La violencia contra la mujer no suele asociarse con historietas, pero una editorial francesa consideró que sería un medio "perfecto" para crear conciencia sobre la temática y llegar a mucha gente.
El resultado fue “En chemin elle rencontre…” (En el camino, encuentra…), una colección de historietas editada por Marie Moinard, dibujante y directora de la pequeña compañía Des ronds dans l’O.
En colaboración con el capítulo francés de la organización de derechos humanos Amnistía Internacional, Moinard presentó la segunda edición del libro de historietas el lunes en la víspera del Día Internacional de las Mujeres.
El encuentro reunió a dibujantes, una cantante francesa, una psiquiatra que trabaja con víctimas de violencia y otros artistas defensores de los derechos femeninos.
“El libro se inspira en la fuerte convicción humanista de que hay que frenar la violencia y respetar la equidad entre hombres y mujeres”, indicó Moinard.
Las tiras cómicas, en francés “bandes dessinées” o BD, son muy populares y atraen a todo tipo de público, sin distinción de “edad, género, clase o color de piel”, explicó. Por ello es un medio útil para sensibilizar a los lectores sobre cuestiones serias y difíciles de tratar.
El título “En chemin…” deriva de una canción infantil francesa sobre una niña que se cruza con cuatro varones en un camino. Cada uno le toca una parte distinta del cuerpo. El relato da a entender que ella disfruta de la violación. Uno de los versos dice “los hombres son cochinos”, pero a las “mujeres les gustan”.
“Es una canción que los niños cantan cuando van de campamento”, indicó Muriel de Gaudemont, portavoz de Amnistía Francia. “Yo solía cantarla. La letra ilustra una mentalidad que responsabiliza, en parte, a las mujeres de la violencia que sufren”, explicó.
La historieta espera transformar precisamente esa idea, dijo.
El libro apunta a mostrar claramente las consecuencias que la violación, la agresión verbal, la crueldad doméstica y otro tipo de violencia tienen para las mujeres. También se concentra en los derechos legales con imágenes que llaman a la reflexión.
“La representación de la temática es discreta, no voyeur”, señaló De Gaudemont. “No es para gente que quiera ver el horror en detalle. Se evoca más de lo que se muestra gráficamente. Se ve el drama que sufren las mujeres, como la depresión y las pesadillas, pero como resultado de la violencia”, apuntó.
Las situaciones extremas que soportan muchas mujeres son uno de los “mayores escándalos” en materia de derechos humanos, remarcó De Gaudemont.
“En todas partes del mundo suelen ser víctimas de humillación, violación, mutilación, asesinato o carecen de acceso a la salud”, explicó. “También hay mucho para hacer en Francia”, remarcó.
Una de las partes del libro está basada sobre la letra de una perturbadora canción sobre el incesto de la artista francesa Agnès Bihl, quien, a menudo, trata temas delicados.
La canción se llama “Touche pas à mon corps” (no toques mi cuerpo). La historia, ilustrada por la artista Nathalie Ferlut en rojo y negro, llama la atención del lector sobre el impacto del incesto en el niño o la niña.
En la presentación del libro, la actuación de Bihl movilizó a la audiencia, tanto por la letra como por su representación. El “narrador” es un niño o una niña que le pide al padre que ama que no haga lo que está haciendo.
“Soy mujer y lucho por los derechos femeninos”, dijo a IPS la cantante parisina de 36 años. “No quiero ser neutral, soy consciente de que pertenezco a una minoría de mujeres que en este planeta goza de libertad de expresión y quiero usarla”, indicó Bhil, quien añadió que fue un honor participar en el proyecto.
“Hay que sacar a la luz pública el problema de la violencia contra mujeres y niñas”, indicó.
“Los niños y niñas deben saber que el incesto no es normal”, remarcó. “Tenemos que tratar de que no sea un asunto tabú. Es una situación terrible así como el hecho de no poder hablar al respecto”, añadió.
Siempre que canta esa canción hay personas se le acercan a contarle su experiencia. Dos niños que la escucharon le dijeron a su madre que su padre había abusado de ellos, dijo a IPS.
“Quiero que cuando las personas víctimas de incesto escuchen la canción o lean la historieta sepan que no están solas”, señaló Bihl. “Y para la gente que no lo vivió, deben saber que puede pasar en sus familias”, remarcó.
Entre los 24 artistas, 12 hombres y 12 mujeres, que participaron en el proyecto, el dibujante Pat Masioni presenta una historia sobre la situación en África central y otras partes del continente.
El personaje central de la historieta Masioni es Maya, quien sufre de agresiones físicas y verbales. La última viñeta es negra y representa la muerte de su dignidad.
“Con ella quiero homenajear a todas las mujeres anónimas del este de República Democrática del Congo que están vivas y muertas a la vez, víctimas de la vergonzosa violencia existente”, escribió Masioni en la introducción