Perseverante, alegre, repleta de fe y valentía, así se describe Rosa Alicia Santiago Fuentes, quien este próximo jueves 18 de junio verá realizado uno de sus mayores anhelos: obtener su bachillerato en Artes con concentración en Estudios Hispánicos de la Universidad de Puerto Rico en Cayey.
Según el comunicado de prensa, a los cinco meses de nacida, a la joven quien actualmente tiene 24 años, se le diagnosticó perlesía cerebral.
“Detectamos que algo no estaba bien. Fuimos a una pediatra y las pruebas revelaron que tenía un daño cerebral en el área motora. El neurólogo que recibió los resultados de las pruebas nos dijo: El caso de su hija es severo; ella no va a poder hacer muchas cosas, no va a poder hablar, caminar y que ni sueñe que podrá ir a la escuela”, dijo Alberto Santiago, padre de la joven, exalumno de la UPR Cayey y empleado del recinto desde hace tres décadas.
Ante el diagnóstico, Santiago y su esposa, María Fuentes, buscaron todas las ayudas que pudieron para que su hija recibiera estimulación temprana. Rosa Alicia continuó terapias hasta su cuarto año de escuela superior, lo que le ayudó a sobrellevar algunas dificultades en su vida escolar, como leer y escribir.
“Desde pequeña me gustaba usar la imaginación y me pasaba inventando cuentos. Siempre me fascinó la literatura y deseaba convertirme en escritora. Cuando supe que la UPR Cayey ofrecía un bachillerato en estudios hispánicos me alegré mucho porque, no solamente ofrecían lo que me apasionaba, sino que quedaba cerca de mi casa y mis padres no tendrían que viajar tanto”, cuenta la graduanda cuyas metas siguen creciendo.
Tras la graduación, Rosa Alicia espera continuar estudios de maestría en creación literaria. “Mis metas son convertirme en escritora de novelas, cuentos y obras para Broadway”, dijo la joven, para quien nada es imposible y con este logro vive agradecida de aquel doctor que le dijo a sus padres que ella nunca iría a la escuela.
“Se equivocó. Pero sus palabras me ayudaron a tener la valentía para seguir adelante”, dijo aludiendo al neurólogo que la evaluó inicialmente. “Las limitaciones están en la mente”, sostuvo.