Habla con firmeza y coherencia. Tiene 21 años, pero la madurez necesaria para el puesto que carga. Mueve sus manos y mira hacia el suelo al responder las preguntas, quizá buscando entender las situaciones que le ha tocado vivir.
Como muchos, Danilo Pérez Rivera –presidente del Consejo General de Estudiantes (CGE) de la Universidad de Puerto Rico (UPR) en Cayey y secretario general de la Confederación Estudiantil Nacional (CEN)– ha tenido que hacer grandes sacrificios, como dejar de proseguir estudios graduados en Italia, para luchar por lo que actualmente recibe: una educación pública.
Probablemente, eso lo ha llevado a no tener miedo en asumir posturas en contra del millonario recorte al presupuesto de la UPR –$450 millones menos para el 2021; es decir, más de la mitad de lo que recibe la institución de la aportación estatal actualmente– y, entre otras cosas, aspirar a que las voces de los estudiantes del Sistema UPR alcancen un mismo tono.
El estudiante de Química decidió asumir la presidencia del cuerpo estudiantil, porque percibía que los alumnos no se veían en sus líderes. Por ello, le gustaría pensar “que hay una nueva confianza en el CGE y que los estudiantes se sienten bien representados y en buenas manos”.
Antes de llegar a la máxima silla del CGE ocupó varios puestos en el organismo, entre ellos la secretaría. En ese tiempo, reconoció, ha visto un cambio en el estudiantado, al que describió como uno más activo.
“Anteriormente había un problema para lograr el quórum y por el momento no hemos tenido ese inconveniente. Hemos triplicado el quórum requerido. Vemos un estudiantado muchos más motivado a participar, interesado en informarse y eso es muy positivo”, aseguró el torito.
Sin miedo a las posturas
El tema del recorte de los $450 millones al presupuesto de la UPR ha generado mucha controversia entre el estudiantado de las once unidades. Una de las funciones del presidente del CGE es informar a los alumnos para que ellos tomen las decisiones, por lo que las posturas de quienes ocupan esa silla no deberían intervenir. Sin embargo, Pérez Rivera difiere con esa llamada “neutralidad del liderato”.
“Yo creo que eso viene del consejal estudiantil que se queda en su oficina buscando información. Si el estudiantado conoce quién lo está representando, tiene que elegirlo a base de los valores y las posiciones que va a asumir ese presidente. Yo nunca he temido en dar mi postura, que es una oposición total a los recortes. Entiendo que no van en beneficio ni en búsqueda de eficiencia para la UPR”, señaló el joven.
“Y eso está evidenciado cuando se le pregunta a la Junta de Control Fiscal (JCF) y a la Autoridad de Agencia Fiscal y Asesoría Financiera (Afaaf) por qué $450 millones en recortes al presupuesto de la institución. No hay una verdadera respuesta más allá de cuadrar la caja del gobierno. Un gobierno que ha permitido gastos ridículos en los municipios y en otras agencias. Esto ni es una opción”, agregó vehementemente.
Ante la debacle que enfrenta el primer centro docente del país, el presidente del consejo cayeyano está de acuerdo con los profesores que se oponen al cierre de la institución. Empero, lo que sí apoya es que haya un receso de labores académicas. Según Pérez Rivera, la universidad cuenta con académicos, empleados y estudiantes capaces de dar propuestas para reducir o eliminar los recortes al presupuesto de la UPR.
“Es imposible, con lo atareado que están tanto los estudiantes como los profesores, continuar con las clases y poder ejecutar las tareas que son necesarias. No cerremos la universidad pero vengamos a trabajar a ella, y eso significa trascender el salón de clases y llegar a otro tipo de modelo de aprendizaje”, explicó.
Sin exenciones y sin acreditación: las preocupaciones de los estudiantes
Una de las preocupaciones de los estudiantes del campus torito son las exenciones de matrícula que propone el plan fiscal de la UPR. Pérez Rivera indicó que ya de por sí la administración de la UPR en Cayey las ha minimizado, y ahora teme que el éxito que han logrado los equipos deportivos de la unidad se vea afectado por los recortes.
Otra preocupación es el tema de la acreditación de la UPR por parte de la Middle State Commission on Higher Education (MSCHE), que recientemente envió una carta advirtiendo sobre la posible remoción de la acreditación.
Pérez Rivera se cuestiona qué precisamente significa el diploma de una universidad no acreditada.
“Mi respuesta a eso es que, aun cuando se ha tergiversado el discurso de que los paros o la huelga son los que ponen en riesgo la acreditación, creo que la MSCHE está clara en que los recortes que se están proponiendo son los que principalmente atentan contra la acreditación”, apuntó.
Al mando la Asamblea Nacional de Estudiantes
Como adelantamos, además de liderar el CGE de la UPR en Cayey, Pérez Rivera es secretario general de la CEN, lo que significa que presidirá la Asamblea Nacional de Estudiantes el próximo 5 de abril.
Aunque admite que será retante, el líder universitario descansa en que el proceso se beneficiará de la disposición de los estudiantes que se quieren expresar ese día. Además, confía en que los estudiantes estarán organizados porque ya han pasado por una serie de asambleas “y vienen listos para definirse. Así que contaré con el apoyo de todos los estudiantes que van a hacer el sacrificio de llegar al [Coliseo] Roberto Clemente y será todo un éxito”, expresó.
Pérez Rivera añadió que espera que las 13 instituciones que están convocadas, independientemente de sus posturas particulares, puedan articular una sola voz.
“Que con orgullo ruja el león, cante el gallito y que todas esas voces se unan y definan una postura particular de los estudiantes que reciben la educación pública de Puerto Rico y que quisieran que las próximas generaciones también la reciban”, convidó.
Dispuesto a grandes sacrificios
Como es de imaginar, tener este tipo de puesto no es tarea fácil. Son muchos los sacrificios que los representantes estudiantiles realizan, y Pérez Rivera no ha estado exentos de ellos.
El futuro químico fue invitado a la Escuela Internacional de Estudios Avanzados en Italia. Ya había hablado con sus profesores para adelantar los cursos, poder graduarse a tiempo y empezar en abril en esos lares europeos. Mas al ver el inicio de las asambleas, tuvo que informarle a la escuela que no iba a poder estar con ellos.
“Ese ha sido el sacrificio principal que hice y estoy dispuesto a asumir más sacrificios. Obviamente tengo mi graduación ahí al lado y busco continuar estudios graduados pero estoy dispuesto a sacrificarlo todo si eso significa asegurar la educación de las próximas generaciones y el bien de Puerto Rico”, puntualizó.