Dejamos lo mejor para el final. Con esta última entrega finalizamos la serie especial sobre la lucha libre de Diálogo y NotiCel.
En esta ocasión, nos adentramos en el antes, durante y después de lo que es un evento de lucha libre. Y qué mejor que hacerlo detrás del lente del fotoperiodista Carlos Rivera Giusti, con un ensayo fotográfico. Gracias a la gente de la World Wrestling League (WWL), pudimos presenciar los pormenores del evento WWL ‘Insurrection’ en la cancha Pepín Cestero de Bayamón. Pudimos ver los distintos personajes previo a su salida al cuadrilátero y dentro de él. Es alrededor de ellos y de las historias que producen que se desarrolla un programa de lucha libre profesional.
¿Qué es un ‘gimmick’?
A los personajes, por ejemplo, se les llama ‘gimmicks’, que en español se traduce como “truco”, pero que realmente alude a las características que tal o cual personaje posee.
Hay diversos, algunos tipo superhéroe, como es el caso de Prince Zander, que parece sacado del juego de video Mortal Kombat, o de villanos del más allá, como pudiese establecerse con el mastodonte Monster Pain o con el infernal Spectro.
Hay otros que, simplemente, son ellos mismos. Tal es el caso del luchador canadiense Shane Sewell, quien se presenta como un extranjero que ama a Puerto Rico. El personaje de Dennis Rivera, por ejemplo, cita a Betances y se basa en buscar la justicia y la equidad para los luchadores a los que considera obreros. Además, desdeña los “abusos” del dueño de la empresa, es decir, el patrón. Tanto Shane como Dennis, Noel Rodríguez o el mismo dueño de la empresa, Richard Negrín, usan sus nombres verdaderos.
Entonces hay otros como Barbie Boy, cuyo nombre real es Pablo Alequín.
“Barbie Boy es un personaje homosexual, pero yo no soy homosexual”, indica Alequín, previo a vestirse y maquillarse para luchar como Barbie Boy.
Las preguntas eran obligadas. ¿Y no recibes críticas? ¿Qué piensa la comunidad LGBTT de tus acciones en la lucha libre profesional?, le cuestionamos.
“Pues la mayoría de los homosexuales o personas de la comunidad LGBTT que me han visto me han felicitado. Sé de gente de la comunidad que van a las luchas. Yo hago esto con mucho respeto. En México, por ejemplo, hay ya varios luchadores con personajes parecidos al de Barbie Boy. Yo lo hago con respeto y lo que quiero mostrar es que hay espacio para todos en el mundo de la lucha libre. De hecho, este personaje es uno de los más queridos por la fanaticada y siempre me respaldan. En la lucha libre yo soy de los técnicos, es decir, de los buenos”, apuntó.
Para ver más sobre la homosexualidad y las masculinidades en la lucha libre y las tradiciones de los luchadores “exóticos” en México, pulse aquí y vea una historia publicada en NotiCel en 2013, cuando el luchador de WWE, Darren Young, anunció su preferencia sexual.
No importan las críticas que puedan surgir con tal o cual personaje, los luchadores defienden su profesión a capa y espada. Luchadores veteranos como Stefano y el Paparazzi explicaron que “en la lucha libre, nosotros tratamos de dar un reflejo de lo que es la sociedad”.
“Por ejemplo, mira a los raperos. Hay raperos que te cantan de la calle, de cómo están las cosas en Puerto Rico. De lo que viven. Pues nosotros también”, acotó Stefano. Sobre estereotipos en la lucha que pudieran ser interpretados como homofóbicos o xenofóbicos, Stefano, quien posee un bachillerato de la Escuela de Artes Plásticas, dijo que “lo que se ve aquí es algo que se ve en todos lados”.
“Otra cosa es que la gente cree que la lucha libre solo hay gente bruta. No saben que hay muchos aquí con estudios universitarios. Y lo que hacemos es entretener a la gente, no hacemos daño a nadie. Es más, montar lucha libre es como montar una telenovela”, interpuso Stefano.
“No estamos presentando nada que uno no vea cuando prende el televisor a ver las noticias o cuando pones la radio a oír este o el otro programa”, agregó Paparazzi, “enemigo” acérrimo de Stefano.
Mientras tanto, hay otros personajes como el estadounidense Balls Mahoney, quien fue traído para combatir por el campeonato extremo en un tipo de luchas que se caracterizan por usar cuanto utensilio hay alrededor del ring, desde sillas y mesas hasta alambres de púas, bates, etc. Este tipo de lucha se hizo famosa en Estados Unidos en la década de los noventa, pero muchos consideran a Puerto Rico como la cuna de la misma gracias a los sangrientos combates que leyendas como Carlos Colón, Abdullah the Butcher, Los Pastores, Terry Funk, Chicky Starr y el Invader #1 protagonizaron en los ’70 y ’80.
“Lo mejor de ese tipo de luchas en las que yo estoy es que me puedo dar en la madre con cualquiera, y con lo que sea. Y eso a mí me encanta”, expuso.
Mahoney, curiosamente, dijo que no cree que en la lucha libre haya un bueno y un malo, como siempre se ha intentado manifestar, pero esa interpretación la logra gracias a sus creencias religiosas. “Es que yo soy satanista. No creo que hay bien o hay mal”, apostilló Mahoney.
Otros personajes que vimos fueron La Conexión Árabe, compuesta por dos boricuas que personifican a estereotipos de Medio Oriente, llamados Hardam Kadhaffi y Zaeri Arafat, junto a su manejador palestin-riqueño, el Imán Ali; Erick Scorpion, “que viene desde lo más profundo de la oscuridad”; el ‘Machetero’ Joseph RPM, “quien lucha por la dignidad de los puertorriqueños”; Thunder & Lightning, que pudiesen catalograse como superhéroes criollos sacados de Marvel; “El Sensacional” Carlitos, un joven humilde de los campos de Puerto Rico que hasta descalzo lucha; Dimes “El perfecto 10”, un chamaco extrovertido y con ínfulas de superioridad; y el fenómeno BJ, un rapero que no vacila a la hora de improvisar.
A continuación, presentamos el mini documental audiovisual realizado por NotiCel y Diálogo. De igual forma, pulse aquí para ir a NotiCel, donde habrá otro ensayo fotográfico del laureado fotoperiodista Carlos Rivera Giusti. Tanto ese ensayo fotográfico como el recién presentado en Diálogo trata sobre los personajes y las historias de la lucha, y de cómo se lleva a cabo el performance de este espectáculo en el Puerto Rico del siglo XXI.
Mire las otras historias de Diálogo y NotiCel sobre el mundo de la lucha libre:
La Rosa Negra y las espinas de la lucha libre
Claman por un nuevo reglamento en la lucha libre
Ese frenesí del fanático de la lucha libre boricua
El luchador que planchó a la Hepatitis C
La lucha libre, lo “justo” y Betances