DJ Adam se acuerda bien de aquel día en que conoció a Mexicano.
“Fue en 1991”, comenzó a rememorar a petición de Diálogo el veteranísimo DJ de hip hop, uno de los pilares del rap en la Isla, sobre el momento preciso en que a su vida llegó Israel “Mexicano” Perales Ortiz, el rabioso intérprete de música urbana que falleció en la mañana del jueves pasado tras una larga batalla contra el cáncer.
“Yo había ido a tocar un ‘talent show’ en Fajardo, en un parque de pelota al lado de una escuela. De repente se trepa este tipo a la tarima con un ‘look’ muy único. Yo no sabía si era rockero, si era rapero, si era gótico. Y de repente tiene el micrófono y me dice, ‘tírate algo ahí’. Y yo, pues qué diantres, eso es un ‘talent show’, y le zumbé algo ahí para que rapeara. Y rompió a rapear y a envolver a la gente. Luego supe que él hizo eso porque quería, porque él no era parte del ‘talent show’. Esa actividad recuerdo que la iba a cerrar otro rapero veterano que se llama Brewley MC, y ‘Pucho’ se trepó allí como para decir, mira, yo también le meto en el micrófono”, agregó.
Adam recordó que “ya para ese entonces tenía par de marcas, par de tatuajes”, en ruta a ser el Mexicano que ahora todos conocen y muchos lloran en luto. Desde ese mismo primer día Adam se dio cuenta que “este tipo era especial, un personaje que está en su propio viaje, aparte de los demás, en su propia película”.
“Ese día en Fajardo nos hicimos amigos. Luego yo lo veía en la discoteca The Noise en San Juan, en las noches de micrófono abierto. Y llegó el momento de grabar. Y el resto es historia”, apuntó Adam.
El también productor recordó aún con más emoción el día que Mexicano llegó a grabar a su estudio, para allá para 1992, en la producción DJ Adam Mad Jam, un verdadero clásico de los tiempos pre-reguetoneros, donde ‘Pucho’ se convertiría como un intérprete de peso.
“Yo ya estaba cerrando el disco del Mad Jam, solo me faltaba grabar a Eddie Dee, y le digo a ‘Pucho’ que viniera. Me acuerdo que llegó al estudio con Lisa M. Y me dice: ‘Adam, tengo solo una hora para grabar, porque tengo que ir a un sitio ahí’. De nuevo, ese es ‘Pucho’ con su película, bien mostro, a ese ‘Pucho’ yo le llamo ‘Pucho Misterio’. Le digo: ‘¿Cómo que una hora nada más? Vamos a trabajar. Tírame la canción esa de los dragones que tiraste en la discoteca The Noise’. Me dice: ‘Chico, es que esa no está terminada todavía’. Entonces me empezó a cantar la canción de Sé Testigo, que es la que sale en el disco del Mad Jam”, dijo sobre esa canción, un himno del estilo del ‘gansta rap’ boricua que ahora promulgan intérpretes del reggaetón comercial como Cosculluela, Kendo Kaponi, Tempo y hasta Don Omar, y que en el hip hop subterráneo han elaborado otros como el durísimo Babalú Machete.
Cuándo le preguntamos a Adam por la similitud entre el tema de Sé Testigo de Mexicano y Diary of a Madman, de los estadounidenses Gravediggaz, también en boga, Adam indicó que “llegué a hablar de eso con ‘Pucho’ en una ocasión y me dijo que no era una traducción, pero que había algo de inspiración y que él en ese momento se refería a una situación personal, a cómo él estaba viendo la vida realmente”.
“Chico, pero para ese tiempo los otros estaban copiándose los estilos de cantar del reggae panameño y el dancehall de Jamaica. Y ‘Pucho’ estaba pensando de otra forma”, acotó Adam, mientras recordaba que esos años eran el inicio de la ruta hacia “la época de los ‘mixtapes’ de ‘underground’”, como los de Playero, DJ Eric, Diririri y The Noise, entre otros.
Claro, y al Mad Jam donde sale el Sé Testigo de Mexicano había que hacerle una presentación oficial.
“Para ese tiempo meter el rap en los hoteles era imposible. Pero yo tenía un contacto que trabajaba en un hotel y logramos hacer la presentación del disco allí. Ese día allí se treparon a cantar Horny Man, Eddie Dee, Kid J que en paz descanse también, Three Ganstas, Maicol y Manuel, y un montón más. Entonces viene Pucho y me dice: ‘¡No me anuncies, no me anuncies!’. Le digo: ‘Chico, pero cómo no te voy a anunciar’. Él estaba empeñado ese día en salir con una sábana, porque decía que quería ser como el Fantasma de la Ópera, pero boricua”, dijo riendo Adam.
“Pues allí alguien fue y le buscó una sábana y ya estaba ‘ready’ para salir. Pero, entonces se formó una pelea allí, al frente de los platos del ‘disc jockey’ y de repente yo veo como un celaje sale del camerino se trepa a la tarima y se le tira encima a uno de los que estaba peleando, por encima de la mesa del ‘disc jockey’. Y le cayó encima al tipo. Le pregunto: ¿‘Pucho’, tú sabes quiénes son? Me dice: ‘Mano, yo lo vi ahí manoteándole al corillo y fui pa’ encima’. Así era ‘Pucho’, que si pensaba que sus panas estaban en peligro metía mano”, agregó, recordando que “para colmo, cuando se trepó a cantar, subió al tipo al que le metió las manos y le dijo por el micrófono: ‘olvídese de eso, mi pana, estamos en familia, vinimos a pasarla bien’”, apuntó.
Al reflexionar sobre lo que significa Mexicano para el rap, Adam dijo que “fue de muy grande impacto en todos lados donde se hace rap en español. Por ejemplo, cuando he ido a Argentina, a Chile, a mí me reconocen porque fui el que grabó a ‘Pucho’ en el Mad Jam. Sé de muchos raperos en Latinoamérica que me confiesan que ‘Pucho’ fue de sus primeras influencias”.
“Ah y quiero decir otra cosa de ‘Pucho’, y no quiero que suene a ‘tiraera’. Recuerdo que hace unos años me dijo: ‘Adam, yo moriré siempre rapero. Yo no soy reguetonero, yo colaboro, no me molesta, y los apoyo a todos, pero no me nace, no es lo mío. Lo mío es el rap”, puntualizó Adam.
Y hablando de rapear… Una vez, no hace mucho, hubo un programa de comedia en Wapa TV, llamado La Crema, donde tres raperos con máscaras de lucha libre retaban a los reguetoneros, y a todo el que tuviese agallas, a treparse a competir contra ellos en un segmento llamado ‘El Encontronazo’. Muchos fueron y salían con el rabo entre las patas ante el fuego que escupían Don Tierra y sus protegidos, los Hermanos Bróders: Luis Muñoz Blin Blin y El Invasor #1. Todos iban y mordían el polvo… hasta que llegó Mexicano.
“Lo primero que hizo al llegar, y antes de reunirnos con el equipo de producción de Gilda Santini, nos dice que formemos una pelea de embuste, pero no se lo digas a nadie de la producción porque después se nos cae la cosa, y lo recuerdo cómo hoy: ‘¿Tú te atreves crear una controversia?’. Cuando uno hablaba con él, su selección de palabras siempre eran épicas y contundentes. Y era muy, muy, muy a fuego con todo el mundo”, recordó el rapero EA Flow, quien interpretaba el personaje de Luis Muñoz Blin Blin.
“Entonces, luego estuvimos como dos semanas promocionando la revancha. Recuerdo una vez, cuando fuimos a show del mediodía en Wapa que le tiró un barrecampos a Don Tierra, no le dio, pero cogió a Jesse Calderón en el chicho de la oreja.”, narró. “‘Pucho’ sabía bien lo que hacía. ¿Tú crees que él venía a rapear contra nosotros? No, él venía a montar la película, a darnos promo a todos nosotros y sacarle el jugo al programa. Ese tipo era un genio”, dijo por otro lado el rapero conocido como Tek One, quien hacía el personaje de El Invasor #1, con respecto al notorio momento de la comedia televisiva puertorriqueña en el cual Mexicano y se enredó en una escaramuza de embuste con Los Hermanos Bróders.
Bueno, Mexicano era Mexicano. Aunque quizás sí le aplique el refrán ese de “genio y figura, hasta la sepultura”.
“En un momento dónde hay tanta gente ‘fake’ en la música, donde los artistas montan su personaje en las redes sociales y se pasan fingiendo, ‘Pucho’ siempre fue él. Esa es la mejor muestra de respeto que él tipo le daba a todo el mundo. Jamás cambió, tuviese el pelo rubio, más o menos tatuajes, él era él, un tipo bien real, un tipo bien humano”, le dijo a Diálogo el veteranísimo intérprete de música urbana Yaviah, quien formó parte de aquella camada de cantantes en los noventa de dónde salió Mexicano y otros como Daddy Yankee, Eddie Dee, OG Black y Master Joe, entre otros.
Pues bien, ahora hay uno menos que no finge. Mexicano, un tipo real, se fue, pero el respeto de sus colegas se quedó. Y su vida, con sus defectos y virtudes, sus éxitos y derrotas, sus fortalezas y debilidades, queda también como ejemplo del Puerto Rico contemporáneo, incluso, de la realidad actual de la humanidad.
“Estaba muy adelantado a su época”, resumió vía telefónica Tego Calderón. “Esto a mí, por lo menos, me hace poner las cosas en perspectiva de lo que es la vida, lo que es la muerte, lo que es el cáncer. Qué descanse en paz el México”.