El Valencia CF puso pie y medio en las semifinales de la Copa del Rey, que se celebra en España, gracias a su contundente victoria sobre sus vecinos de la UD Levante. La eliminatoria se presentaba con el atractivo de enfrentar a dos clubes vecinos en un duelo fratricida, pero también, no lo podemos olvidar, se trataba del tercer y cuarto clasificado de la Liga BBVA, es decir, los dos mejores equipos de la liga de los mortales.
Juan Ignacio Martínez se vio obligado a construir un once con piezas secundarias por culpa de las bajas y por si fuera poco perdió a Barkero a los 12 minutos, mientras que Unai Emery no dudó en apostar por Soldado en la punta de ataque flanqueado por Hernández y Piatti.
Acertó de pleno el técnico que, porque la velocidad de los pablos fue clave en la goleada final. Especialmente bien estuvo el interior ondense, de cuyas botas salieron los tres primeros tantos: asistencia a Jonas en el primero y a Piatti en el tercero, más el pase de cuyo rechace sacó oro Soldado.
El Valencia golpeó mediada la primera parte con dos tantos en siete minutos, pero el Levante no se resquebrajó y logró acortar distancias con un golazo de Koné. El trallazo que clavó en la escuadra el marfileño esconde una gran técnica de tiro, pues enganchó la pelota muy lejos del cuerpo, en una postura que no invitaba a pensar que pudiera pegarle tan duro al balón. Los goles fuera de casa valen su peso en oro y el acierto de Koné volvió a meter de lleno al Levante en la eliminatoria.
Sin embargo, Pablo estaba empeñado en tener su noche y cuando apenas quedaban unos segundos para tomar el camino de los vestuarios, le metió una extraordinaria asistencia picada a Piatti, que se jugó el tipo con Keylor Navas para mandar el balón a la red. Al final, el que se llevó la peor parte del choque se la llevó el portero granota, que tuvo que ser sustituido en el receso por el uruguayo Munúa.
El segundo tiempo fue una exhibición de fútbol tosco y basto, con poco juego y demasiada testosterona. El colegiado, Paradas Romero, acabó mostrando once amonestaciones. Con el paso de los minutos JIM fue empujando a sus jugadores a que se estiraran un poco en busca de un segundo gol que dejara muy abierta la eliminatoria, pero terminaron pagando la valentía, porque al final fue el Valencia quien encontró el gol, por medio de un afortunado disparo de Tino Costa. El 4-1 final deja el pase en manos de un Valencia que sigue demostrando que, tras Madrid y Barça, es el mejor equipo del país, incluyendo a un Levante con el que, a pesar del resultado del miércoles, hay que sacarse el sombrero.
Fuente Blog Notas de Fútbol