Hoy se decidirá el futuro de los homosexuales en Uganda, por causa de la votación que celebrará el parlamento de ese país a favor o en contra de una ley que propone castigar a quienes practiquen esta conducta a una pena de no menos de siete años de reclusión.
Durante los días lunes y martes de esta semana un comité del parlamento de este país, celebró vistas para reconsiderar la conocida ley “anti-homosexuales” que se propusiera por primera vez en el 2009. Esta medida provocó gran controversia mundial ya que originalmente proponia la pena de muerte para tales personas.
El autor del proyecto de ley, David Bahati relató a “The Associated Press” que los proponentes habían desistido de la intención de que se buscara tal pena. Sin embargo, poco se sabe sobre las disposiciones finales, puesto que desde el viernes pasado se debate sobre la controversial ley. Hasta que no se lleve a votación, sectores en defensa de los homosexuales a nivel mundial se mantienen en vilo, puesto que por la presión de sectores conservadores se podría mantener en pie la radical pena.
Martin Ssempa, pastor anti-homosexuales y uno de las principales voces a favor de la ley, expresó que es importante que el parlamento lleve a cabo la discusión, pues “la homosexualidad está matando a nuestra sociedad”. Ssempa también recomendó al comité que los homosexuales declarados culpables encaren una pena de hasta siete años de prisión.
Por su parte el obispo anglicano Christopher Senyonjo, expresó que la medida no detendrá la homosexualidad, sino que provocará la proliferación del sida, puesto que los infectados no se atreverán a buscar tratamiento.
La comunidad ativista Avaaz realiza una petición de firmas para detener el proyecto. Estos esperan alcanzar el millón de firmas, antes del día de mañana, momento en que se conocerá la decisión final del parlamento. Al momento 765,283 personas han firmado la petición.