Para un estudiante-atleta es imprescindible continuar con su rutina de entrenamiento ante las competencias que se aproximan de la Liga Atlética Interuniversitaria (LAI). Sin embargo, muchas de las prácticas se vieron interrumpidas a causa del azote del huracán María por Puerto Rico el pasado 20 de septiembre.
De igual forma, los estragos que dejó el evento atmosférico en las instalaciones deportivas de las 21 instituciones que pertenecen a la LAI han sido un obstáculo para estos atletas que, a pesar de los escenarios destruidos, no cesarán su participación.
“Temí mucho… Estudiamos por el deporte… Por mi mente también pasó tener que salir del país”, confesó Josué Ríos Vélez, representante de la Universidad de Puerto Rico (UPR), Recinto de Río Piedras, en los 110 metros con vallas.
El gallito, quien este año se estrena en la LAI, narró que mientras el recinto estuvo cerrado luego del ciclón, logró mantener su rendimiento en las instalaciones de su pueblo Barranquitas.
No obstante, aseguró que al regresar al territorio riopedrense, ha sido un “proceso difícil”, debido a su carga académica y el aumento en las horas —tanto diurnas como nocturnas— de sus prácticas en la pista.
“Seguimos preparándonos para la LAI, a un ritmo más acelerado y entrenamientos más agresivos. Pero entiendo que vamos a salir con buenos resultados”, enfatizó el corredor.
Asimismo, para la nadadora del campus riopedrense, Karla Otero, el panorama fue más complejo porque para no perder su rutina tuvo que continuar sus prácticas en la piscina de la Universidad del Sagrado Corazón (USC).
La institución ha brindado espacio en sus instalaciones deportivas para que nadadores de las distintas universidades del país acudan a ellas. Esta acción solidaria de parte de la USC se debe a que tras los estragos que dejó María, la mayoría de las universidades no tienen sus piscinas disponibles para los atletas.
“No teníamos piscina. No había ninguna disponible en Puerto Rico. La única que se pudo conseguir fue la del Sagrado Corazón”, testimonió la nadadora jerezana, quien compite por segundo año en la liga.
Por motivo de sus horarios académicos, la estudiante de segundo año en la Iupi no coincidía con los periodos estipulados para los atletas riopedrenses. Por tal razón, tuvo que practicar en horas de la tarde con los nadadores de la USC, en lugar de su equipo de Río Piedras.
“Fue una experiencia bastante difícil para mí porque tuve que pedir un permiso con un equipo que no conozco muy bien, pero fuera de eso, lo pude sobrepasar”, recalcó.
Mientras continúan las reparaciones en el Recinto de Río Piedras, los atletas ya cuentan con acceso a la mayoría de sus instalaciones deportivas. La piscina fue abierta la semana pasada, al igual que la pista atlética en sus horarios nocturnos, ya que se reincorporó el servicio de electricidad.
Las canchas de tenis, en tanto, fueron las instalaciones que más daños sufrieron luego del temporal. No obstante, Diálogo constató que su cancha principal está en uso.
Atletas perseverantes en la UMET
Al igual que el resto de los atletas universitarios del país, los de la Universidad Metropolitana (UMET) enfrentaron dificultades para continuar sus entrenamientos, especialmente porque estuvieron al borde de una posible no participación en el nuevo ciclo de competencias de la LAI.
“Todos teníamos miedo. Todos estábamos pasando por la misma tensión. Al principio no tenían una decisión concreta, pero actualmente nos han dado la información, y ningún deporte del sistema Ana G. Méndez se va a quitar”, aseguró la estudiante de tercer año en la UMET, Candy Toche Zevallos, atleta destacada en salto alto.
Al igual que Toche Zevallos, los demás atletas de la UMET estuvieron alrededor de un mes sin practicar. La atleta explica que enfrentaron complicaciones mayores en la alimentación que necesitan llevar a cabo para mantener su rendimiento óptimo. Asimismo, el problema de la gasolina fue otro obstáculo para los atletas dirigirse a los entrenamientos.
La atleta de 19 años, quien es nativa de Perú, lleva representando a la UMET durante tres años consecutivos en la LAI. Afirmó que tras la catástrofe que ocasionó María, en ningún momento pensó irse del país.
“Desde que llegué aquí [a Puerto Rico], me propuse empezar y terminar aquí. Fue difícil. Incluso, mi familia me estaba presionando para que me fuera una temporada”, contó. Por lo tanto, decidió persistir y prepararse con firmeza para las nuevas competencias.
Toche Zevallos, quien terminó las Justas del 2017 en tercer lugar de salto triple y segundo en salto alto, espera mejor sus marcas en los próximos eventos de la LAI y en las competencias internacionales para el 2018.
Actualmente, los atletas de la UMET —en su mayoría— se encuentran practicando con la misma rutina anterior al paso de María, mencionó Toche Zevallos.