La presión de los mercados y el alza descontrolada de la prima de riesgo de la deuda llevó ayer al primer ministro italiano, Silvio Berlusconi a anunciar su dimisión una vez que estén las cuentas de 2012 aprobadas con las reformas que exige la Unión Europea (UE) incluidas, según informó El País.
Así se lo hizo saber il Cavaliere al presidente de la República, Giorgio Napolitano, en una visita en la que comunicó que sólo veía "la posibilidad de nuevas elecciones" debido a que "ahora mismo el parlamento está paralizado".
Según informa El Universal, Napolitano, señaló que el primer ministro iba a presentar su dimisión una vez que el Parlamento apruebe reformas urgentes exigidas por los líderes de la zona euro para reducir la deuda italiana y reactivar el estancado crecimiento.
Por su parte, Berlusconi explicó en declaraciones a un canal de televisión italiana de su propiedad que, “tras la aprobación de esta ley financiera, que tiene todas las enmiendas que nos pidió Europa, renunciaré para permitir que el jefe de Estado abra consultas”.
Entretanto, hoy miércoles el indicador de la prima de riesgo, que mide el diferencial entre el rendimiento del bono nacional a diez años y el alemán del mismo plazo, se ha saltado una línea roja en Italia.
La prima de riesgo italiana rondaba los 574 puntos básicos, según indicó El País, superando así la barrera que en Grecia, Irlanda o Portugal desencadenaron la petición de rescate a la UE.
La escalada de la prima es paralela al repunte del rendimiento de los bonos italianos, una medida de su pérdida de valor. Los intereses de los bonos negociados en los mercados secundarios superaron el 7,4%; sólo en el caso irlandés, el Gobierno aguantó aún unos días antes de pedir auxilio: en aquella ocasión, el interés del bono irlandés escaló al 9% en un par de semanas.
No obstante, la barrera de los 500 puntos básicos y el 7% de rentabilidad de los bonos a 10 años fue el punto de no retorno que llevó a Grecia, Irlanda y Portugal a reclamar la ayuda financiera de sus socios de la UE y del Fondo Monetario Internacional.
Y es que, cando se sobrepasa este nivel, los títulos de deuda soberana del país en cuestión corren el riesgo de perder valor como garantía en el mercado interbancario y las cámaras de compensación -una especie de aseguradora entre prestamista y prestatario- pueden reclamar avales adicionales. A partir de ahí se desata una espiral que, en el caso de Grecia, Irlanda y Portugal, condujo al rescate financiero.