War for the Planet of the Apes es un experimento interesante para el cine. El hecho de que gran parte de la película es muda y de que sus protagonistas son simios virtuales, no obstaculiza las ambiciones del filme. La producción logra ser una película de guerra, ciencia ficción, crítica política y parábola científica. Aunque sufre de algunos clichés del género, War for the Planet of the Apes es un posible cierre exitoso para la serie.
Al igual que las anteriores, en War seguimos a Caesar, el primer simio en desarrollar habilidades humanas. Trágicamente, su esposa e hijo son asesinados, esto lo lleva a buscar venganza contra los responsables. La ira conduce a Caesar y a los demás simios a un trayecto oscuro, en donde tendrán que escapar de un campo de trabajo forzado y luchar en contra de los hombres para poder sobrevivir. Si la trama parece demasiado simple, confieso que la primera hora lo es. Es más, me atrevería a decir que la primera hora puede ser hasta un poco aburrida. Sin embargo, la segunda mitad tiene varios giros —que no debo revelar— que la rescatan del tedio.
De todas las entradas de la serie, esta nos presenta un Caesar más complejo. A través de toda la saga, vemos como este personaje evoluciona. Pero en este filme, sus conflictos internos lo llevan a ser un personaje multidimensional.
La complejidad de los personajes no se limita a Caesar. Las relaciones entre los simios es uno de los factores más interesantes del filme. War for the Planet of the Apes presenta grupos familiares, parejas románticas, relaciones paternales realistas y hasta la relación de simios que prefieren ser fieles a los humanos, aun cuando han abusado de ellos.
Como antagonistas tenemos a los humanos. Su líder es un implacable militar conocido como el Coronel. Woody Harrelson interpreta muy bien a este villano. Su personaje es frío, calculador e imposible de defender. El objetivo final de todos sus abusos en contra de la raza simia es mantener a la raza humana en la cúspide de la pirámide del reino animal.
La lucha de poder entre las especies es muy paralela a los conflictos raciales en la historia de Estados Unidos. Un dato muy interesante en esta película es que el Coronel insiste en la necesidad de levantar un muro. Es imposible oír esto sin pensar en el queridísimo presidente Trump. Es posible que este elemento pueda ser frustrante para un público que intenta escapar de las desgracias de la realidad. Esta producción no es la primera película que intenta sermonear en contra de las políticas de Trump, pero dado el contexto y la historia, War logra proveer una posible explicación a políticas prejuiciadas.
La combinación de buenos efectos especiales resultan en una experiencia sensorial que podemos disfrutar aun cuando no amemos la historia. Dado a que estos simios se comunican con lenguaje de señas, la música toma el primer plano. Las composiciones de Michael Giacchino logran ser igualmente intensas como conmovedoras.
Los guionistas, Mark Bomback y Matt Reeves, crean una obra con buenos personajes, pero tengo que reconocer que la trama de War for Planet of the Apes pudo ser mejor. Considero que, aunque sí es exitosa en general, mucho de lo que ocurre es muy estándar, como sucede en las películas de acción. En general, diría que es una trama mediocre, que buenos escritores lograron dignificar.
War of the Planet of the Apes no es la mejor de la serie. Ese honor se lo lleva la original del 1968. War sí puede ser la más ambiciosa de la serie. El filme evita ser otro desastre de todos los que ha tenido este verano (los señalo a ustedes The Mummy y Baywatch). Si es la última película de la trilogía (lo cual dudo mucho), Fox y los cineastas pueden estar orgullosos de su trabajo aquí.