Hace poquito menos de dos décadas, dos chamacos de veintipico de años, corrían la seca y la meca en Nueva York y Puerto Rico, uno con un pandero debajo del brazo y el otro con un saxofón al hombro. Para ese entonces, Tito Matos y Ricardo Pons quizás ni se imaginarían dónde llegaría su afán por moldear y nutrir un concepto de música autóctona puertorriqueña. De hecho, ahora, en 2015, se han dado cuenta que lo que su Viento de Agua anunciaba era un verdadero diluvio musical.
“Viento de Agua desde su origen siempre quiso contribuir a la increíble producción de música popular de Puerto Rico, con trabajo original”, le dijo a Diálogo uno de los fundadores del grupo Viento de Agua, durante un raro momento en los que no está sonriendo o mostrando alguna faceta de jovial personalidad juglaresca.
Matos automáticamente se pone serio cuando le hablan de plena, y si es de su grupo Viento de Agua, pues hasta mete las cejas y mira fijo a los ojos, cual Miguel Cotto en una foto de pesaje. Desde que le presentó la idea de Viento de Agua en 1997 a su colega Pons y al también plenero Alberto Toro, su travesía ha repicado más que un quinto en las Octavitas.
Según explica la biografía del grupo en su página de internet, en 1997 Matos, Pons y Toro, cuyo destino lo llevó por otro rumbo, “reclutaron a algunos de los músicos más respetados del ámbito musical neoyorquino incluyendo al baterista Bobby Sanabria, el bajista Waldo Chávez, el trompetista Richard Nant y el trombonista Joe Fiedler. La banda original era un all star de la música caribeña en Nueva York”. La biografía continúa nombrando los laureles del grupo, que van desde su internacionalmente alabado disco debut, ‘De Puerto Rico al Mundo’ y su nominación al Grammy Latino hasta presentaciones neyorquinas en el Hostos Center for the Performing Arts y el Lincoln Center, y otras actuaciones internacionales en Colombia, Ecuador, República Dominicana, Panamá, Perú, Canadá y Francia.
Ahora, Matos, Pons y Viento de Agua llegan al Teatro Tapia del Viejo San Juan, donde esperan celebrar en grande su trayectoria. Mediante comunicado de prensa, informaron que “el espectáculo músico-teatral combina parte del trabajo de los cuatro discos compactos de la agrupación: De Puerto Rico al Mundo (1998), Materia Prima (2004), Fruta Madura (2009) y Opus IV (2014), este último nominado al Grammy Latino”. Afirman que “será un recorrido por su trayectoria e incluye la participación de colaboradores y amigos que han sido parte del proyecto musical. Junto a Viento de Agua se presenta el trovador Ricky Villanueva, los cantantes Mima y Fofé, los músicos Jonathan Suazo y el colectivo Puerto Sax, así como la bailarina Awilda Sterling y el actor Teófilo Torres. Los artistas Ivelisse Jiménez y Gustavo Castrodad también forman parte del junte”.
Bueno, pero más allá de comunicados había que ir al grano. Había que darle un timbrazo a Matos para que nos contestara unas preguntas ahí sobre cómo es que un concepto musical logra durar tanto tiempo en el Puerto Rico de hoy y también sobre cómo se bate el cobre en este mundo del World Music, y sobre todo, en la plena boricua. Y cómo sabemos que esto a Tito le arrancará una carcajada, pues digámoslo con voz de Carmen Jovet: “Con Tito Matos ahora podemos hablar”.
Diálogo: Se cae de la mata que en casi 20 años es mucho lo que ha cambiado Viento de Agua… Pero, ¿qué crees que es lo que más ha cambiado desde ese primer guiso que tocaron juntos Pons y tú a mediados de los ’90?
Tito Matos: Bueno, creo que ambos, por caminos distintos que se juntan periódicamente, hemos madurado musicalmente. Nos hemos dado el chance de aprender y desaprender y reaprender y eso, me parece, que se evidencia en la música de Viento de Agua. Ha habido otros cambios más obvios, por cuestiones de vivir en Nueva York versus Puerto Rico, por la naturaleza como se manifiesta la gestión musical aquí en la isla y porque la misma necesidad nos ha obligado a ser no solo músicos sino también, compositores, arreglistas, productores, editores, etc. etc. etc. Imagino que lo mismo le ocurre a otros músicos de proyectos independientes.
Diálogo: Háblanos de eso de los Grammy. ¿Cuán de plástico o de a ‘verdura’ es ese mundo, Tito?
TM: Honestamente, no fuimos a ninguna de las ceremonias relacionadas con nuestra nominación al Grammy Latino por Opus IV, por lo que valorar con seguridad y certeza si ese mundo es de “verdura” o de plástico sería imprudente de mi parte. Sin embargo, no creo que haya que ser muy sabio para desde la distancia darse cuenta uno que el ámbito en que Viento de Agua se desenvuelve es uno muy distinto a lo que se vive en premiaciones y ceremonias como estas. Obviamente, nosotros acogemos la nominación como lo que es y tratamos de aprovechar la coyuntura y la exposición que dicha nominación pueda generar para exportar a oídos nuevos el sonido de Viento de Agua y de la bomba y plena, como géneros afro-boricuas que se merecen igual espacio en la paleta de sonidos del mundo.
Diálogo: Recién firmaron con una compañía de manejo de California que se especializa en lo que se conoce como World Music. ¿Cómo ves el movimiento de la World Music a nivel comercial? Pareciera que cada grupo que trabaja los sonidos autóctonos de sus naciones y los fusionan terminan siendo encasillados en ese género. ¿Lo ves extraño, justo, idóneo? Háblanos de eso de World Music.
TM: Bueno en mi opinión y experiencia, el World Music está muy bien organizado en nivel de Europa, Estados Unidos y Asia y es rentable. Sin embargo, aquí en la Isla es un mercado casi inexistente y eso es algo que me encantaría ayudar a cambiar. Me encantaría, por ejemplo, organizar un primer festival de World Music, a nivel antillano. Partir con la riqueza que tiene este Caribe y de ahí luego abrir espacios para traer grupos de otras regiones. Esto es una idea que ya he conversado con el Municipio de San Juan, pero que obviamente ante la situación económica que vive el País, no parece tener el apoyo necesario. En cuanto al encajonamiento, la verdad que no me importa mucho el label que quieran adjudicarnos, siempre y cuando nos den la oportunidad de presentar nuestro trabajo, nuestra música. No creo que represente un problema ser “encasillado” dentro de la escena Indie o World Music, lo que sí creo que es problemático, es que no se brinden las oportunidades a grupos como el nuestro. Por ejemplo, Viento de Agua es tan Indie como muchos de los grupos que aquí participan de esa escena musical, sin embargo, nunca somos invitados a participar porque en la isla Indie es casi exclusivo para bandas alternativas o asociadas con el rock.
Diálogo: ¿Ya Viento de Agua puede decir que subsiste gracias a su propia música?
TM: Sí, Viento de Agua puede decirlo, el que no puede decirlo soy yo, jajajajajajajaja. Pero ahora en serio, Viento de Agua desde su origen siempre quiso contribuir a la increíble producción de música popular de Puerto Rico con trabajo original. En ese sentido nuestra música no solo presenta textos nuevos y música nueva fundamentada en la tradición de la bomba y la plena sino que pretende o tiene como norte la evolución, la vanguardia dentro del panorama musical Afro-Boricua. Y volviendo a la pregunta original, sí, Viento de Agua subsiste gracias a su propia música y a la solidaridad de muchos excelentes músicos y amigos que nos ayudan con el reto de tener un grupo como este.
Diálogo: En el comunicado de prensa, mencionan la participación del actorazo Teófilo Torres… ¿Cómo ven a Viento de Agua dentro de la disciplina del teatro?
TM: Teo no es solo uno de los mejores actores que esta isla ha dado sino que gracias a la vida, es un amigo, un hermano. Su colaboración en este concierto no lo apartará de lo que él muy bien domina, pero tampoco quiero soltar prenda, porque quiero que la gente se lo disfrute como sorpresa. En cuanto a la pregunta, creo que la música de Viento de Agua es bien teatral y de igual forma podría servir en el cine. Me parece que la gente que ha escuchado nuestros discos ha podido percibir que son ricos en ritmo, documentos bailables que de igual forma se pueden disfrutar sentados con tan solo dar oreja.
Diálogo: ¿Cómo ves el movimiento de la plena en Puerto Rico? Es que en todas las escenas musicales de este talentoso país, pareciera que los artistas tardan en ponerse de acuerdo, a veces ni se ponen de acuerdo e incluso hasta riñen. O sea, los artistas chocan cabezas en la salsa, en la música típica, en el rap, en la rumba, en el jazz, en la bomba, etc… ¿Cómo ves la cosa en la plena? ¿Crees que cuando hay diferencias se trata de dolores de crecimiento de la misma escena, o, por x o y, son diferencias que no tienen solución en las escenas musicales de Borinquen?
TM: La plena, gracias a una juventud militante y al movimiento que ayudé a formar de Los Plenazos Callejeros, está en un buen momento. Las riñas y las diferencias entre partes también existen y son parte de la vida en todos sus ámbitos, pero creo que en general la plena y la bomba andan por buen momento. El futuro de ambos géneros, al menos dentro de las próximas dos o tres generaciones está garantizado y me alegra haber sido parte de ese empujón que hacía falta. Obviamente, todo esto lo digo y lo certifico a nivel de calle, de comunidad. Si nos vamos al ámbito comercial y la radio, pues bueno, eso son otros 20 pesos. En cuanto a las diferencias o choques, por lo menos en el caso de la plena y la bomba, son en su mayoría asuntos de personalidad más que diferencias de criterio de cómo se deban hacer las cosas. Además, como te dije ya, la juventud ha vuelto a estudiar y a leer. Ahora hay muchas escuelas y talleres que le permiten a todos aprender las distintas vertientes por lo que se está creando un público practicante más conocedor. No creo que las diferencias sean insalvables sino por el contrario asuntos que se pueden manejar y resolver. Hay también instancias donde podrías encontrar diferencias de cómo se toca o se hace algún ritmo o golpe, asuntos más técnicos que igual se han ido resolviendo con congresos y debates. Lo importante es que hay espacio para todas las vertientes desde lo más purista y folclórico hasta lo que hacemos nosotros o Miguel Zenón.
Diálogo: ¿Dónde ves a Viento de Agua de aquí a veinte años más?
TM: De verdad que espero que estemos viajando y tocando mucho. Más que ahora, al menos… Viento de Agua ha pagado sus dues y me parece razonable que así se dé la cosa.
También quiero dejar espacio para continuar enseñando. Me disfruto mucho dar charlas, talleres y conferencias. Ese es un circuito que quiero explorar aún más. Viento de Agua en 20 años también debe estar totalmente consumado en términos de la organización educativa sin fines de lucro que es. O sea, esperamos en el futuro poder contar con un espacio propio donde se maneje no solo el aspecto administrativo de la organización sino que también ofrezca clases fijas de bomba y plena, residencias como músicos invitados, colaboraciones con el Conservatorio, el programa de música popular de la Inter, la Fundación Nacional para la Cultura Popular, Pro Arte Musical, entre otras entidades. Poder ser vehículo para otros grupos más pequeños y gente que quiera meter mano. Y obviamente, en 20 años tenemos que mantener la calidad, el respeto y las ganas de continuar haciendo la música que nos gusta y que juega entre lo “folclórico” y lo “universal” rayando con la vanguardia, al menos eso queremos.