Juan Carlos Núñez no se había quitado el sabor de champán de la boca cuando ya empezaban los problemas. Las Llaneras de Toa Baja, comandadas por el bestial ataque de Aury Cruz y la importada Cassie Bussie, habían retornado a la cima del Voleibol Superior Femenino (VSF) conquistando el cetro nacional de la pasada campaña, pero lo que se avecinaba no lucía muy esperanzador. Quizás por eso es que Núñez anda un poquito sorprendido ante el dominio aplastante de sus muchachas en la temporada 2010. “Es que este año no tuvimos casi pretemporada. Nuestra preparación antes de que iniciara el torneo no fue la mejor, tuvimos una pretemporada bien atropellada, bien mala”, dijo el experimentado dirigente en entrevista con Diálogo. Sus palabras se quedan cortas ante lo cuesta arriba que fue la pretemporada de las Llaneras. Su refuerzo estelar, Bussie, tuvo que operarse durante la temporada muerta para arreglar un menisco de una de sus rodillas, operación que ya había sufrido anteriormente. El cambio de fecha del torneo, obligado por la Federación Internacional de Voleibol para acomodar los certámenes internacionales lo dejaba sin esperanza de que Cruz, pieza angular de años de las Llaneras, llegara para la postemporada, pues tenía compromisos en la Liga de Italia. “Para colmo, esos mismos cambios en el itinerario del torneo hizo que no pudiera entrenar a la capacidad que debía previo a la temporada. En esto, es importante tener una buena pretemporada, por más química que tenga el equipo, pues es ahí cuando te das cuenta realmente de los ajustes que tienes que hacer”, puntualizó Núñez, un ex dirigente de la selección nacional. Dialogamos con Nuñez un día antes de la fecha límite para los cambios de refuerzo. Se encontraba tranquilo, en el tope de la tabla de posiciones del torneo con foja de 24 ganados y apenas un revés, con la primera etapa de la postemporada a la vuelta de la esquina. Sin embargo, no andaba confiado. “Sé que este año los equipos están muy mejorados, que vienen reforzándose también a última hora, como, por ejemplo, Caguas, que trajo a Nancy Metcalf, Angie Pressey, nuestra refuerzo del año pasado, fue contratada también por Corozal, y sabrá Dios qué más podría suceder al borde de la fecha límite para cambiar refuerzos. Creo que tenemos lo necesario para llegar a la final, pero no será fácil”, apostilló. No obstante, el que mira la tabla de posiciones y la manera en que Toa Baja ha dominado este año podría cuestionarse cuál ha sido la constante de las Llaneras durante una temporada en la cual ha habido sorpresas en la competición como las noveles Lancheras de Cataño, que persiguen a las toabajeñas por el puntero, y en la cual cualquier equipo es mejor que cualquier otro en cualquier noche. La respuesta es sencilla: Yeimily Mojica. “Yo digo que como vaya Yeimily, así van las Llaneras”, dijo en alusión a su estelar acomodadora, posiblemente la jugadora más valiosa este año de su sexteto, aún cuando los números ofensivos quizás así no lo digan. Al cierre de esta edición, Mojica figuraba cuarta en acomodos con 196 en 75 parciales jugados “A sus 19 años de edad, ha logrado subir su juego a un nivel muy alto. Por ejemplo, el año pasado sus acomodos tenían que ser altos o rápidos, este año eso ha cambiado, pues con las refuerzos Stacy Gordon, que entró por Aury, y Jennifer Thomas, el juego se torna un poco más metódico”, explicó. “Y ella ha logrado adaptarse de gran forma. Hay que recordar que en este equipo no hay ninguna jugadora que todos los días me anote más de 20 puntos. Aquí, mis cuatro jugadoras ofensivas se dividen la labor. Como yo digo, aquí todo el mundo participa del bizcocho y para participar del bizcocho hay que jugar bien defensivo, tener muchos toques de bola durante en el partido y ahí es que yo digo que Yeimily toma control del juego”, dijo Núñez, uno de los más exitosos técnicos del actual siglo. Núñez recalcó que no se preocupa por el hecho de que dos de sus refuerzos no hayan participado en el campeonato anterior como lo hizo Bussie, pues “Gordon tiene experiencia de campeonato con Caguas y Jennifer viene de ganar una medalla de plata en las Olimpiadas con Estados Unidos”. Lo que sí es innegable es que Núñez es experto en convertir equipos atribulados en campeones. Lo hizo con Toa Baja el año pasado, igualito que lo hizo casi una década atrás con las Gigantes de Carolina, con quienes ganó tres campeonatos en cuatro años. Claro, para preguntarle si puede ganar tres títulos corridos con Toa Baja, faena que jamás se ha logrado en el VSF, habría que esperar a que acabe el torneo. “De eso me tendrías que preguntar el año que viene”, rió. “Pero si me mantengo saludable, tengo grandes posibilidades de llegar a la final. Las muchachas están motivadas, este equipo ya engranó y en nuestro juego en equipo se nota. Vamos punto a punto. Y si llega el campeonato, lo recibimos con mucho gusto, pues para eso es que hemos trabajado”, apuntó.