El proyecto Resistencia del artista Camilo Carrión comprende una serie de cinco pinturas realizadas con tinta china sobre tela a gran escala y tres módulos o pedestales que presentan una serie de objetos cotidianos, recolectados e intervenidos por el artista.
Algunos de estos objetos transformados de manera física o concreta está vinculados al “ready made” para hacer una trasformación más conceptual. Resistencia intenta vincular la historia con el arte basándose en el estudio de los movimientos diaspóricos de los puertorriqueños entre Vieques y Santa Cruz.
Esta migración se inició en las décadas de los años 1930 al 1960, como resultado de la crisis económica y la presencia militar de los Estados Unidos en la isla municipio. En la actualidad la comunidad puerto-cruceña transita entre islas generando una cartografía poco estudiada.
El punto de partida de este proyecto se inicia en 2008 cuando el artista comienza a colaborar con el Proyecto de la Diáspora (www.thediasporaproject.org) que estudia e investiga las relaciones migratorias de los puertorriqueños entre estas dos Islas.
“Motivado por los espacios y las actividades de esta migración me interesé en explorar estéticamente las siguientes preguntas: ¿cómo son estos espacios (Vieques y Santa Cruz)? ¿cómo y dónde vivían estos puertorriqueños que se mudaron a Santa Cruz? ¿Cómo las estructuras donde vivió este grupo de migrantes, hoy deterioradas, se levanta como un recuerdo?”, explicó el artista a través de un comunicado.
Utilizando los conceptos de recolección, selección y producción, el proyecto se ubica entre el contexto de la experiencia con la historia y la experiencia estética en tanto el artista interpreta un momento histórico para producir una experiencia plástica.
Camilo Carrión. Suministrada.
Al mismo tiempo, este proyecto parte de la experiencia que produce el exponerse al paisaje y cómo éste incide en la capacidad de adaptación y transformación del ser humano para habitar, existir y continuar con prácticas rituales, sociales, económicas y culturales dentro de lugares específicos. Así, Resistencia no significa inmovilismo, ni defensa del status quo, ni tampoco conservadurismo; sino un lento y casi imperceptible, aunque continuo e insistente, movimiento de transformación, de diferenciación de los planos y de la realidad.
Cuatro de las cinco pinturas parten de imágenes fotográficas que fueron tomadas en espacios específicos de Vieques y Santa Cruz, posteriormente intervenidas con programas fotoeditores. Estas imágenes representan estructuras en deterioro dentro del paisaje donde este último las reclama en un lento y continuo proceso natural. Ambos espacios son lugares donde se establecieron los puertorriqueños.
En el caso de Santa Cruz se trata de dos imágenes de las ruinas de la Central Bethlehem lugar donde vivían los primeros boricuas que migraron para trabajar la caña. Las imágenes de Vieques capturan la zona de los Bunkers al oeste de la isla (también en deterioro) donde almacenaba armamento bélico la Marina de Guerra de Estados Unidos.
La última de las pinturas es una reinterpretación del “Velorio” de Francisco Oller donde se recrea la noción de paisaje de una manera costumbrista que incluye el deterioro de la sociedad puertorriqueña de aquel entonces.
En resumen con esta imágenes, el proyecto propone una mirada a los espacios en tiempo real al mismo tiempo que intenta recrearlo como un monumento histórico que nos invita a pensar el paisaje dentro del contexto de asentamiento, resistencia y comunión.
La exposición inaugura el sábado 9 de julio de 2011 en el Fuerte Conde de Mirasol en Vieques, a las 7:00 de la noche.