El periodista y escritor Robert Friedman, antiguo jefe de redacción y corresponsal en Washington del diario The San Juan Star, ha publicado su tercera novela, The Surrounding Sea, obra que tiene varias lecturas.
Habla del viaje al interior del corazón humano y al exterior allende los mares, particularmente Puerto Rico y Nueva York. También conjuga extractos de los antiguos clásicos y se evidencian paralelismos y su pertinencia con situaciones del presente.
Por supuesto, hay una historia de amor y tropiezos, de audacias premeditadas y de la diáspora boricua, sus causales y de entes que migran y no logran ajustarse al nuevo entorno.
Eje central de la historia es un joven estudiante de maestría que, en pos de una causa noble, un sentimiento tangible, procura fondos para una beca en memoria de una estudiante muerta en los disturbios frecuentes en la Universidad de Puerto Rico entre el aparato policiaco y los estudiantes. Acuerda con dos siniestros del trasiego de drogas en puntos y en caseríos, transportar cocaína a Nueva York.
Lo traiciona el hombre que lo envía y tras una serie de peripecias en las que salva su vida por un hilo y la ayuda de un profesor suyo, sobrevive un terrorífico atentado en la barriada la Perla que le hace reflexionar y buscar su norte. Y se hace a la mar igual que hizo su mentor treinta años atrás.
Las tensiones que genera la novela agarran al lector por la solapa desde el primer párrafo. Friedman, como reportero, sabe jerarquizar la escritura y mantener la atención que adereza, además, con el lenguaje soez y callejero de los boricuas de la fauna niuyorquina. Aquí se nota el adiestramiento de su oficio: saber escuchar, mimetizar el ritmo, las cadencias del hablar de ese perraje que es igual en todos lados aunque las gramáticas sean distintas.
Como telón de fondo y para situarla en tiempo y espacio, se desarrolla en el 2000, está el tema de Vieques, los arrestos, la militancia inacabable y el asunto eterno del colonialismo y los abusos del otro.
La novela, en el orden sentimental, político y de violencia, desarrolla una tensión que demuestra sobrada maestría.
Las descripciones del San Juan urbano y de la Cordillera van muy ajustadas a su realidad. En síntesis, un relato muy bien logrado.
El autor es novelista y periodista.