Nueve de la noche.
Santurce ganaba por dos en la séptima entrada y Billy Van con su chekeré la montaba en las gradas del Hiram Bithorn junto a Barreto y su Plena.
Sí, plena en el Bithorn. Ya el ambiente comenzaba a tornarse festivo y el repicar del pandero se hacía sentir con autoridad. Como de costumbre.
“Allí va Yulín. Está culeca”, gritaba una doña mientras sonreía y bailaba al son de un trombón solitario. El decimocuarto campeonato de la franquicia santurcina estaba a la vuelta de la esquina. ¿Quién lo diría? Solo 15 outs restaban para que los Cangrejeros hicieran historia con su primer back-to-back.
Pero según la percepción veterana de algunos fanáticos de corazón, a la cueva de los #Palancús no llegó la cantidad de personas que años anteriores. “Mucha silla vacía y eso… la cosa está mala”, decían.
El punto es que, pese a eso, los presentes no le hacían caso ni a las piña coladas. El “piña, piña” ya era pura monotonía. El escenario principal era el terreno. Los jugadores. Lo demás era nada.
Cerró la octava.
El espíritu de Pedrín (Zorrilla) estaba allí. Ocupaba cada silla vacía y cada corazón cangrejero. Cada rostro, cada carcajada, cada chocar de manos condenaba al olvido su ausencia. El cangrejo mayor estaba vivo entre la gente.
“Mira, ya van a ser las diez y esto se está acabando”, volvió a gritar la doña, que no paró de bailar hasta el tercer out del noveno.
“Santurce campeón, Santurce es tu papá”. El son y la cosa se ponía chévere porque se repetía el pasado.
Las almas borrachas de veteranía se debatían entre la felicidad efímera del momento y la melancolía de antaño. Pero sonreían, por eso de cumplir con el histórico momento. Por eso de respetar un juego que es mucho más que un juego.
Cayó el out 27.
Comenzó la celebración.
Arriba, en las gradas, un viejito se limitó a reflexionar. “Esta es la primera vez en la historia que Santurce revalida en la pelota profesional de Puerto Rico. Estamos en la cueva, pero duele mirar este parque así. Da lástima ver tantas sillas vacías en un momento tan importante. ¿Qué será de la pelota profesional de Puerto Rico cuando los viejos se mueran?”.
Entonces, mientras ardía la bulla, soltó un último comentario. “Ahora viene la Serie del Caribe. Yo espero que no se olviden que Puerto Rico no gana hace 15 años. Deberían darle una llamadita a Mako (Oliveras), a ver si se nos pega algo bueno”. Y se marchó.
La Serie del Caribe dio inicio el lunes en la República Dominicana. Puerto Rico perdió su primer compromiso ante Venezuela. Sin embargo, el miércoles la novena boricua alcanzó una importante victoria sobre Cuba y anoche logró un dramático triunfo sobre el equipo anfitrión. El clásico del béisbol caribeño termina el domingo 7 de febrero y el equipo boricua se prepara para las semifinales.
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