Luego de inscribirse y colocarse el equipo necesario, una avioneta los recogía y ya no había vuelta atrás. Una vez la avioneta alcanzaba los 10,500 pies de altura comenzaban a lanzarse poco a poco.
Desde el suelo se escuchaba decir: “ahí se tiró uno”, “vienen dos”, “son 7, 9, 10” y de momento parecían fuegos artificiales que iluminaban el cielo con sus coloridos paracaídas.
Había varios espectadores reunidos en el aeropuerto que esperaban verlos descender allí, pero los participantes estaban aterrizando en la playa Caza y Pesca de Arecibo.
Los intrépidos paracaidistas, pues, disfrutaron no solo de la adrenalina de saltar a 10,500 pies de altura, sino que se dejaron cautivar por la espectacular vista de la costa puertorriqueña con su agitado oleaje y sus verdosas montañas.
La mayoría de quienes aterrizaron eran expertos, pues se lanzaban individualmente y una vez se acercaban a tierra hacían piruetas en el aire. Pero no todos aterrizaban con los pies, hubo quienes tocaron suelo con la cabeza, el pecho o la parte trasera, pero –por suerte– todos sanos y salvos.
Luego descendieron las personas novatas conectadas de un instructor. Al llegar a tierra se escuchó decir a uno de ellos: “Eso es otra cosa, es una experiencia única”.
El Festival de Paracaidismo se originó en el año 2002 por la escuela de paracaidismo Xtreme Divers, que en ese momento se encontraba en el pueblo de Humacao. Lo realizan durante el mes de febrero porque usualmente hay buen clima en Puerto Rico, sin embargo, este año el festival se celebró entre lloviznas y con el cielo nublado.
La escuela Xtreme Divers ofrece cursos durante el año donde las personas pueden, además, certificarse como paracaidistas. Los interesados pueden conocer más detalles a través de su página de Internet www.xtremedivers.com.
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