Tras la prohibición de las concentraciones y acampadas del 15M durante el día previo a las elecciones autonómicas y municipales en España por parte de la Junta Electoral recorremos algunas ciudades españolas para saber cómo transcurrieron las protestas.
Valencia, por Gloria Martínez y Leila Nachawati Performance en Valencia el sábado 21 en la ya bautizada Plaza del 15M
Yes, we camp. Jam session at Acampada Valencia, Spain from Leila Nachawati on Vimeo.
Concentración en Valencia (G. M.)
Entre 8 mil y 10 mil personas se han concentrado hoy en la Plaza del Ayuntamiento de Valencia, plaza que se ha rebautizado como la Plaza del 15M. La decena de ciudadanos que se daban cita aquí a principio de semana se ha transformado en miles de personas, gente de todas las edades que de forma pacífica pero enérgica quieren que su voz y presencia contribuya a mejorar el sistema democrático. Entre las propuestas que se han leído en la Asamblea, dos han sido las más aplaudidas: “eliminación de la inmunidad asociada al cargo y el control estricto del absentismo de los cargos electos en sus respectivos puestos”.
Desde el respeto a la jornada de reflexión, mañana se sucederán los actos en Valencia. A las 12 y a las 16 horas volverán a protagonizar acciones en el centro de la ciudad y a las 20 de la tarde, de nuevo, desde la Plaza del 15M se volverá a reivindicar la regeneración del sistema político y económico, el deseo de reciclar la economía.
Concentración 15M en Barcelona, por Samuel Rodríguez y Arianna Giménez
El economista Arcadi Oliveres dando un discurso ante más de 5.000 personas (Samuel Rodríguez)
Es viernes 20 de Mayo, una nueva jornada empieza en Plaza Cataluña de Barcelona. A medida que los que han decidido pasar la noche se van despertando toca seguir las tareas establecidas desde que todo esto empezó: recoger sacos y mantas, barrer y fregar la plaza y preparar la asamblea de las diez.
Se respira aparente normalidad, pero no deja de ser más que eso: apariencia. El jueves la Junta Electoral Central (JEC) decidió prohibir las concetraciones ciudadanas en pro de la jornada de reflexión previa a las elecciones municipales que tendrán lugar mañana. El motivo planetado: puede afectar a la campaña y a la libertad del derecho de los ciudadanos al ejercicio del voto ya que exceden el derecho de manifestación garantizado constitucionalmente. La respuesta de los manifestantes la encontramos en uno de los carteles de la plaza: “El pueblo declara ilegal la Junta Electoral”.
Barcelona (S. R.)
Durante la jornada, multitud de actividades ocuparon el tiempo de asistentes y organizadores: desde teatro y circo para los más pequeños a charlas informativas sobre los efectos en la educación y sanidad pública de los recortes presupuestarios. Entre las propuestas más originales, un peculiar taller de autodefensa y resistencia pasiva en caso de intervención policial y desalojo. Para culminar una jornada emotiva, pacífica y más que multitudinaria, una conferencia del profesor e inspirador de los movimientos sociales en Catalunya, Arcadi Oliveres, ante una audiencia de más de 5,000 personas.
Entrenamiento público de cómo actuar en caso de que la policía intentara desalojarlos, lo que no ocurrió finalmente (S. R.)
Tras la decisión del JEC de prohibir la acampada, la asistencia a la Plaza Cataluña ha sido mucho mayor. El ruido de miles de cacerolas y sartenes acayaron la decisión de la institución electoral y pusieron de nuevo entre la espada y la pared a los representantes de todas las formaciones políticas que parecen no despertar a pesar de tanto ruido de puchero.
Personas con caretas de Anonymous (S. R.)
A las 00:00 de la noche se añadió el adjetivo de ilegal a la concentración lo cual fue respondido con un grito de silencio (taparse los labios a modo de mordaza) por los miles de ciudadanos que decidieron mantenerse en el frente. Más de 12,000 personas secundaban en ese momento la Asamblea. Bien entrada la noche la mayoría seguían allí. No fue hasta las 03:00 de la madrugada que finalizó la Asamblea para que los que quisieran pudieran dormir. Fué entonces cuando la plaza empezó a vaciarse lentamente. De nuevo, tocaba pasar escoba y fregona, sacar los sacos y las mantas. Nadie tiene intención de moverse de aquí.
Mediodía en la plaza de la Encarnación, la actividad no cesa. Varios grupos se reúnen para proponer, hablar, debatir. Muchos descansan y otros limpian y reorganizan el campamento. Es la forma que han tomado las protestas en esta jornada de reflexión. De ello, se advierte en grandes pancartas: “No molestar. Estamos reflexionando”. Los horarios se mantienen: asamblea a las 18 h, concentración a las 20 h.
Anoche el grito “No nos vamos” retumbaba en la plaza de la Encarnación pasada la medianoche. Un mensaje que brotaba de unas 5,000 gargantas que advertían de que no podrían obligarlos a abandonar la acampada. Minutos antes, habían decidido en asamblea que no se moverían aunque sí se acordaron algunas modificaciones para evitar controversias, por ejemplo, eliminar cualquier mensaje que hiciera referencia a partidos políticos o que aludiese al voto.
Pasadas las horas y ya en plena madrugada, seguía la concurrencia ante el temor de que la policía interviniera cuando el número de indignados e indignadas menguara. Entre ellos, algunas caras conocidas como la de Willy Toledo que han formado parte de esos ciudadanos solidarios que han sumado fuerza junto a los acampados. En un momento, algunos de ellos se acercaron a la policía, que vigilaba con distancia, para ofrecerles agua y algo de comida. Así, sin alteraciones, llegaban la mañana y los curiosos; y las familias que se acercaban a llevar alimentos.
Cacerolada (S. R.)
Acampada 15M en Sevilla, por Rocío Muñoz
Acampada en Sevilla (Organización)
Mediodía en la plaza de la Encarnación, la actividad no cesa. Varios grupos se reúnen para proponer, hablar, debatir. Muchos descansan y otros limpian y reorganizan el campamento. Es la forma que han tomado las protestas en esta jornada de reflexión. De ello, se advierte en grandes pancartas: “No molestar. Estamos reflexionando”. Los horarios se mantienen: asamblea a las 18 h, concentración a las 20 h.
Anoche el grito “No nos vamos” retumbaba en la plaza de la Encarnación pasada la medianoche. Un mensaje que brotaba de unas 5.000 gargantas que advertían de que no podrían obligarlos a abandonar la acampada. Minutos antes, habían decidido en asamblea que no se moverían aunque sí se acordaron algunas modificaciones para evitar controversias, por ejemplo, eliminar cualquier mensaje que hiciera referencia a partidos políticos o que aludiese al voto. Pasadas las horas y ya en plena madrugada, seguía la concurrencia ante el temor de que la policía interviniera cuando el número de indignados e indignadas menguara. Entre ellos, algunas caras conocidas como la de Willy Toledo que han formado parte de esos ciudadanos solidarios que han sumado fuerza junto a los acampados. En un momento, algunos de ellos se acercaron a la policía, que vigilaba con distancia, para ofrecerles agua y algo de comida. Así, sin alteraciones, llegaban la mañana y los curiosos; y las familias que se acercaban a llevar alimentos.
Acampada 15M en Málaga, por Pedro J. Ortega
15 mil personas tomaron la calle en una marcha que recorrió las vías principales del centro histórico. La policía, lejos de actuar, no ha hecho acto de presencia en la plaza, como en días anteriores venía haciendo.
Concentración en Málaga 15M (Carmen Lozana)
Los minutos previos a la media noche se han hecho intensos. El equipo de expertos de resistencia pacífica comenzaba un curso para los más de mil asistentes a la plaza de la Constitución en el que se detallaba, mediante un simulacro, la forma de actuar propuesta en caso de desalojo. A continuación, se informaba a los acampados acerca del equipo de abogados voluntarios que se habían ofrecido para cubrir posibles detenciones y se facilitaba los números de teléfono.
No ha sido necesario. Tal y como las voces más optimistas afirmaban, la policía no ha hecho acto de presencia si bien, los días atrás han cubierto cada una de las esquinas de la plaza. Algunos de los asistentes esperaban con claveles rojos la posible intervención de los efectivos, “nuestra mejor arma es ofrecer una flor a la policía si viene a molestarnos. Somos pacifistas, no pretendemos molestar ni crear ningún desorden público” nos cuenta Marta Ansino, una estudiante de interpretación que ha acudido a la acampada esta noche.
Los coordinadores de la acampada recordaban: “por motivos obvios hemos decidido en asamblea que en la plaza no se consuma alcohol, no pretendemos saltarnos la ley que prohíbe beber en la calle y no vamos a dar excusas a la policía para levantar la acampada”. La multitud de jóvenes asistentes aplaudieron la premisa al grito de “esto es una revolución, no es un botellón”.
Horas antes, a las siete de la tarde, arrancaba la marcha convocada por la asamblea desde la plaza neurálgica de la acampada. La organización cifra la participación en 15 mil personas y la policía local en 7 mil. La marcha, que recorrió las principales calles del centro histórico de la ciudad, tuvo su punto álgido frente a la Casa Consistorial, donde los indignados, de forma cívica, pacífica y festiva, reivindicaron sus propuestas. La marcha culminó en la misma plaza de la Constitución, donde a continuación comenzó la asamblea de organización de la acampada para la jornada de reflexión, en un encuentro multitudinario a la vez que único que sobre todo destacó el carácter indefinido de la acampada, tal y como destacó uno de sus portavoces “no nos movemos. Esto no acaba el domingo con las elecciones, seguiremos aquí hasta que se nos escuche. La plaza es nuestra”.
Para hoy, jornada de reflexión, vuelven a convocarse a las comisiones de trabajo y a los grupos de trabajo por barrios de Málaga, a las 17h; y a las 19h. la asamblea está convocada para seguir avanzando en la definición de propuestas y reivindicaciones.
Acampada 15M en Bilbao, por Carlos Sardiña
El martes, la plaza de Arriaga se convirtió en un foro público al que han ido acudiendo cada vez más bilbaínos a protestar, a acampar y, sobre todo, a hablar e, incluso, escucharse; es decir, a encontrarse. Si el primer día los asistentes se contaban por decenas, la tarde de ayer la plaza se quedó pequeña para albergar a los más de dos mil ciudadanos de la más diversa condición que la llenaron, una heterogénea multitud que compartía al menos dos cosas: la indignación ante una situación que consideran intolerable y el deseo de expresarla públicamente.
Acampada en Bilbao (C.S.)
A lo largo de la semana, se han celebrado dos asambleas diarias, en las que decenas de ciudadanos, personas que, en su gran mayoría, probablemente nunca habían hablado en público, han tomado el micrófono para expresar su hartazgo y exponer sus reivindicaciones y propuestas para cambiar la vida pública de Bilbao, el País Vasco, España y, muy a menudo, el mundo entero.
Uno proponía cambiar la ley para conceder el voto a los inmigrantes y, hasta que no fuera posible, que los españoles les cedieran el suyo; otro, invertir en banca ética y recuperar el espíritu asambleario en Euskadi, otro pedía una revolución ética. Casi todos arremetían contra el bipartidismo, la corrupción de los políticos, la precariedad laboral. El jueves, un afiliado del PSOE trató de convencer a los presentes de que el PP y el PSOE no son lo mismo. De las intervenciones que escuchamos fue la única recibida con abucheos.
La prohibición de las manifestaciones por parte de la Junta Electoral, a la postre más teórica que efectiva, no ha hecho más que avivar el movimiento. Ayer una de las personas que tomó la palabra proclamó entre vítores del público: “cuando las prohibiciones son injustas, desobedecer no es un derecho: es un deber”. En cualquier caso, al final de la asamblea se pidió que durante jornada de reflexión se evitaran las consignas y los carteles de contenido político y, para hoy, se han programado talleres “apolíticos” sobre temas tan variados como el macramé o la fotografía.
Las autoridades han decidido permitir la acampada y en torno a las doce llegó la policía para informar a los presentes de que podían quedarse siempre que no exhibieran símbolos políticos y no bebiera, lo que la mayoría de “indignados” ha respetado escrupulosamente. Lo que han hecho la gente a lo largo de la noche, antes de echarse a dormir, ha sido, sobre todo, conversar en pequeños grupos y a menudo con completos desconocidos, sobre todo sobre política.
Como en otras ciudades de España, se han creado varias comisiones para organizar la acampada: el de logística, el de comunicación con los medios o el de comunicación callejera, que se ocupa de de hacer y repartir fotocopias o el de talleres. En esta organización totalmente espontánea, las funciones que desempeña cada cual pueden cambiar de un día a otro y en ocasiones colaboran en un mismo comité personas que ni siquiera recuerdan el nombre de sus compañeros.
Tras cinco días de acampada, hay un sentimiento general de que nos hallamos ante un movimiento y una forma organizativa completamente nuevos y los primeros en sorprenderse de ello son sus propios protagonistas. La gran pregunta que todos se hacen es cuánto durará el movimiento, cómo evolucionará y cuáles serán sus resultados, pero todo el mundo parece coincidir en que este nuevo movimiento ha de continuar tras el 22 de mayo.
Acampada en Zaragoza, por Marimar Cabrera
Acampada en Zaragoza (Coral Machín)
La Plaza del Pilar de Zaragoza ha sido testigo del grito mudo de miles de personas esta noche. Los indignados de la capital aragonesa sellaban sus bocas con lemas en los que podía leerse “por una democracia justa”, “no vais a poder con nosotros” o “volverán nuestros derechos”. De esta forma, la Acampada Zaragoza guardaba su particular minuto de silencio. Como si se declararan testigos de un suceso. Pero las lágrimas, en este caso, eran de entusiasmo.
Han multiplicado sus esfuerzos y sus apoyos, con más intensidad durante estos dos últimos días. El 15-M pasó en Zaragoza de 100 personas durante la noche del lunes a más de 4,500, según datos de la organización a última hora de la noche del viernes. Las tiendas de campaña superan la centena y los sacos de dormir se amontonan debajo de varios toldos, en los que durante el día tiene lugar la actividad informativa. Desde allí se organiza una red de comisiones: limpieza, comunicación, alimentación y jurídica. Esta última ha trabajado, en las últimas horas, en informar sobre los derechos de los acampados tras la decisión que tomaba anoche la Junta Electoral Central.
Acampada 15M en Zaragoza. (C.M.)
Ante la determinación de prohibir las manifestaciones del 15-M durante la jornada de reflexión de este sábado, ellos han respondido con una cacerolada, que también se repite en Huesca y Teruel. “Estamos siendo respetuosos con los mensajes enviados; no tenemos una actitud partidista y desde el principio nos hemos declarado pacíficos”, afirma Andrea Gimeno, de comunicación. Aseguran sentirse aliviados tras conocer, durante la mañana del viernes, la decisión del Delegado del Gobierno en Aragón, Javier Fernández, que no cree que “la vía de actuación pasara por el desalojo”. Aún así, afirman que no están nerviosos y repiten: “Somos los indignados. No nos representan”.
Las asambleas informativas de las comisiones, los talleres de expresión y resistencia pacífica y las aulas abiertas de comunicación, en colaboración con profesores de la Universidad de Zaragoza, han pasado de celebrarse puntualmente a organizarse en un programa a lo largo de este último día. “Estamos desbordados. Todo el mundo quiere colaborar”, cuenta Andrea. A las 10 de la mañana está prevista la charla “Somos Multitud” con Juan Manuel Aragüés, profesor de filosofía de UNIZAR. Y a las 12, un debate abierto sobre la sociedad de hoy día con los profesores de poesía y literatura, José Luis Rodríguez y Pepo Saldaña.
Agradecen los apoyos pero el protagonismo de la concentración recae en el debate ciudadano. Tras un micrófono abierto, en pequeños grupos o grandes reuniones, personas de todas las edades han compartido sus vivencias durante las tres últimas tardes. El drama del paro, la precariedad laboral y la situación económica de muchas familias han movido cada vez a más ciudadanos a la protesta. “La única forma de organizar una asamblea es hablando. Luego hay que reflexionar. Y continuar hablando”, explica Miguel Aguilera, miembro de la comisión de prensa.
Lo tienen muy claro: van a permanecer hasta “al menos, el 22 de mayo”. Y aseguran que para ese día, solo piden “una decisión consciente y reflexiva a la hora de elegir como se ejerce, o no, el derecho al voto”. Consideran, también, que su demostración popular es legítima y que no altera el transcurso de las elecciones.
Aluden a su derecho de libertad de expresión y desde la organización se desmarcan de los partidos políticos y de su elección, ya que creen que circunscribir el movimiento generado a las votaciones conllevaría “el desperdicio del potencial reivindicativo de la sociedad aragonesa”. Un potencial que se ha trasladado en un claro himno de protesta: “No nos representan”.
Acampada 15M en Granada, por Jaime Martín
Granada (Javier Polo)
El Campamento Granada se ha convertido, tras cuatro días de vida, en un pequeño Estado independiente dentro de la propia ciudad. Este Vaticano de las ideas, de los ciudadanos hastiados, aprovecha cada centímetro cuadrado de la Plaza del Carmen para organizar una comuna que tiene la intención de permanecer en el tiempo. A las ya habituales áreas de logística, información –con toda la prensa nacional disponible-, comunicación y comida, se le une en Granada una guardería pública que puede arrancar su actividad mañana mismo. La anécdota de la jornada la protagonizó Radio Plutón, una pequeña emisora independiente que se trasladó hasta la plaza para realizar su programación en directo junto a los manifestantes. Es sólo un ejemplo de que aquí se hace vida cotidiana como en cualquier otro lugar; conciertos y recitales de poesía o actuaciones de magos amenizan los grupos de trabajo, que también los hay.
“Tenemos que proponer ideas concretas” se dice, megáfono en mano ante la Asamblea. “Listas abiertas, listas sin corruptos…” las propuestas de índole política son más precisas que las económicas, de carácter más complejo. Los grupos de trabajo se organizan como si tuvieran un largo calendario de objetivos que cumplir. Muestra de ello ha sido el estallido de alegría de los centenares, tal vez miles de asistentes a la Asamblea, cuando han conocido la noticia: el Sindicato Unificado de Policía Nacional ha hecho público un comunicado en el que se explica que “no tiene ningún sentido que se les eche de allí, porque no son violentos y no están causando ningún problema”.
Granada (Javier Polo)
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*Lea el artículo original en Periodismo Humano