir de la teoría a la práctica hay que ver si los números cuadran, ver si el proyecto es económicamente viable y si en verdad puede producirse una cantidad de electricidad suficiente para que la inversión valga la pena. Precisamente, el estudio de Salasovich y Mosey, publicado en la revista "ASHRAE Transactions" (volumen 117), reporta que existen vertederos donde sí se podrían instalar sistemas de paneles solares de una manera costo efectiva en Puerto Rico.
Los ingenieros usaron criterios como el área disponible, inclinación, cantidad de energía solar que incide en el área y la distancia a carreteras y líneas de transmisión eléctrica para determinar, de entre los 30 vertederos de la Isla, cuáles son los más apropiados para colocar paneles solares. Entre los resultados, descubrieron 17 vertederos con las características que buscaban.
Salasovich y Mosey visitaron doce vertederos para llevar a cabo un análisis más detallado en los pueblos de Aguadilla, Añasco, Cataño, Guayama, Isabela, Mayagüez, Moca, San Juan, Santa Isabel, Toa Alta y Toa Baja.
Los expertos estimaron los costos, ganancias y la producción eléctrica usando tres tecnologías solares diferentes. Una de las tecnologías usa paneles cristalinos de silicón fijos, la segunda usa los mismos paneles cristalinos de silicón pero en una plataforma que se mueve siguiendo al Sol, según aparenta moverse en el cielo. La tercera tecnología es de paneles de capa fina que usan compuestos de cobre, indio, galio y selenio. Sin embargo, los ingenieros reconocen que estas tecnologías tiene ventajas y desventajas en términos de eficiencia, costo y mantenimiento.
Entre los hallazgos también se descubrió que la tecnología de paneles de capa fina es la que podría producir la mayor
cantidad de electricidad al menor costo, sobre todo a largo plazo. Mientras que, la tecnología de paneles cristalinos de silicón crea más electricidad por metro cuadrado de área, pero cuesta más del doble.
En efecto, incluyendo incentivos para energías renovables a nivel federal y estatal, se estima que la inversión inicial podría recuperarse en un mínimo de 11 años.
Actualmente varias regiones de los Estados Unidos como California, Georgia, Hawaii, Massachusetts, New Jersey y Texas cuentan con vertederos con paneles solares. Por lo que, instalar paneles solares en los vertederos de la Isla es económica y científicamente viable y bueno para el ambiente, según los datos del estudio de Salasovich y Mosey.
Fuente www.cienciapr.org.