“El gobernador electo de Puerto Rico es el doctor Ricardo Rosselló”.
Con esas palabras, William Villafañe, secretario general del Partido Nuevo Progresista, anunció a las 6:24 de la tarde que Ricardo Rosselló se convertía en el nuevo gobernador electo de Puerto Rico, desatando una efusiva celebración en la sede de esa colectividad en la Avenida Roosevelt de Hato Rey.
Y es que, luego de unas elecciones hace cuatro años en que las que el Partido Popular Democrático (PPD) asumió el control de la rama ejecutiva, la rama legislativa y la mayoría de las alcaldías del país, el PNP regresa al poder.
Quizás la única consolación para el PPD sea que el PNP no podrá disfrutar del “banquete total”, como el eventualmente convicto senador Jorge de Castro Font, bautizó el triunfo absoluto que alcanzó la Palma en 2008.
Los populares consiguieron, quizás sorpresivamente, retener una mayoría de las alcaldías (45 de 78 al momento de escribir estas líneas).
Sin embargo, al menos por esta noche, eso no era suficiente para empañar la celebración estadista. Tampoco lo era la irremediable presencia de la Junta de Control Fiscal (JCF), que al menos estará vigente por la duración de este venidero cuatrienio.
Rosselló no vislumbra contratiempos con ese organismo federal. “Podemos trabajar de la mano” con la JCF, indicó esta mañana al momento de llegar a su colegio de votación en la Academia San José de Caparra, en el municipio de Guaynabo.
Desde que se empezaron comunicar los primeros resultados a eso de las 3:30 p.m., ya el optimismo y la euforia eran palpables entre las huestes estadistas que se congregaban en el comité central del partido. Poco a poco las principales figuras de la colectividad iban haciendo acto de presencia.
Otro Rosselló en Fortaleza
El elegido por Puerto Rico para echar el país adelante no es otro que el hijo de un señor que ya tuvo un turno al bate en esa titánica tarea. Ricardo Rosselló, hijo de Pedro Rosselló González –gobernador entre 1993 y 2000– se convierte a sus 37 años en el undécimo primer ejecutivo del Estado Libre Asociado y el quinto novoprogresista desde que Luis A. Ferré rompió la hegemonía popular en 1968. Además, Rosselló se convierte en el segundo gobernador más joven, detrás de Rafael Hernández Colón, quien accedió a la Fortaleza por primera vez a sus 36 años en 1972.
Esto de la juventud pareciera ser una tendencia electoral. Jenniffer González viajará a Washington como la comisionada residente más joven en la historia, además de, claro está, como la primera mujer.
Como suele suceder en estos eventos, la llegada del ganador a la sede del partido resultó ser la escena más dramática de la jornada. Bajo una lluvia que apretaba intermitentemente Rosselló se abrió camino entre la multitud hasta llegar a la tarima principal, acompañado de su esposa Beatriz Rosselló y González, su compañera de papeleta.
En su discurso de celebración, frente a una encendida multitud que retó las condiciones climatológicas, Rosselló describió la coyuntura actual como el “momento del cambio”.
“Llegó el momento del cambio para Puerto Rico. Llegó el momento de enfrentar la crisis y echar adelante. Llegó el momento de aspirar a la igualdad plena como ciudadanos que solo lo otorga ser el estado 51 de la nación americana”, fueron las primeras palabras del gobernador electo.
“Estoy profundamente agradecido del honor incalculable que ustedes, el pueblo de Puerto Rico, me ha brindado a mí para servirles como su nuevo gobernador. Estoy agradecido de tener un equipo de trabajo extraordinario que desde el día uno confió y trabajó duro para poder crear mejores alternativas y mejores propuestas para Puerto Rico”, agregó Rosselló.
Además, agradeció a cada uno sus rivales de contienda, indicando que, desde sus perspectivas, podían aportar al país.
Y claro está, habló de su famosa ruta para enderezar a Puerto Rico.
“Hoy comenzó esa ruta para tener la igualdad. Hoy el pueblo de Puerto Rico se puso de pie y nos dio un mandato inequívoco de que hoy comienza la transición a la estadidad”, exclamó.
Enfatizó asimismo que la transición de gobierno será una transparente, que incluirá “desde mañana” un diálogo con la Junta de Control Fiscal, donde defenderá “los mejores intereses de nuestra gente”.
“Los que están aquí y los que me ven en su casa: nosotros seremos la generación que sacará a Puerto Rico de la crisis”, vociferó Rosselló para culminar su discurso ante el público.
Por su parte, la comisionada residente electa González interpretó su elección como un mandato claro de que el pueblo desea convertirse en el estado 51 de la Unión.
“Voy a defender los intereses de nuestro pueblo en la capital federal. Voy a sacar la cara por todas las mujeres al convertirme en la primera comisionada residente en Washington”.
“Doy las gracias porque le dieron la oportunidad a un hombre con visión, a un hombre con la capacidad de dirigir nuestra isla hacia el camino del éxito, hacia el camino del desarrollo económico. Hoy empieza una nueva generación con la antorcha de la igualdad plena, del trabajo duro, de la honestidad y del servicio a nuestra gente”, dijo González.
Bajos porcentajes
A pesar del claro triunfo penepé en las papeletas ejecutiva y legislativa, si algo quedó claro en estos comicios es que el descontento del pueblo con los partidos tradicionales se está comenzando a hacer sentir electoralmente.
El poco menos de 42% con el que Rosselló accederá a la gobernación representa el porcentaje más bajo para un ganador en la historia. Hasta hoy, la victoria de Ferré en el 1968, con un 43.6% ostentaba esa dudosa distinción.
En su primer encuentro con la prensa como gobernador electo, Rosselló insistió en que la comunicación con la JCF dictará el proceso de transición de las próximas semanas.
“Lo que hizo el pasado gobierno fue perder el acceso a los bonos y perder la credibilidad”, que es lo que buscará recuperar en esos 55 días de transición, indicó Rosselló.
Reacciona García Padilla
En tanto, el saliente gobernador Alejandro García Padilla, al conceder el triunfo al bando penepé instó al nuevo mandatario a actuar fuera de los matices partidistas, recordándole que “en sus manos está el futuro de nuestra gente”.
“Es tiempo de alzar las miras. No hay espacio para buscar pequeños triunfos, perder tiempo en lamentar pequeños fracasos. Tampoco es tiempo para adelantar banderías. El momento reclama nobleza y desprendimientos; la patria demanda patriotismo. Así será el respaldo que tendrá, el gobernador electo, de mi equipo de trabajo durante el proceso de transición; así será el apoyo que las buenas iniciativas que emprenda tendrá de mí durante su mandato”, expuso García Padilla.