La Asociación de Documentalistas de Puerto Rico (AdocPR) cerró su 4ta jornada con el estreno del documental “Y no había luz: Una mirada interna a un grupo de teatro”. Dirigido por Nami Heldfeld y Pedro Bonilla, el trabajo se adentra en la vida de los integrantes del grupo: Franciso Iglesias, Julio César Morales, Nami “Beba” Heldfeld, Yari Heldfeld, Yussef Soto Villarini, Carlos “Gandul” Torres y Pedro Iván Bonilla.
El documental sí muestra una mirada interna, pues le permite al espectador tener acceso al espacio íntimo del grupo, así como a entender lo que conlleva ser parte de un colectivo teatral. Durante el filme, cada uno de ellos explica la razón por la que decidieron formar parte del grupo y también hablan de los romances que han surgido, y de cómo el grupo se ha visto afectado por los mismos.
Se presentaron pedazos de varias obras y cortometrajes llevadas a cabo por el grupo teatral. Aunque estas pequeñas presentaciones alargaron el documental, una de las mejores escenas fue el pedazo del cortometraje Para Volar, que participó en el Cine Fiesta 2012 y ganó el Premio Nacional-Extranjero. Las imágenes y la historia del mismo llamaron la atención del público.
Asimismo, mostrar un pedazo de la obra Romeos y Julietas, mientras explicaban como Nami y Julio se conectaron sentimentalmente en la misma, le dio un toque romántico al documental, ya que mientras el espectador escuchaba a Julio narrar la historia, podía seguir visualmente la escena de él y Nami en la obra.
Sin embargo, la cantidad de fragmentos presentados se pudo haber limitado. Se invirtió mucho tiempo explicando los dramas causados por los romances. En cierto punto del documental gran parte del diálogo estuvo dirigido a las antiguas parejas que forman parte del grupo, algo que no aporto mucho a la producción. Quizá invertir más tiempo tanto en los datos biográficos de los integrantes y abundar en el origen y futuro de Y no había luz podía mejorar la producción.
A pesar de que el documental sorprendió a los espectadores con su contenido, que permite apreciar la cotidianidad detrás de estos talentosos actores, -dado a que el documental tiene como protagonistas a un grupo teatral- se esperaba mayor creatividad en las escenas y diálogos.
Por otro lado, el público agradeció la confianza con la que Y no había luz se expuso. El grupo que lleva 10 años dio cátedra de lo importante que es colaborar y formar parte de un colectivo. Porque las vivencias de las que se hablan en el documental son un ejemplo de que las situaciones se pueden separar a la hora de trabajar, y más cuando hay profesionalismo de por medio.