Cuando Jaime Espinal haga su entrada el viernes, 5 de agosto al mítico Estadio Maracaná de Río de Janeiro con la monoestrellada en sus manos, no solo se convertirá en el decimonoveno abanderado olímpico en la historia de Puerto Rico, sino en el primero que puede presumir de hacerlo tras haberse consagrado como medallista en unas olimpiadas.
Su elección, para ser sinceros, se caía de la mata para una isla que solo ha celebrado ocho medallas olímpicas. El luchador, que hace cuatro años sorprendió gratamente al país cuando aseguró la medalla de plata en los 84 kilogramos, estilo libre, es asimismo el primer atleta de su disciplina en ser seleccionado para cargar con el máximo símbolo patrio.
La lista de abanderados puertorriqueños en el principal evento multideportivo a nivel global la componen José “Fofó” Vicente (atletismo, Londres 1948); Jaime Annexy y Jorge Soto (atletismo y levantamiento de pesas, Helsinki 1952); Daniel Cintrón (jefe de misión, Melbourne 1956); José “Toñín” Casillas (baloncesto, Roma 1960); Rolando Cruz (atletismo, Tokio 1964); Jaime Frontera (baloncesto, México 1968); Arnaldo Bristol (atletismo, Múnich 1972); Teo Cruz (baloncesto, Montreal 1976); Alberto Mercado (boxeo, Moscú 1980); Fernando Canales (natación, Los Ángeles 1984); Jesús Feliciano (béisbol, Seúl 1988); Luis Martínez (judo, Barcelona 1992); Ivelisse Echevarría (sóftbol, Atlanta 1996); Enrique ‘Quique’ Figueroa (vela, Sídney 2000); Carlos Arroyo (baloncesto, Atenas 2004); McWilliams Arroyo (boxeo, Beijing 2008); y Javier Culson (atletismo, Londres 2012).
Al igual que Espinal, el vallista Culson anda en busca de su segunda presea olímpica, tras el bronce que obtuvo en Londres 2012. Tan pronto entren en acción en Río de Janeiro, Culson y Espinal pasarán a la historia como los primeros atletas puertorriqueños que repiten en unos Juegos Olímpicos luego de haberse colgado una medalla en la edición previa.
Las seis anteriores medallas olímpicas para Puerto Rico habían llegado cortesía del boxeo. Los púgiles Juan Evangelista Venegas (bronce, Londres 1948), Orlando Maldonado (bronce, Montreal 1976), Arístides González (bronce, Los Ángeles 1984), Luis Francisco Ortiz (plata, Los Ángeles 1984), Aníbal Acevedo (bronce, Barcelona 1992) y Daniel Santos (bronce, Atlanta 1996) se treparon al podio; todos firmaron al profesionalismo luego de sus triunfos olímpicos, por lo que no tuvieron la oportunidad de conquistar una segunda presea. Curiosamente, solo Maldonado y Santos llegaron a disputar un título mundial como profesionales. En el caso del zurdo Santos, se coronó campeón mundial en tres ocasiones, antes de retirarse en 2009.
Crece la delegación
Espinal encabezará una delegación que, hasta el momento, suma 39 atletas, la máxima cantidad desde los Juegos de 2004 en Atenas, cuando Puerto Rico envió 43 competidores. En 2012, la delegación totalizó 25 atletas. Todas estas cifras palidecen frente a los 80 atletas que compusieron la delegación de Montreal 1976, hace exactamente 40 años, que preservará su sitial como la más numerosa en la historia del país -y seguramente lo preservará por buen tiempo.
Los 39 atletas clasificados hasta hoy son Jeyvier Cintrón (boxeo), Javier Culson (400 metros con vallas), Yarimar Mercado (rifle tres posiciones), Vanessa García (50 metros libres), Erik Risolvato (50 metros libres), Celiangely Morales (200 metros), Beverly Ramos (maratón), un ciclista por definirse, Rafael Quintero (plataforma 10 metros), Lauren Billys (ecuestre), Franklin Gómez (lucha olímpica estilo libre), Jaime Espinal (lucha olímpica estilo libre), Crystal Weeks (taekwondo +68 kilógramos), Wesley Vázquez (800 metros), Andrés Arroyo (800 metros), Adriana Díaz (tenis de mesa), Brian Afanador (tenis de mesa), Diamara Planell (pértiga), David Smith Sánchez (salto de altura), Jasmine Quinn Camacho (100 metros con vallas), William Barnes Feliciano (110 metros con vallas), la selección de voleibol femenino (12 jugadoras), Grace Claxton (400 metros con vallas), Luis Joel Castro (salto de altura), Melissa Mojica (judo), María Pérez (judo), Mónica Puig (tenis) y Lely Burgos (levantamiento de pesas).
Una de las notas más positivas de la delegación que nos representará en Río es la clasificación de la selección femenina de voleibol de cancha, que participará por primera vez en su historia en este nivel. El voleibol puertorriqueño ya tuvo representación olímpica, pero en la modalidad de playa, cuando en 2004 Ramón ‘Monchito’ Hernández y Raúl Papaleo vieron acción en Atenas. La selección, igualmente, se convierte en el primer conjunto que clasifica a unas olimpiadas desde que el baloncesto masculino estuvo activo por última vez, precisamente, en 2004.
Todavía existe la posibilidad de que la delegación aumente en los próximos días. Atletas como Carol Rodríguez (200 y 400 metros) y Eric Alejandro (400 metros con vallas) pudieran conseguir las marcas exigidas próximamente. Y claro, de materializarse el milagro de que el baloncesto masculino se logre colar en Río, la delegación superaría los 50 atletas por primera vez desde Atlanta 1996.
Posibles medallistas
El panorama de medallas para esta edición de las Olimpiadas es muy similar al de Londres. El luchador Franklin Gómez llega nuevamente como candidato a subir al podio, luego de salir decepcionado de Londres, donde no pudo emplearse a capacidad al enfermarse el día de competencia; aparte de que le tocó enfrentarse al campeón mundial en la primera ronda. En esta ocasión, Gómez competirá en los 65 kilógramos, luego de combatir en los 60 kg hace cuatro años.
El ponceño Javier Culson, igualmente, luce con posibilidades de regresar con medalla en los 400 metros con vallas, si bien no es una ‘línea’ como lo era en Londres. Sus tiempos en esta temporada no han sido los mejores, pero ciertamente tiene el nivel para ganarse a cualquiera en un buen día.
Espinal, al igual que Gómez, competirá en una nueva categoría, al subir de los 84 a los 86 kg, gracias a la reestructuración que instituyó la Federación Internacional de Lucha. Nuevamente, Espinal parte como uno de los desfavorecidos pero, en un deporte donde el sorteo para definir los pareos juega un papel importante, no se puede descartar.
Finalmente, el boxeador Jeyvier Cintrón, quien en Londres se quedó a un triunfo de asegurar la presea de bronce, llega a Río con 21 años y un ciclo más de experiencia, así como con la distinción de ser el primer púgil puertorriqueño en clasificar a dos Juegos Olímpicos. A pesar de su juventud, la inexperiencia no debe ser factor en esta oportunidad, por lo que es justo catalogarlo como una de las mayores esperanzas de Puerto Rico.
No obstante, como bien demostró Espinal hace cuatro años, de cualquier malla sale un ratón. El luchador de ascendencia dominicana no aparecía en ninguna lista de posibles medallistas previo a la competición de Londres. Muy pocos fanáticos del deporte tan siquiera conocían su nombre. Pero al día de hoy, se prepara para liderar a un país tras una gesta histórica que garantiza que ese nombre no será olvidado.
Mientras, a nosotros nos resta preguntarnos, ¿quién será el próximo?