A pesar de ser acusado de fracasar en los momentos claves de juegos importantes a lo largo de su carrera, LeBron James ha demostrado en esta postemporada que nadie juega mejor bajo presión. El alero del Heat de Miami encestó 9 de los últimos 12 puntos de su equipo en la victoria sobre los Bulls de Chicago en el segundo juego de la final de la Conferencia del Este.
Con el marcador empatado 73-73 al faltar 4 minutos y 35 segundos de juego, James anotó un canasto de tres puntos y un tiro a distancia en posesiones consecutivas para darle una ventaja de cinco puntos a su equipo. Luego de que un donqueo de Taj Gibson, ala-pívot de los Bulls, cortara el déficit a tres puntos, James respondió con un tiro debajo del canasto y otro a distancia que aseguraron la victoria.
Es la tercera vez en poco más de una semana que James asegura un juego con canastos de tres puntos. En los últimos dos minutos del cuarto juego de la serie contra los Celtics de Boston, James encestó un tiro de tres puntos y una penetración por el lado izquierdo en posesiones consecutivas para darle la victoria al Heat y la ventaja en la serie. De igual manera, en los últimos minutos del próximo juego, James encestó dos tiros de tres y dos canastos de dos que ayudaron al Heat a superar un déficit de 87-81 para poder eliminar a los Celtics.
La importancia de estos juegos para el legado de LeBron es monumental, ya que en la temporada pasada fue eliminado por los Celtics a pesar de ser el Jugador Más Valioso de la liga y jugar en el equipo con el mejor récord en la temporada regular, los Cavaliers de Cleveland. Su desempeño en esta serie llevó a acusaciones de que LeBron se rindió durante los momentos difíciles. James apenas encestó 18 de sus 53 tiros de campo y 2 de sus 14 intentos de tres en los últimos tres juegos de esa serie.
Otro aspecto que vale destacar es el hecho de que LeBron ha ganado estos juegos con su tiro a distancia. Durante toda su carrera, la estrategia más popular para defender a James ha sido darle espacio para tentarlo a tirar de lejos. Al caer en esta trampa, James le facilita el trabajo a los jugadores defensivos, ya que lo mantienen fuera del área de la pintura, donde es una amenaza por su fuerza, rapidez y agilidad. Al ser agresivo y buscar contacto en la pintura, causa que los jugadores del equipo contrario caigan en problemas de faltas. También, LeBron es de los pasadores más diestros en el juego. Al penetrar, los jugadores defensivos suelen colapsar la pintura y se olvidan de los cuatro compañeros de equipo de LeBron. Esto crea un sinnúmero de opciones ofensivas para el Heat.
El progreso del tiro a distancia de James ha sido notable. En la temporada pasada, James encestó el 40% de sus “jompas”; este año la cifra aumentó a un 45%. Al principio del año parecía favorecer demasiado esta opción ofensiva, pero durante el transcurso de la temporada fue mejorando su porcentaje de tiros de campo y terminó con el mejor de toda su carrera, 51%. El aspecto más importante de este progreso es la seguridad que James siente al tirar la bola. Por lo que, gracias a esta confianza en su tiro, Lebron James ha podido ganar juegos casi por sí solo en los últimos momentos.