Gracias a las telenovelas, las películas y hasta algunos anuncios es muy fácil el poder detectar cuáles son las diferentes señales que delatan el adulterio sin ni siquiera haber pasado por la experiencia. Pero hasta la infidelidad ha evolucionado con la tecnología, y muchas redes sociales y artículos tecnológicos se han vuelto cómplices de esta práctica mal vista por la sociedad. Por lo que miles de personas han dejado de enfocarse en la trillada marca de lápiz labial o el olor a perfume de hombre en las vestiduras de sus parejas, para examinar el pequeño aparato electrónico que llevamos en nuestros bolsillos a todos lados, incluso hasta el baño. ¿Será que el celular se volvió un soplón?