El pasado mes la ex gobernadora, Sila María Calderón, anunció una serie de planteamientos para combatir el problema de violencia de género que enfrenta el país. Durante una conferencia de prensa en el Centro para Puerto Rico de la Fundación Sila M. Calderón, la ex mandataria presentó unas iniciativas trabajadas en colaboración con estudiantes y profesores Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras.
La doctora Margarita Ostolaza, ex senadora y actual coordinadora del Consejo de Asuntos de la Mujer, indicó que el proceso comenzó hace dos años.
“La gobernadora hizo una convocatoria luego de que las feministas declararan una moratoria cuando se disparó el asunto de la violencia de género. De ahí, se decidió llevar a cabo un proyecto de educación preventiva dirigida a todos – niños, adultos, hombres y mujeres”, expresó la doctora.
La primera medida es una campaña mediática que llevó a cabo la creación de un portal (Portal para la mujer) “para que las mujeres puedan conectarse y acudir a las organizaciones que las ayudan en momentos de crisis”, según Ostolaza. Los profesores Eliut Flores Caraballo, Carlos Suárez Balseiro y Sergio Chaparro Univazo, de la Escuela Graduada de Ciencias y Tecnologías de la Información, estuvieron a cargo de la actualización del mismo junto a un grupo de más de 60 estudiantes.
El profesor Chaparro indicó que la diversidad de los talentos de sus colegas y estudiantes presentó una oportunidad única para ayudar al Centro para Puerto Rico a mejorar la diseminación de información para concientizar al ciudadano sobre la violencia de género.
“Los tres profesores entendemos que la educación, sobre todo la educación profesional, debe ser práctica, es decir, debe estar perfectamente alineada con la realidad y con el campo en el cual esta persona va a trabajar. Este proyecto les permitió a los estudiantes convertirse en maestros a través de la experiencia, además de ponerlos en contacto con los problemas de la vida diaria de todos los ciudadanos”, señaló.
También, enfatizó la importancia de las instituciones educativas como agentes de cambio y estableció las metas del proyecto.
“El Estado, la Universidad y la educación en general deben preocuparse muchísimo por educar y concientizar a las masas. Nosotros esperamos que esta información se pueda diseminar de la mejor manera posible para todo el mundo – las víctimas, sus amigos, sus familiares y todos los que estamos alrededor”, expresó el profesor.
Finalmente, habló de cómo su propia participación lo ayudó a entender mejor el problema de la violencia de género en Puerto Rico y se mostró sumamente satisfecho con la labor de su grupo de trabajo.
“Hasta este proyecto, yo no tenía una idea clara del nivel ni las características de la violencia de género. Por lo tanto, esto es evidencia de cómo la tecnología de información y las gestiones de conocimiento pueden crear herramientas para concientizar y para educar”, dijo.
Además de la campaña mediática, el profesor y arquitecto Elio Martínez-Joffre, de la Escuela de Arquitectura de la UPR, presentó una propuesta elaborada junto a estudiantes de su facultad mediante la cual se restaurará el albergue Hogar Ruth.
“Empezamos a trabajar el año pasado junto al Hogar. Evaluamos el espacio, nos entrevistamos con los trabajadores sociales y pasamos por un proceso de presentación de ideas junto a un grupo de 15 o 16 estudiantes. Después de analizar las ideas, se presentó un proyecto que enfatiza la privacidad, la relación con el medio ambiente y la iluminación natural para crear un entorno más agradable y llevadero”, comentó.
Según el profesor, la arquitectura es capaz de devolverles la autoestima a las víctimas de una crisis. “Las modificaciones al albergue aprovechan el clima tropical de la Isla para engendrar unas facilidades más relajantes. Esto es sumamente importante, ya que el proceso de realojo es una experiencia muy traumática para las víctimas de abuso”, expresó el arquitecto.
Al igual que el profesor Chaparro, Martínez-Joffre indicó que el proyecto le brindó la oportunidad de aprender sobre la violencia de género y considera que la experiencia les provee a sus estudiantes una excelente preparación para el futuro.
“Al trabajar en esto, uno va a aprendiendo lo que es el maltrato. Hay que pararlo, pero primero hay que entenderlo. Por lo tanto, queremos reforzar la responsabilidad social de los futuros arquitectos, crearles sensibilidad y formarles carácter”, añadió.
Por su parte, Ostolaza dijo que la meta del proyecto es que el Hogar Ruth sirva como modelo para los demás albergues de la isla.
“Desafortunadamente, los albergues parecen cárceles. Nosotros queremos hacer un modelo diferente y hemos trabajado la planta física para que las mujeres tengan un ambiente de hogar. Nos comprometimos a realizar esto en un año y lo logramos”, concluyó.