Una alimentación balanceada y saludable aporta todos los nutrientes necesarios para que el cuerpo lleve a cabo las funciones diarias. En el caso de las personas con diabetes mellitus, una nutrición balanceada puede ayudar a evitar complicaciones asociadas a esta condición, prevenir otras enfermedades crónicas y tener un mejor control del azúcar en la sangre.
Los niveles de azúcar en la sangre se pueden controlar vigilando las porciones que se consumen diariamente. La alimentación para personas con diabetes implica regular los hidratos de carbono. También debe ser alta en fibra pero baja en grasa y sodio.
Los hidratos de carbono, carbohidratos o farináceos como se le conocen comúnmente son parte importante en la alimentación ya que son los nutrientes que actúan como la principal fuente de energía. Al consumirlos, el cuerpo los procesa en forma de glucosa y por eso debemos consumirlos en cantidades moderadas. Estos incluyen los cereales, el arroz, las viandas, los panes, y las pastas entre otros. Otros tipos de carbohidratos son los que se incluyen de forma natural en las frutas y en la leche.
Cuando se seleccionen carbohidratos, se deben seleccionar aquellos alimentos con fibra que sea soluble. La fibra soluble se disuelve en agua formando un gel y ayuda a disminuir los niveles de colesterol y azúcar en sangre. Este tipo de fibra se encuentra en: avena; granos como habichuelas, garbanzos, lentejas y gandules; papas con cáscara; zanahorias y frutas cítricas como la china.
Para tener un mejor control de las porciones que usted consume diariamente, puede utilizar el método del plato. Este modelo establece que en la mitad del plato deben incluirse los vegetales, en una cuarta parte se incluyen los carbohidratos y la otra cuarta parte las carnes o proteínas. Además, se debe incluir un servicio de fruta como por ejemplo una fruta fresca mediana, media taza de jugo 100% fruta (sin azúcar añadida) o ¼ taza de frutas secas. También se debe incluir un servicio de lácteos como por ejemplo una taza de leche baja o sin grasa o una taza de yogurt.
Recuerde evitar alimentos con azúcar añadida, limitar los postres altos en azúcar y calorías, a una o dos veces por semana y consumir al menos ocho vasos de agua diariamente.
Un nutricionista le podrá realizar un plan de alimentación individualizado para un mejor manejo de la condición. Recuerde, usted tiene el control para hacer de la nutrición un estilo de vida.