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BERLIN- Las cuatro ciudades que compiten por convertirse en sede de los Juegos Olímpicos del 2016 se preparan para una reñida decisión la semana próxima, cuando el Comité Olímpico Internacional elija en Copenhague a la ganadora. Tokio, Madrid, Chicago y Río de Janeiro han librado sendas batallas mediáticas, sin que haya emergido un favorito claro luego de dos años de campaña frenética. “Nos encaminamos a lo que yo creo serán 10 días fascinantes en Copenhague”, expresó el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge. “Estamos muy emocionados de que los cuatro candidatos sean de primera clase. Cualquiera de ellos podría organizar unos Juegos muy buenos”, agregó Rogge. El COI decidirá qué ciudad será la anfitriona del mayor evento deportivo del mundo durante su sesión del 2 de octubre, y Rogge pronostica una victoria ajustada cuando los 115 miembros depositen sus votos. “Es probable que la diferencia sea por un par de votos”, opinó Rogge este mes. “Dos, tres, cuatro votos (…) va a ser muy cerrada. No olviden que algo como cuatro, cinco votos representan un cambio de idea de sólo dos o tres personas”, agregó.
Mientras que todas las postulaciones anteriores han tenido un favorito cuando se acercaba la votación final, aunque no siempre resultó el ganador, esta vez las ciudades van en una competencia pareja.
Chicago fue considerada favorita durante gran parte de la campaña, pero disputas entre el COI y el Comité Olímpico de Estados Unidos sobre distribución de ingresos y planes ahora pospuestos de una estación independiente de televisión para los Juegos no han favorecido su postulación. Su presupuesto, en gran parte dependiente de fondos privados durante la crisis económica, también es mirado con cierto escepticismo. La vacilación inicial que tuvo Chicago en firmar un contrato como ciudad sede que legalmente la obligaría a cubrir cualquier déficit producto de los Juegos fue destacada en un reporte de evaluación del COI divulgado este mes. Sin embargo, la presencia del presidente de Estados Unidos Barack Obama -quien ha pasado gran parte de su vida política en la ciudad- y de su esposa Michelle en Copenhague para apoyar la postulación podrían catapultar a la ciudad.
Un acuerdo para los derechos de transmisión en Estados Unidos de los Juegos Olímpicos del 2014 y el 2016, la mayor fuente de ingresos del COI, aún debe firmarse, y elegir a Chicago mejoraría la cifra final debido a que la televisión estadounidense esperaría mayores ingresos por publicidad con unos “Juegos locales”.
Río de Janeiro ha dado considerables pasos en sus esfuerzos por tener los primeros Juegos en una ciudad sudamericana. Con la FIFA llevando el Mundial de fútbol a Sudáfrica en el 2010 y a Brasil en el 2014, al COI se le están agotando rápidamente las excusas para no realizar los Juegos en una ciudad del hemisferio sur que no esté en Australia. No obstante, el COI has expresado su preocupación porque el Mundial podría reducir el éxito promocional y de marketing de los Juegos 2016 si éstos se realizan en Río de Janeiro, además del hecho de que la tasa notoriamente alta de crimen de la ciudad también debería ser controlada.
Sin embargo, un huso horario similar al de América del Norte es una ventaja para Río, debido a que las emisoras estadounidenses no aprecian las grandes diferencias horarias con Europa y Asia, que diluyen el impacto y el empuje financiero que significa organizar los juegos en el país.
Madrid está atando sus esperanzas a una propuesta mejorada, luego de fracasar hace cuatro años, pero la posibilidad de que los Juegos vuelvan a depositarse en el continente europeo luego de Londres 2012 no jugaría a su favor. La ciudad puede, no obstante, verse fortalecida por el apoyo del primer ministro José Luis Rodríguez Zapatero y sobre todo del rey Juan Carlos, que tendría una importante influencia diplomática.
Tokio, sede de los Juegos de 1964, ya fue alabada por Rogge por su sólido plan financiero y por el alto estándar técnico de su campaña.
No obstante, enviar los Juegos a Asia sólo ocho años después de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 sigue siendo uno de los mayores inconvenientes de su postulación. Sondeos de opinión efectuados este año por el COI también mostraron un apoyo público relativamente bajo, aunque Tokio ha dicho que resultados recientes indican un entusiasmo mucho mayor por los Juegos.