No fue un ‘hat trick’, fue un póker completo. Lionel Messi nos había acostumbrado a marcar tripletes en partidos de la Liga, y aunque ya había tenido grandes noches en Europa, al “Pequeño genio” le hacía falta una demostración como la de ayer; en que hizo desaparecer no sólo a 93 mil hinchas, sino también al rival y a sus propios compañeros. El marco y el rival requerían algo especial. Eran los Cuartos de Final de la Champions League, el torneo de clubes más prestigioso del mundo. El rival era el joven y potente Arsenal, de Inglaterra, dirigido por el gran Arsène Wenger. La sede la catedral de los culés, el mítico Camp Nou, recinto donde los blaugranas difícilmente tienen una mala noche. Todos respondieron a las expectativas de Joseph Guardiola, dirigente del FC Barcelona, quien había pedido lo mejor a sus futbolistas. La zaga, el punto más frágil de la alineación debido a las lesiones y suspensiones, respondió con creces; con un Rafa Márquez resucitado, y un Gabriel Milito que parece llegó para quedarse de titular, incluso hasta con la selección argentina. Xavi dio un partidazo. Fue el líder que casi siempre es, y con el orden que impuso en la cancha nos recordó al Xavi de la Euro2008, y al de la Semifinal de la Champions 2009, ante el Chelsea. Pero no hay caso, Lio Messi resolvió la pesadilla que el Arsenal había montado en Cataluña, y que se consumaba con el gol del danés Bendtner, al 18’. Cuatro minutos después, al 22’, Messi despegó por su banda derecha, aprovechó un rebote y colgó el empate 1-1 con un violento disparo. ‘La Pulga’ encaminaba así la reacción catalanista. Luego vinieron seis minutos sublimes, del 37’ al 42’ donde Messi violentó el cosmos, primero con un disparo a media altura al primer palo; luego clareó a Almunia –que salió mal- con un bombito suave, que puso las emociones en el Camp Nou a tope, y de paso resolvía la serie en definitivo. El cuarto gol, al 88’, hiló un buen pase de Márquez, la quietud y paciencia de Xavi, con la magia del atacante argentino; que se dio el lujo de tirar dos veces al arco, hasta embocar por entre las piernas del portero Almunia. El Barça culminaba un partido memorable, el resultado final: 4-1. Al terminar el partido hubo declaraciones de todo tipo. Los compañeros de Lio lo alababan, su entrenador lo aplaudía; pero el dirigente del equipo rival, Arsène Wenger, hizo una declaración fantástica al asegurar que el argentino “es un futbolista de PlayStation”. Maradona fue simplemente Maradona al referirse a la actuación de Lio ante el Arsenal. Consultado en Buenos Aires, donde se recupera por una mordedura de perro, el director técnico de Argentina aseguró que Messi “Está siendo el mejor del mundo, está en un nivel muy selecto. Está jugando un fulbito con Jesús”. Lo de ayer fue Messi driblando fantasmas, jugando a romper la red de una portería vacía.