Fue agradable pasar por la calle Robles de Río Piedras después de las siete de la noche y ver tanta gente. Era jueves y las librerías estaban abiertas. La Tertulia, la Mágica, la Norberto, la tienda de ropa Electro Shock y la pizzería Il Carreto, eran un gran lugar. Un espacio experimentado como un todo convergente.
Todo parecía permear como una osmosis urbana carente de barreras físicas. De esta manera los actores y actrices de esta primera Fiesta Navideña del Libro podían cruzar a la librería Mágica con un café de la Tertulia y participar de un taller de comics, salir de la barra el Boricua con botella de cerveza en mano y traspasar el portón que conecta con la pizzería Il Carreto.
Una vez allí, escuchar la banda (nueva trova, bosa nova…) que se presentaba en tarima.
Luego cruzar la calle y entrar a la Tertulia, cerveza en mano nuevamente, y atender una lectura de micro cuentos, una lectura de cuento largo, y después la presentación de una novela china tropical.
Fue extraño sentir ese olor a fogón navideño en el aire riopedrense, en el que típicamente predomina la inhalación nauseabunda de colillas y cerveza vieja.
Esto no es algo de todos los días, o mejor, de todas las noches. La calle se veía, olía y se sentía diferente desde el pasado jueves hasta la noche del sábado cuando se celebró la Fiesta.
Ya el domingo la calle volvió a ser desierta y por la noche aparecieron los mismos zombis de siempre.
Hoy es lunes y cada local volverá a abrir pero cada uno en su lugar. La pizzería en la pizzería y la librería en la librería con sus libros en los estantes de siempre.
¿Cómo sería la calle Robles si todos los días hubiese una Fiesta Navideña de Libros?
En Borders la gente jangueaba encafeinada hasta las nueve de la noche, se tiraban al suelo y se rodeaban con pilas de revistas, historietas Manga y libros de autoayuda.
Entonces, ya que la mega tienda del libro desapareció de la Isla, sería interesante ver que la gente se tire a leer por las calles de Río Piedras, ya sea que lean la saga de Twilight, Detectives Salvajes o La flor de Ciruelo y el viento.
Y que se pueda seguir cruzando, a cualquier hora, de la Tertulia a la Mágica y de la Mágica a Il Carreto y de Il Carreto al Bori, luego volver a la Tertulia y así sucesivamente.
La pizzeria Il Carreto formó parte de la Fiesta con la exposición Cultura y Conflicto de Ricardo Alcaraz.
El público tuvo la oportunidad de compartir con escritores puertorriqueños.
Las voces de cantautores se unieron a la de los escrtiroes y los lectores.
La Fiesta Navideña del Libro de Río Piedras fue un esfuerzo de un
grupo de libreros, comerciantes, literatos y estudiantes.
Fotos Ricardo Alcaraz