En días pasados salió en primera plana, en uno de los rotativos del país, el problema que representa el que se haya establecido en la Isla, la Boa Común o de Cola Roja (Boa constrictor). El colega Alberto Puente, alertó en la entrevista que le realizaran entonces, sobre el posible efecto negativo que esta culebra pueda tener sobre nuestras aves, en particular especies en peligro de extinción como la Cotorra de Puerto Rico (Amazona vittata), ya que este reptil incluye en su dieta reptiles, aves y mamíferos.
Hasta el momento, se han informado más de un centenar de especies de peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos introducidos en Puerto Rico. Entre estos algunos bien conocidos como la Iguana Verde (Iguana iguana), y los guacamayos que vemos volar en el área metropolitana y otros menos llamativos como algunas especies de monos.
¿Cómo han llegado estos animales al estado silvestre? Algunos han escapado, como es el caso de los monos y algunas de las aves. Pero otros, la gente que los tenían en cautiverio, los soltaron cuando estos se convirtieron en un problema para mantenerlos. Por ejemplo a una boa adulta, usted tiene que alimentarla con pollos o conejos mensualmente, lo que se convierte en un problema económico, para muchos.
Por el momento hemos sido afortunados, con los exóticos que han alcanzado el estado silvestre en nuestra Isla. Esto es, que no hemos evidenciado que le hayan causado grandes problemas a nuestra flora y fauna. Sin embargo, hay que tener muchísimo cuidado con depredadores como culebras. El mejor ejemplo del efecto devastador que puede tener uno de estos reptiles, es el de la Culebra Parda (Boiga irregularis) en Guam.
Esta culebra fue introducida accidentalmente en Guam, poco después de terminada la Segunda Guerra Mundial. Guam, una de las Islas Marianas, que se encuentra localizada en la parte oeste del Océano Pacífico. Esta tiene unas 30 millas de largo y unas 15 millas en su parte más ancha, lo que la hace más pequeña, que Puerto Rico.
Ante la ausencia de enemigos naturales, la Culebra Parda, comenzó a incrementar en números y ampliar su distribución en Guam. Para finales del siglo 20, había explotado poblacionalmente y se estimó su población en unos 3,000 culebras por milla cuadrada. El impacto de esta culebra en la fauna y flora de Guam ha sido devastador. Esta ha acabado virtualmente con todos los lagartijos y aves endémicos de la Isla. Las dos especies de aves que sobreviven están al borde de la extinción y cuentan con tan solo unos 200 individuos. Pero el efecto de domino, continuará, ya que las aves que desaparecieron eran polinizadores naturales y otros los que dispersaban un número considerable de las semillas de la vegetación. A tales efectos, se espera un cambio notable en la composición vegetal de los bosques.
Pero los problemas no han sido únicamente de corte ecológico. La culebra se ha convertido en un dolor de cabeza para los criadores de pollos, ya que estas se pueden meter virtualmente por cualquier hueco para ingerir los más pequeños. Algunas de estas culebras han alcanzado los 10 pies de longitud y también se han convertido en un problema para mascotas pequeñas.
Por otro lado la culebra es venenosa y agresiva y a tales efectos, no son raros los incidentes de mordidas, particularmente en niños pequeños. No menos importante, las culebras están causando apagones con mucha frecuencia. Estos son causados cuando estos reptiles se trepan en postes hacen contacto con cables causando cortos circuitos y explosiones de transformadores. El asunto es tan serio que actualmente el gobierno de Guam, está invirtiendo más de $3 millones anuales, tratando de controlar a la culebra.
La boa constrictora tiene el potencial de convertirse en un problema similar en Puerto Rico. Esta fue introducida en Curazao, y en poco tiempo colonizó la isla. No menos importante, ya tiene al borde del exterminio a una de las especies de búho terrestres que habita en dicho lugar. Esta boa no solo representa un problema en ciernes para nuestra fauna, sino para los humanos. Una ejemplar adulto (13 pies de longitud) de este réptil tiene la capacidad de matar a un niño. No debemos esperar que esto ocurra o que eche por tierra la reintroducción de cotorras de Puerto Rico en Rio Abajo y Maricao, que tanto dinero y esfuerzo ha costado, para comenzar con una campaña de control de este tipo de culebra.