En el año 2011, la banda canadiense de rock alternativo Arcade Fire, dejó a una industria entera sorprendida al ganarse el premio Grammy para el Mejor Álbum del Año por su tercer colección, The Suburbs, triunfando sobre íconos del pop contemporáneo como Katy Perry y Lady Gaga.
Dos años después de una desaparición mediática posterior a su éxito, la banda liderada por el matrimonio de Win Butler y Regine Chassagne lanzó su cuarta adición a su discografía, el álbum titulado Reflektor, un viaje bailable de dos discos que visita vagamente el mito de Orfeo y Eurídice.
El grupo decidió recurir al elemento sorpresa para anunciar su disco empleando publicidad en arte urbano para finalmente lanzar el primer sencillo que lleva el mismo nombre que la colección. El sencillo reveló un lado genialmente rítmico que aún no se había conocido de Arcade Fire.
Producido por James Murphy de LCD Soundsystem, la canción usa líricas bilingues, un bajo divertido y un tempo bastante rápido para evocar inteligentemente un sentido de atrapamiento entre una pareja (posiblemente Orfeo y Eurídice).
En los temas We Exist y Normal Person, la banda canta sobre problemas existenciales, falta de lealtad e identidad retomando un poco la temática del disco anterior, The Suburbs. Mientras que The Suburbs tiraba un aire de Americana, clímax épicos y pianos “rag-time”, en Reflektor los temas se vocalizan con un aire de fiesta sintética.
Aunque resulta un disco bailable, la primera mitad de la colección es la más “paricera” en cuanto a melodías. You Already Know con su tempo juguetón, Joan of Arc con el bajo más sensual que ha empleado Arcade Fire y Here Comes the Night Time visitando un ritmo a la reggaetón levantan a Arcade Firea otro nivel musical.
Entrando a la segunda mitad del disco, todo afloja el paso.
Here Comes the Night Time II retorna a la lírica empleada en la canción del mismo nombre de la primera mitad pero con un sonido electrónico y suave. El dúo de Awful Sound (Oh Eurydice) y It’s Never Over (Oh Orpheus) le da el toque mitológico al álbum. El tema no sólo cuenta las tribulaciones de los griegos sino que da cuerpo a una metáfora amorosa del matrimonio de Butler y Chassagne que termina con Afterlife, se donde se preguntan si se puede arreglar todo.
En toda su carrera, Arcade Fire nunca ha dado un viraje que no debió haber dado. Para este punto, Arcade Fire puede seguir la línea de Here Comes the Night Time y sacar un disco completamente tropical. La industria lo aceptaría. Después de ganar el Grammy y provocar una página de red social titulada Who the fuck is Arcade Fire ni el cielo es el límite.
De la muerte a la falta de fe y de los suburbios a los mitos griegos, Arcade Fire nos cuenta historias que llenan el corazón y la imaginación. Acompañados con una música brillante, estos cuentos cobran una vida increíble, que probablemente provocarán que ganen otro Grammy para dejar al público popular atónito una vez más.