David Bernier se acababa de bajar del avión que lo trajo de La Habana. Entre los primeros respiros que le daba a su patria se notaba el optimismo de que la delegación cubana confirme pronto su asistencia a los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 2010. Y también suspiraba sobre la preocupación de que aún el trabuco deportivo caribeño no ha confirmado del todo su participación en la versión mayagüezana de la justa atlética regional más antigua del mundo. “Estamos optimistas, pero reconozco que esto es un proceso de todos los días”, dijo Bernier a Diálogo Digital desde su teléfono móvil apenas segundos después de pisar tierra puertorriqueña. “Son muchos los intangibles, es un proceso de todos los días, un proceso complejo. Pero hay que subrayar que el ánimo está ahí y que en su interés no está perderse Mayagüez 2010”. El joven presidente del Comité Olímpico de Puerto Rico (COPUR) viajó a Cuba a principios de semana junto al secretario general del organismo y director de la Liga de Baloncesto Superior Nacional (BSN), Carlos Beltrán, y el presidente del comité organizador de Mayagüez 2010, Felipe Pérez. Allí se reunieron con los principales líderes deportivos cubanos como el presidente del Comité Olímpico Cubano (COC), José Ramón Fernández, y el presidente del Instituto de Deportes Cubano (Inder), Christian Jiménez.
“Tuvimos una reunión muy importante con Fernández, una reunión muy buena, muy íntima, muy deportiva”, explicó Bernier “Nos colocamos de lleno en la posición de saber cuáles son las cosas importantes que hay que resolver para concretar la presencia de Cuba. Todo se resume en dos cosas: primero en los aspectos burocráticos y procesales de su viaje, estadía y participación y, segundo, en el hecho de que Mayagüez 2010 tenga un escenario que no afecte el ánimo de la delegación cubana. Esas son cosas importantes que resolver”, expresó. Irónicamente, Bernier viajó a Cuba en pleno meollo entre las dos alas del afamado pájaro caribeño. Durante estos días, el voleibolista cubano de 19 años de edad, Leonardo Leyva, había desaparecido de su delegación, que se encontraba participando en el torneo NORCECA de voleibol. Hace tres días, Leyva pidió asilo político en Puerto Rico, apareciéndose en las oficinas federales del Departamento de Migración en San Juan acompañado por su abogado y colega de exilio, Sergio Ramos, y un amigo. “Tengo que aceptar que eso sucedió en la víspera de la reunión”, dijo Bernier. “Pero eso no ocupó la mayor parte de la conversación. Se mencionó como parte de las cosas que no deben pasar, pero se hizo igual que como se mencionaron otros casos masivos como los que desertaron en España hace poco, y en otros países”, puntualizó. Desertores Leyva es la más reciente pérdida para Cuba en un largo historial de atletas desertores, tendencia que parece haber cobrado nueva vida este año. En agosto pasado, los baloncelistas Taylor García, Georvis Elías Sayus, Grismay Paumier y Geofry Silvestre pidieron asilo en España luego de jugar un partido entre la selección de Cuba y el combinado Las Palmas de Gran Canaria. Este año además, en julio, los ciclistas Yosmani Pol, Odaimis Álvarez y Ahmed López desertaron la delegación cubana que participaba en el Campeonato Panamericano en México, y luego llegaron a Miami. En julio también, el lanzador zurdo Aroldis Chapman, un verdadero fenómeno del montículo, abandonó la selección cubana durante el federativo Campeonato Mundial de Béisbol de Holanda. Ayudado por la derecha cubana europea, por la derecha cubana miamense y por agentes de Grandes Ligas. Chapman inmediatamente consiguió pasaje de Rotterdam a Miami, donde ya tenía una fila de equipos inquiriendo por su bestial recta de 100 millas por hora. El béisbol ha sido una de las puntas de lanza en las tendencias de deserción de los atletas cubanos, claro está, por las demandas de la pelota profesional con respecto al inmenso talento peloteril que se cría en Cuba. René Arocha fue el primer cubano en desertar para unirse al béisbol organizado de la Major League Baseball (MLB) en 1991. Figuras que luego alcanzaron grandes logros en la pelota rentada le siguieron, entre ellos los hermanos lanzadores Liván y Orlando ‘El Duque’ Hernández, el también serpentinero José Contreras, el campo corto Rey Ordóñez y, recientemente, Kendry Morales, inicialista de los Angelinos de Anaheim, que se encuentran tratando de sobrevivir la postemporada ante los Yanquis de Nueva York.
Sin embargo, Leyva simboliza lo que ha significado Puerto Rico para las deserciones de atletas cubanos que han sido promovidas por la derecha cubana residente en la Isla. De más está decir que la comunidad cubana exiliada cuenta con bastante poder en Borinquen, por lo que los atletas que desertan rápidamente encuentran asilo, albergue, protección y ayuda legal. En los Juegos Panamericanos de 1979, celebrados en San Juan, el tenista Osvlado Cruz dejó su delegación y solicitó asilo político. Claro, lo que vino después, en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 1993, celebrados en Ponce, fue mucho peor. “Allí hubo 43 desertores, entre ellos la judoca Mabel Fonseca, que luego se cambió a lucha y compitió por Puerto Rico, ganando plata en un Mundial y varias medallas de oro en otras competencias”, recordó el historiador deportivo y periodista Carlos Uriarte. “Se quedaron pesistas, gimnastas, nadadores. Los más notables fueron los baloncelistas Lázaro Borrel (delantero fuerte) y Andrés Guibert (centro). Pero fueron muchos los que se quedaron en Puerto Rico después de esos Juegos”, agregó el también estadístico de El Nuevo Día. Los baloncelistas Borrel y Guibert fueron dos de los casos más comentados, pues luego de pedir asilo político en Puerto Rico alcanzaron, por un período breve, jugar la National Basketball Association (NBA). En 1999, durante el Torneo Preolímpico de Las Américas, fueron otros dos baloncelistas los que también abandonaron la delegación cubana: el alero Ángel Oscar Caballero y el escolta Roberto Carlos Herrera, hijo del presidente de la Federación Cubana de Baloncesto, Ruperto Herrera; ambos terminaron uniéndose a distintos equipos del BSN. Asimismo, en 2007, la voleibolista Dulce María Téllez aprovechó su participación junto a la delegación cubana en la Copa Panamericana de Voleibol que se celebraba en el coliseo Roberto Clemente, para decirle adiós al deporte aficionado y abandonar la selección en ruta al profesionalismo. Como hábil líder deportivo y conocedor de la política internacional, Bernier debe saber que todo esto anda en la mente de los federativos cubanos. Quizás es por eso que los intercambios deportivos-culturales entre ambos países son tan necesarios. Durante este viaje a La Habana, Bernier consiguió establecer un intercambio de destrezas técnicas, entrenamientos y fogueos que beneficiará a los atletas puertorriqueños de deportes de combate, pues desde su transformación deportiva luego del triunfo de la Revolución en 1959, Cuba ha sido una potencia mundial en casi todas las disciplinas atléticas, en especial boxeo, esgrima, judo, taekwondo, lucha y karate. “Con respecto a este intercambio, el convenio con el Inder es real. En eso estarán trabajando el director del Departamento de Alto Rendimiento del COPUR, Ramón Álvarez, y el coordinador de deportes de combate, José Luis Vellón”, explicó Bernier. Vellón, quien también es presidente de la Federación de Boxeo de Puerto Rico, posee una licenciatura en cultura física del Instituto Superior de Cultura Física Manuel Fajardo, en La Habana. Ponce 93 Sin embargo, todo apunta a que nada es seguro hasta que el primer atleta que competirá en Mayagüez 2010 arribe a Puerto Rico, ya sea en bote o en avión. Fuentes de entera confianza, tanto en La Habana como en San Juan, le han comentado a Diálogo Digital que la principal razón por la que Cuba podría mostrarse reacia a venir es lo sucedido en Ponce 93. “Allí fueron 43, pero ahora estiman que podrían ser más de 100”, señaló una fuente anónima desde La Habana. Incluso, en semanas recientes, Diálogo Digital ha escuchado rumores de que Cuba ya había decidido no venir a los Juegos, por lo que fue meritorio una reacción de Bernier y del presidente de la Federación de Béisbol de Puerto Rico, Israel Roldán, a quien el Comité Organizador de Mayagüez 2010 le ha encomendado cualquier pormenor relacionado con la delegación cubana. “Me han llamado para decirme que prepare mis atletas que los que podrían ganar plata o bronce ahora tienen oportunidad real de oro, pues es casi seguro que Cuba no viene”, relató hace unas semanas a Diálogo Digital un entrenador de atletismo que exigió permanecer en el anonimato. “Sí, he oído eso de que Cuba no viene. Lo están diciendo, especialmente en los círculos de atletismo”, dijo otro entrenador encubierto consultado por Diálogo Digital. Roldán fue cortante a la hora de responder a estos rumores. “Aquí la preocupación principal siempre ha sido que se realice bien todo el proceso burocrático con el Gobierno de Estados Unidos para que no haya problemas con la entrada de la delegación de Cuba”, manifestó Roldán, quien ha participado de varias reuniones con la Autoridad de los Puertos, Homeland Security y el Departamento de Migración y dice que el papeleo “va bastante adelantado”. Según indicó, la política de la administración de Barack Obama hacia Cuba es mucho más amigable que la que hubiese con la administración de George W. Bush, período en el que a varias delegaciones cubanas se le negó la entrada a territorio estadounidense, “y eso hace todo más fácil”. Indicó además que hay posibilidad de que los cubanos lleguen en barco, tal como sucedió en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 1968. En esa ocasión, a los cubanos no se les permitía pernoctar en territorio estadounidense y el barco que albergaba su delegación, el Cerro Pelado, permaneció en mar afuera, siendo transportados los competidores en botes particulares para poder participar de las actividades deportivas en tierra. Roldán puntualizó que de llegar los cubanos en barco, se hospedarían en la Villa Centroamericana en Mayagüez como el resto de los atletas. “Cuba tampoco ha pedido seguridad extra. Ellos quieren que se les trate igual que todo el mundo, que se le dé la misma seguridad que se le da a Venezuela o a República Dominicana. Lo complicado aquí es el papeleo, pues estamos hablando de una delegación de casi mil personas. En todas las reuniones que he tenido con Cuba ellos han manifestado su deseo de venir. Lo complicado es bregar las cuestiones del visado”, apuntó Roldán, líder federativo que en 2004 no pudo tener a Cuba en un torneo regional en la Isla y que en 2006 cabildeó fuertemente para retirar el aval federativo internacional del Clásico Mundial de Béisbol que auspicia la Major League Baseball si a los cubanos no los dejaban entrar a territorio estadounidense. Y mientras Roldán dijo estar un 90% seguro de que Cuba vendrá, Bernier no quiso arriesgarse a definir su porcentaje de seguridad. “Hay muchos intangibles”, reiteró Bernier. “Pero estamos muy, pero que muy optimistas. Si fuera por los mismos atletas cubanos, no habría problemas. Ellos saben que son unas de las más importantes delegaciones de los Juegos y del mundo. Ahora tenemos que seguir trabajando, pues, como dije, esto es un proceso de todos los días”, aseveró. La última vez que Cuba se ausentó de unos Juegos Centroamericanos y del Caribe fue en 2002, cuando faltaron a los Juegos de San Salvador. En ese entonces, el gobierno cubano acusaba a la administración del presidente salvadoreño de aquel momento, Francisco ‘Paquito’ Flores de conspirar junto a la derecha cubana de Miami en contra del gobierno de Fidel Castro.