Aquellos que siguen dudando de las posibilidades de que algún día Puerto Rico asista a una Copa del Mundo, tendrán que tomar en cuenta el “We can fly” antes de hacer sus próximas predicciones. Que ¿qué cara’ es eso del “We can fly”? Aquí la historia: En el Mundial de Francia 98’ la Selección de Estados Unidos quedó en último lugar de la competición. A nadie le gusta perder. A nadie le gusta hacer el ridículo. Y si ese alguien resulta ser los Estados Unidos, habrá consecuencias y un plan inmediato para ser “los mejores del mundo”. Poco más de seis meses después, la Federación Estadounidense tenía en su escritorio un plan para ganar la Copa del Mundo en 2010. Ese plan se llamó “We can fly. Project 2010”, y también se le conoce como el “Reporte Q”, pues fue elaborado por el reconocido entrenador portugués Carlos Queiroz. Asistente por muchos años de Sir Alex Ferguson en el Man U, ex entrenador del Real Madrid y de los combinados juveniles portugueses, Carlos Queiroz tenía el conocimiento y la experiencia necesaria, y la Federación de EE UU lo sabía. Por ello contrataron sus servicios. El portal mediotiempo.com –medio digital ligado a CNN- reporta que el plan en sus “114 páginas describía cómo identificar y entrenar jugadores desde temprana edad en Estados Unidos. Además incluía una propuesta para apoyar a los jugadores con educación y recursos financieros, y así convertirlos en los mejores del mundo”, apunta el portal. También, mediotiempo.com señala que “Queiroz elaboró el diagnóstico y el plan de trabajo durante más de seis meses. Juntos analizaron los problemas de organización, estructura y formación de jugadores. Entrevistaron a cientos de personajes relacionados con el fútbol de Estados Unidos”. El medio deportivo asegura que el “We can fly” fue financiado con 50 millones de dólares, provistos por dos empresas multinacionales: Nike y el International Management Group, ya que “ambas compañías tenían interés económico en desarrollar el fútbol en Estados Unidos, un país en donde el fútbol quedaba de lado frente a otros deportes como el béisbol y el fútbol americano”. Un ejemplo de lo que este plan logrado hasta el momento en términos de infrestructura, es que en tan sólo dos años de implementarse, se abrieron 79 escuelas de fútbol capaces de albergar a poco más de 3 mil jóvenes. Landon Donovan y Oguchi Onyewu, del L.A. Galaxy y del A.C. Milan respectivamente, son producto de éstas escuelas. Si bien Estados Unidos no ha sido campeón del mundo, la calidad de sus jugadores y sus recientes desempeños como el de la pasada Copa Confederaciones donde derrotaron a la invicta España y pusieron contra las cuerdas al todopoderoso Brasil, hacen pronosticar que la Selección estadounidense hará un papel muy decoroso en Sudáfrica 2010, y quién sabe… quizá el “We can fly” pueda convertirse en realidad. Más que un plan redentor, el “We can fly” es un proyecto planeado por especialistas, que fue bien estructurado pero sobretodo mejor implementado. Con pasos precisos y con paciencia. Algo inédito para el fútbol latinoamericano y que se asemeja más a los procesos que se ven en Europa. Puerto Rico, al igual que Estados Unidos, tendría la enorme ventaja de contar con el tiempo y la paciencia necesaria para desarrollar con integridad y con bases sólidas su fútbol. Ya que no tiene –ni tendría- la presión descomunal de la fanaticada y la prensa deportiva por obtener resultados inmediatos. Además los mismos hinchas puertorriqueños tienen claro que el fútbol local está en pleno crecimiento. Este proceso sería imposible en países que actualmente viven una “crisis futbolera” como lo son México y Argentina –obviamente con amplias diferencias en cada caso- debido a la locura y exacerbaciones con que se vive el fútbol en esas naciones. Así pues, Puerto Rico tiene un plan en qué basar sus aspiraciones y que puede imitar para que un día, cercano, los boricuas estemos representados en algún torneo internacional. Quizá en el próximo mundial de Brasil 2014.